viernes, 6 de noviembre de 2015

EL CAMINO DEL AGUA - LA FUENTE DEL LOBO

El Manantial de aguas estudiado en este artículo brotaba en el término municipal de Tibi, pero sus aguas sirvieron para el abastecimiento de tres fincas situadas en San Vicente del Raspeig.
El día 12 de Marzo de 1862 D. Juan Ferrándiz y Antón, Presidente de la Sociedad sanvicentera de aguas "El Diluvio", adquiere "una Hacienda llamada la venta de Girau o Ventós comprensiva de ciento y cincuenta jornales de tierra, poco mas o menos, parte plantada de diferentes árboles y parte campa y (¿..?), parte secana y parte regadío; y una porción de coto de monte de leña baja, con una casa habitación unida con otra destinada para venta, corral de encerrar ganado, dos algibes, ermita y una balsa, con cuatro días de agua de cada ocho de la fuente del lobo y arroyo, pues los otros cuatro pertenecen a las haciendas de Gaspar y del Pla por mitad, situadas en la partida del Ventós, términos de Alicante, San Vicente y Tibi".
Los anteriores propietarios fueron D. Antonio Guijarro Aracil y sus hijos Francisco y Rita Guijarro y Ripoll que heredaron la propiedad tras el fallecimiento de éste. En Enero de 1860 la posesión fue traspasada a D. Ramón Castelló y Jover por la cantidad de 75.000 reales vellón, y finalmente al mencionado D. Juan Ferrándiz en Marzo de 1862.
En la escritura de venta del Sr Castelló figura: "Una Hacienda llamada de Ventós, propia de los otorgantes situada en la jurisdicción de la Ciudad de Alicante, comprensiva de trescientas diez y nueve tahúllas y una octava de tierra, con su casa de habitación, corral de ganado, hermita, fuente de agua viva con su balsa, de cuya agua corresponde a dicha hacienda cuatro días de riego de cada ocho".
La documentación consultada se refiere a la finca con los nombres de "Girau o Ventós" indistintamente, y la Hacienda de Gaspar es la actual Casa Pitxot.

La Fuente del Lobo nacía en la Partida tibense de Ronesa, en un paraje donde no era infrecuente la búsqueda de aguas en el pasado. Hacia el Sur Bonifacio Amorós y Mirambell solicitó permiso a mediados del siglo XIX para excavar en el Estret Roig. Y en dirección Oeste se concedieron las demarcaciones de las minas "La Fé" y "Piedad" de carbón y lignito respectivamente, aunque su finalidad era la obtención de agua. Estas últimas pertenecieron a Federico Ghiglione Brotóns y posteriormente a Federico Guardiola Forgas, propietarios también de la Hacienda y minas de El Sabinar.
La Fuente está situada en el margen izquierdo de un torrente tributario del Barranco de la Fuente del Lobo. Unos metros por encima del cauce se encuentra la bocamina de entrada a una galería subterránea, cuyas aguas una vez en el exterior, cruzaban la torrentera por medio de un acueducto actualmente en ruinas y encauzado por tuberías hacia Girau, (también denominado Chirau, Xirau).
Antes de continuar, es necesario matizar que algunos mapas catastrales del IGN sitúan la fuente en la cabecera del mencionado Barranco del Lobo, a unas docenas de metros de la bocamina desde la que parte la conducción. En este lugar hay una pequeña galería colmatada, con una balsa casi oculta por la vegetación y los barros acumulados.
Posiblemente la conducción que a continuación se describe sea una redistribución de los caudales hacia otro lugar, siendo una continuidad del anterior. De todas formas esta es una hipótesis conjetural pendiente de confirmar.

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Descripción de la galería subterránea

La entrada tiene unas medidas de 1 metro de alto por 80 centímetros de ancho, y una vez en el interior tiene 1,70 metros de altitud y 50 centímetros de latitud. En este primer tramo el suelo está embarrado por las aguas que han entrado por la bocamina en las lluvias recientes.

Bocamina y canal antes de atravesar la rambla

Durante los primeros 62 metros de recorrido las dimensiones de la mina varían constantemente hasta llegar a 1,80 y 1,97 metros de altura por 50 centímetros de anchura. La galería esta excavada en un terreno blando y yesoso sin ningún paramento, aunque en el suelo y a 40 centímetros sobre las paredes hay un enlucido hidráulico para evitar las filtraciones del agua. Se observa vetas de color rojizo en los hastiales y señales de picoletas en el techo de la galería.

Primeros metros de la galería

Debido a la estrechez, pequeños trozos de pared se desploma ante cualquier roce que se produzca, obligando a avanzar de lado para evitar desmoronamientos, siendo éste el tramo de mayores dimensiones de todo el recorrido.
A continuación hay un trozo de tubería enterrada. En este lugar, durante un recorrido de 38 metros, las paredes están recubiertas de ladrillo, y solo en los últimos 26 metros aparece el techo también revestido con restos de enlucido. Los ladrillos proceden de la Cerámica San José.



En esta distancia la altura de la mina oscila entre 1,60 y 1,75 metros de altura por 40 y 53 centímetros de anchura respectivamente.
Durante 9 metros mas el aspecto de la galería es idéntico, pero se observa un sector en muy mal estado donde el paramento que recubre las paredes se ha despegado, y el techo se ha reconstruido con bardos de cerámica en forma de cuña.


Aspecto siniestro e inseguro de la mina

Desde la entrada hasta este lugar hay 111 metros, donde la galería avanza casi en línea recta, ondulando levemente, permitiendo observar la luz que entra por la bocamina.
Durante los próximos 15 metros la paredes continúan recubiertas de ladrillo, pero no el techo, dando sensación de "obra inacabada". En este segmento la altura del techo al suelo es de 1,65 metros, la pared de ladrillo es de 1,22 metros y la anchura de 49 centímetros.



