miércoles, 21 de agosto de 2013

TUNEL DEL SUMIDOR

Expedicion realizada el 17/08/2013

José Donat Zopo, del "Grupo Espeleológico Vilanova y Piera" de Valencia, es quien mejor y mas extensamente describe esta cavidad subterránea ubicada en Vallada (Valencia).
Por su interior discurre un río de pronunciada pendiente originando gours, estanques o pozas, donde el agua se embalsa a distintos niveles, cayendo en pequeñas cascadas, y erosionando la roca creando formas curiosas.
La boca de entrada del túnel se encuentra en el Barranc de la Saladella, discurriendo la galería bajo él.
Según el experto el origen del agua podría atribuirse a "diversas aportaciones, activas e intermitentes, cuya reunión da la corriente considerada".
Prueba de ello señala la fuente existente en la "Sala del Desplome" que nosotros pudimos verificar.
Mas importante es la dirección de las aguas. Para ello el 16 de Julio de 1960 se tiñeron las aguas del túnel con 600 grs de fluoresceína. Cuatro días después fué avistada la coloración en la "Fuente de la Seraella" a 700 metros del túnel y 140 metros de desnivel.
El agua del Sumidor es dulce en todo su recorrido, salvo unos metros antes de salir al exterior que atraviesa una capa salina dando como resultado una agua "salmaia".

Se accede a través de un pozo de fácil acceso de unos 7 metros de profundidad. Una vez bajo se nota enseguida el cambio brusco de temperatura respecto de la superficie y la presencia de agua.
El río, desde aquí, se divide en dos; remontando la corriente se denomina "Rio arriba", y descendiendo el curso de las aguas "Rio abajo".


Enfundados con trajes de neopreno iniciamos la andadura aguas arriba. Por regla general se puede deambular en pie y perfectamente erguidos, salvo en determinados pasos que obligan a agacharse o tumbarse para pasar al otro lado.
Dependiendo por donde se pise, la altura del agua puede llegar desde las rodillas hasta el pecho, avanzando continuamente en un perfil caprichoso e irregular.
A pocos metros de la entrada ya hay que inclinarse lo suficiente para evitar una roca de lo alto y comprobar la temperatura del agua. Mas adelante hay un derrumbe de grandes rocas, donde para salvarlas, alguien ha instalado un pasamanos convenientemente.
Hay rocas casi negras, algunas rojas y arcilla adherida en las paredes y entre las grietas. Se observa una especie de costra separada unos dos centímetros de la pared y algunas rocas con un aspecto "chocolateado".


Enseguida me vino a la mente la similitud de este paisaje subterráneo con las vistas de Montnegre y sus alrededores.

Zona de pequeños estanques donde se embalsa
el agua
Pasamos por una zona de paredes negras, donde discurre el río entre ellas. De forma escalonada aparecen los pequeños estanques donde el agua fría y limpia se embalsa y continua en pequeños saltos de agua.
La erosión de ésta sobre la roca ha originado en algunas zonas formas redondeadas y casi lisas. Por donde corre el agua está formado de una tierra marrón dura.. ¿arcilla?...

Vicente, en el interior de una poza
Continuamos y comprobamos la existencia a un nivel superior de las salas "Cavanilles,  Bancobao y Galería Media", reflejadas en la topografía de la cueva.
Pasamos completamente tumbados para salvar un paso estrecho y situarnos en una sala grande con grandes cantidades de tierra y piedra (cantos rodados), sobre todo en el lado derecho del túnel.
En la "Sala del Desplome" los miembros del equipo nos dispersamos para inspeccionar la cavidad. Observamos un afloramiento de agua dulce desde una de las paredes.
Podría ser la fuente a la que se refiere José Donat en la descripción de la cueva.

Frente a nosotros hay grandes bloques de roca amontonados unos sobre otros; entre ellos y con cuidado se ve el agua circular bajo ellos.
Según la topografía, la cueva continúa entre pasos estrechos pocos metros adelante. En este lugar iniciamos el retorno al punto de inicio.

Rafael y Sergio descendiendo el río. Al fondo la boca del túnel
El tramo de Río Abajo, quizás sea más interesante. Es mas largo, de pendiente más pronunciada, y mayores los obstáculos que hay que salvar.
La altura y la anchura de la caverna es mucho mayor, así como el tamaño de los estanques y saltos de agua.
Hay rocas negras tapizadas de tierra color marrón endurecida en paredes y techo. También se observan dos coladas en el margen izquierdo de la galería, sin ninguna señal más de afloramientos estalagmíticos en todo el recorrido.



Llegamos a la sala del salto donde hay una pequeña cascada. Descendemos abruptamente sobre rocas desplomadas, hasta llegar al "Sifón Sospedra" que desemboca en una poza amplia, para encarar con el famoso y fotogénico "Sifón Elías Agost".


En este paso de apenas 50 cms de anchura, solo cabe el casco hasta la altura de los ojos, pasando al otro lado completamente hundidos.



Al otro lado se encuentra la "Galería Nueva", continuando por el "Corredor Donderis" donde hay que salvar varios desniveles con varios estanques, hasta llegar al primer gran pozo conocido como la "Cascada Llopis".
Estamos en una estancia muy grande de techos amplios, donde nosotros hacemos un alto.

Ibamos equipados con todo lo necesario para descender por la mentada "Cascada LLopis", pasar por la "Sala S.A.R", descender por la "Cascada Elorriaga", llegar a la "Sala Vilanova y Piera" para finalizar en la "Galería Terminal".
La sala S.A.R adopta su nombre al servicio de rescate del Ejército del aire que fueron los primeros que se descolgaron por las cascadas mencionadas en el párrafo anterior.

Nosotros suspendimos esta última parte debido al factor tiempo, ya que los anclajes fijados no parecían fiables y había que instalar otros; pero sobre todo, por la falta de experiencia de dos miembros del equipo de descenso en "volado". Por ello se optó dejar este tramo para otra ocasión.
Ver enlace Cascada Llopis - Cascada Elorriaga

Miembros de la expedición:
- Rafael
- Vicente
- Sergio

Fuentes consultadas:
- Río subterráneo "Túnel del Sumidor" (Vallada - Valencia). José Donat Zopo (Grupo espeleológico Vilanova y Piera)

Mas fotos: FACEBOOK

jueves, 15 de agosto de 2013

VICENT I LA COVA DE L´AIGUA

Ruta realizada el 14/08/2013

Desde el día que conocí a Vicent, durante el verano de 2006, enseguida empezamos a hacer buenas migas. En el pasado se había dedicado al pastoreo y conocía mejor que nadie los montes de Sella y Benimantell. A él acudía para que me contara cosas y me aclarara itinerarios; a él, que conocía todos los vericuetos habidos y por haber. Vicent fue el primero que me habló de Sirventa, El Morer, Muletes, Cantacucos, L´Arc, Secretari, Penyó Prim, la Pileta, la Cova de L´aigua, etc... 
Vicent ya no está entre nosotros. En una de nuestras últimas conversaciones me preguntó si ya había subido a la Cova de L´aigua...

La cueva está situada en lo alto de la peña de Sella, en un lugar muy poco accesible. Se trata de un gran abrigo donde existe un pequeño manantial utilizado en el pasado para resguardar y dar de beber al ganado.
"Has de ir con cuidado, porque antiguamente el ganado limpiaba el monte y las sendas han desaparecido", me advirtió Vicent.

A 1.5 kms del pueblo siguiendo la carretera que bordea el Barranc de L´Arc o PR- 9 se encuentra señalizado el sendero PR- 198, El runar de la mona
El ascenso comienza aquí, guiándonos por las balizas señaladas con las marcas del sendero. La senda, siempre en continuo ascenso, vira ligeramente a la derecha. A partir de aquí hay que abandonar este trayecto y dirigirnos al norte en busca de un solitario pino.