El terreno que atraviesa el minado es ahora de color rojizo intensificándose a medida que se avanza.
En los próximos 18 metros la galería muestra su aspecto original excavada directamente sobre el terreno con unas dimensiones al comienzo de este tramo de 1,62 metros de altura y 54 centímetros de anchura, y de 1,82 metros de altura y 61 centímetros de anchura al finalizar este trozo. A 40 centímetros del suelo se observa el enlucido de cemento hidráulico sobre las paredes.


En el suelo vuelve a aparecer una tubería enterrada y por encima de ella un derrumbe justo donde la excavación atraviesa margas rojas triásicas.
Este trecho de 15 metros de recorrido es el mas peligroso de la galería. El resquebrajamiento y caída de grandes trozos de tierra procedentes del techo y de las paredes han elevado el suelo, dejando un hueco de 1 metro de altura y 60 centímetros de ancho.


La mina continúa durante 29 metros excavada directamente sobre un terreno blando, con vetas de colores rojos, verdes, grises y azulones y con una altura de 1,60 metros y 50 centímetros de anchura. Las paredes y el techo se descomponen en tierra al instante con apenas una rozadura, pero con mayor seguridad que en el tramo precedente.
En este lugar, próximo al fin de la galería, hace su aparición un grupo de murciélagos que entran y salen de la mina por la boca principal, ante la ausencia insólita de lumbreras en su recorrido.


A continuación hay una antiestética reparación que desentona con el antiguo arte del laboreo de minas. La galería se prolonga dando un giro a la izquierda, encajonada entre bloques de hormigón y el techo cubierto de bardos planos de cerámica. Este sector tiene 1.60 metros de altura y 70 centímetros de anchura y 8 metros de recorrido.
La galería se prolonga en línea recta durante 9 metros mas, donde finaliza a consecuencia de un derrumbe.

 Metros finales de la galería

Galería colmatada

La galería tiene una longitud total hasta el derrumbe que impide su continuidad de 205 metros.
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Conducción hacia la Venta de Girau


Una vez en el exterior el agua canalizada a través de una tubería de hormigón cruzaba la rambla y se internaba subterráneamente por el lado derecho del torrente en un pequeño alcavón. Unos metros adelante el canal asoma de nuevo a cielo abierto. Sobre el terreno hay un socavón y en el fondo se aprecia la salida de la acequia subterránea en un arco de ladrillo en una dirección SE.

Alcavón o acequia subterránea

A continuación hay un pocillo de decantación cubierto de tierra y la prolongación de la cañería de hormigón sobre el terreno. Hacia adelante hay otro pozo de sedimentación o registro del canal y una profunda brecha en el suelo donde iba asentada la tubería, para atravesar un collado mediante otro alcavón de 45 metros de longitud y volver a reaparecer en superficie.

 Pozo de sedimentos

Segundo alcavón. Al fondo se aprecia la salida.

La cañería vira ligeramente hacia el Sur en medio de un atochar bordeando la vertiente izquierda de una loma. A continuación hace su aparición las grandes margas rojizas triásicas del Estret Roig y la vista del Ventós a la derecha. Por la izquierda circula el Barranco del Lobo.
La conducción gira suavemente hacia el Este rodeando una pequeña elevación a escasos metros de una caseta de piedra circular o nido de cazadores.
Desde este lugar la tubería desciende en un prolongado desnivel y cruza el Barranco del Lobo justo en la confluencia de éste y de la rambla que desciende desde el NO procedente del Estret Roig.

Descenso del canal hacia el barranco

En este lugar debió existir un pequeño acueducto ya que la conducción traspasa la rambla en una conducción aérea. Aún se observa los muros de piedra sobre los que iba asentada la tubería antes de cruzar el barranco.
Continúa enterrada bajo el camino que desciende desde el Estret y continúa por el lado derecho hasta la presa de retención que hay en la rambla. Unos metros antes de llegar hay restos de una acequia similar a la que existe mas adelante.


Desde el dique, la canalización avanza apoyada sobre la ladera varios metros por encima del cauce. A partir de aquí se observa dos canalizaciones paralelas a lo largo del recorrido. En este tramo la conducción ha sido reconstruída, observando la acequia y a continuación una tubería de barro y así sucesivamente.
Es factible suponer que desde este lugar se repartieran los caudales en dos conducciones distintas: Una para la Venta Girau y otra para la Casa de Gaspar o Pitxot.
El canal se perfila sobre el terreno claramente, invadido en la actualidad por gran cantidad de plantas leñosas.

Detalle de la conducción sobre el Barranco del Lobo

Mas adelante se conserva un pequeño arco de piedra que servía de sostén de la canalización.

 Conducción sobre el Barranco del Lobo

Unos metros adelante los desprendimientos han ocultado o destruido el canal, volviendo a aparecer posteriormente, recorriendo los últimos metros hasta Girau.

En este último tramo se observa con claridad la tubería perfectamente asentada sobre el suelo. Varios metros por encima de ella circula el canal conductor de aguas de la Finca El Sabinar y cruzando el barranco se observa el acueducto hacia la mencionada finca.



El destino final de la conducción es una balsa situada al Oeste de la casa de Girau, a una distancia de 230 metros en línea recta.
La balsa esta dividida en dos por un muro central. El agua entraba en el primer cuerpo y el llenado del segundo se producía por rebosamiento del primero.

Balsa de Girau

Unos metros antes del estanque hay una abrevadero-lavadero y restos de conducciones que llegan hasta él.



Vista trasera de la Venta Girau

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Fuentes consultadas:
 Archivo Histórico Provincial de Alicante. Protocolos notariales. Catastro

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