(Click en la foto para ampliar)
Las flechas indican las referencias para llegar a la cueva

Aquí ya no hay marcas ni sendas; hay que continuar trepando por las rocas orientándonos hacia el noroeste, hasta la gran pared vertical del fondo.
Piedras inestables que hacen perder el paso, multitud de plantas espinosas, hierba seca que hace resbalar al pisarla, leña y la ausencia de sendas, le dan la razón a Vicent cuando advertía mayor dificultad hoy en día para transitar por aquí.
Sí que hay algunos mojones de piedras orientativos que alguien pondría para señalar el camino. Algunos estaban derribados y volví a reconstruirlos.
Una vez que se ha llegado a la base de la mole, observamos una planta trepadora encaramada a la pared. Esta planta sirve como referencia para continuar ahora hacia el oeste pegados a la roca.
Enseguida nos obliga a descender. Llega un momento en que en lo alto se ve la entrada de la cueva. Hay que ascender siempre "monte a través" hasta llegar a la cavidad.

Cova de L´Aigua

Las vistas son espléndidas, destacando como no, el Puig Campana y la linea de costa.

Vision desde el interior

La entrada tiene una longitud de 25 metros y una profundidad de 20 metros. En los alrededores hay grandes paredes verticales donde se ven las instalaciones de los escaladores que visitan ocasionalmente el lugar.
Dentro de la cueva, al fondo, hay una pequeña surgencia y una pileta para embalsar el agua; de ahí el nombre de la cavidad.

Manantial

Huelga reiterar en las privilegiadas vistas. Ha merecido la pena el riesgo y el esfuerzo de subir hasta aquí.
Vicent, que ya no era un chaval ni tampoco tenía ganado, siempre hablaba de volver a subir a la cova de l´aigua. Con su optimismo y su energía seguro que hubiera podido hacerlo.

Desde la entrada de la cueva, mirando al exterior, seguimos por una pequeña senda a la derecha pegados a la pared. A escasos metros continuamos trepando por la barrancada que sale a la derecha para dirigirnos a lo alto de la sierra.
Este es el recorrido que hacen los escaladores para aproximarse a la cueva.

El objetivo principal ya estaba cumplido; ya había visitado la cueva del agua.
Para retornar a Sella decidí hacerlo por otro de los parajes frecuentados por Vicent, ya reflejados en otro artículo de este blog.
Llegamos al azagador de la peña de Sella y a las ruinas de la Casa de Dalt. Continuamos a la izquierda de nuevo por el PR-198. Dejamos a la izquierda la casa "El Alt". En llegar a un mojón de piedras, continuamos hacia la izquierda y hacia abajo; hay un pino solitario, y unos metros adelante una pequeña carrasca.
De aquí parte una tímida senda hacia el suroeste, difícil de seguir, pero que nos lleva a la "la pileta".

La pileta

La pileta es otro de los lugares de pastoreo de Vicent. Allí se dirigía el ganado para beber. El agua salía de una pequeña cuevecilla, en la actualidad seca. La aproximación al lugar es arriesgada. No es visible hasta que no se está frente a ella. Hay que moverse con cuidado para no resbalar por el barranco que hay abajo.
Para continuar hay que descender por la barrancada, y en el momento propicio, acercarse a la pared de la izquierda donde hay grandes cuevas-abrigos.
Al igual que el ascenso a la cova de L´aigua, andar por aquí es incomodo y molesto, "monte a través" sin caminos ni sendas.
Desde este lugar se observan antiguos bancales aterrazados, sostenidos por muros de piedra en seco.
Seguimos descendiendo dirigiéndonos al sur, hacia la estrechez del barranco, siempre pegados a la izquierda.
Cuando casi hemos llegado, se vislumbra una senda que nos guía al exterior. A la derecha hay una cueva donde también hay instalado material de escalada.

Barranco donde está situada la pileta

Continuamos por la senda que nos dirige al este para enlazar con el PR-199, que es el tortuoso sendero que enlaza Sella con lo alto de la peña.
Desde aquí continuamos el descenso hasta el depósito de aguas situado tras la ermita de Santa Bárbara.

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No es una ruta sencilla, mas bien todo lo contrario. La casi ausencia de sendas y caminos, salvo un breve tramo por la cima de la peña, hacen que este itinerario sea pesado y casi desagradable, y en muchos momentos peligroso.
Claro está que cuando Vicent andaba por estas tierras el panorama tendría que ser completamente diferente. Habían sendas habilitadas para deambular pastores y agricultores; los bancales del barranco de la pileta estaban arreglados y cuidados. Todo en contraste con el  paisaje que se observa en la actualidad.

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