lunes, 13 de febrero de 2012

BARRANCO DE SILIM Y LA MASCUNA


Ruta realizada el 11/02/2012

Hay que situarse a 1 Km aproximadamente al Noroeste de Montnegre de Dalt, siguiendo la carretera hasta Jijona, para observar en lo alto a nuestra izquierda, un caserón antiguo y abandonado, que en sus buenos tiempos tuvo que ser de gran importancia en este lugar; se trata de la Casa de Silim. Aún son visibles los restos de una almazara, de una balsa de grandes proporciones, de un pequeño lavadero y de una alberca detrás de la casa, y de un aljibe situado al otro lado de la carretera.





Avanzando unos metros por la carretera, hay un pequeño claro a nuestra derecha, donde tenemos un primer plano gozando de una vista privilegiada sobre el Barranco de Silim.



Una senda nos lleva al fondo de la rambla donde circula un tímido arroyo. Pronto vamos a comprobar la erosión del agua sobre este paisaje, modelando algunas veces la rocas de color predominantemente rojo con caprichosas formas. (la gente que lo ve por primera vez dice que se parece a un pequeño cañón del colorado).
Se empiezan a ver arbustos y matorrales típicos de la zona, siendo el baladre el mas vistoso y representativo.
"Mi padre y mi tio allá por la década de 1940 me cuentan que desde el barrio del Garbinet iban hasta Muchamiel en el tranvía, y desde allí subían remontando por el cauce del rio Montnegre, desviándose a veces por el río de Jijona para coger baladre, cuyos tallos los utilizaba mi abuelo, que era artesano de mimbre, para hacer patas de mesas y sillas."

En la pared de la izquierda quedan restos de una antigua acequia de obra, y restos de abrazaderas al mismo nivel para sujetar tuberías de época posterior.
Esta acequia, con total seguridad, tomaba las aguas de los derrames del barranco mediante un azud y la guiaba hacia unos bancales que veremos a continuación.
En un determinado punto aún quedan restos del canal atravesando subterráneamente una peña para continuar al otro lado a cielo abierto.

Restos de acequia

A nuestra izquierda aparecen antiguos cultivos. Todos estos terrenos pertenecían a la Casa de Silim. En los bancales aún hoy, siguen en pie árboles típicos de la cultura mediterránea como olivos, algarrobos y alguna higuera desperdigada.


Bancales abandonados

Seguimos avanzando hasta llegar a la desembocadura del Barranco de la Mascuna que desciende por la izquierda.
Nos paramos en este punto para remontar el mencionado barranco  y volver más tarde a este mismo lugar y continuar con el descenso de Silim.

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Nada más internarnos en el barranco, también iremos acompañados de un pequeño arroyo casi todo el trayecto. El terreno aquí no es tan transitable como en Silim, sino que es más dificultoso. Al principio las cañas se interponen en nuestro camino y hay que ir sorteándolas, con cuidado de que ninguna se te meta en un ojo.

Después de pasar por el pequeño salto de agua, que sirve de apoyo a un antiguo canal, el paisaje se vuelve más agreste y, curioso resulta el camino que ha abierto el agua para que podamos pasar nosotros.
Estas son una galería de fotos que muestran el trayecto hasta las proximidades de las dos casonas que existen a ambos lados del barranco.






Aparece ante nosotros un pequeño cañaveral y una charca impidiendo el paso.Tenemos que bordearlo por la margen izquierda para pasar al otro lado.
Hacia arriba observamos unos pilones que sujetan una tubería. Desde aquí podemos subir a la derecha donde hay una pequeña balsa y antiguos campos de cultivo, donde se ven a la derecha en lo alto, la Casa de La Mascuna, y a la izquierda otro caserón cuyo nombre desconozco.
Se puede subir fácilmente hacia el caserón de la izquierda. Se encuentra en muy mal estado. Al lado tiene unas casas-cueva, que alguna de ellas se utilizó como corral para el ganado.


Casa de La Mascuna desde las casas-cuevas de enfrente

Detrás de esta casona hay una senda al lado de un pino que baja de nuevo al barranco para continuar.
A partir de aquí el paisaje da un giro radical; desaparecen las rocas de color rojizo y las formas agrestes. No por ello pierde su encanto la travesía.
Después de un par de curvas aparece en una pileta, la Font de La Mascuna.


Unos metros hacia arriba, cruza el barranco un camino. Si tomamos el ramal que avanza hacia la derecha, podemos ir hacia la casa de La Mascuna.
Esta casa es de similares proporciones que la casa situada enfrente, al otro lado del barranco. Parece que ésta estuvo habitada durante más tiempo que la otra. Tiene una vetusta instalación eléctrica y una antena de televisión. La casa está en malas condiciones aunque no tanto como la anterior.

Casa de La Mascuna

Siguiendo con el ascenso del barranco, pronto nos encontramos con una presa fácilmente salvable.



Casi enseguida aparece una pared que quiere impedirnos el paso, así que, o bien empleamos dotes de escalador, o por la izquierda y como se pueda, pasamos al otro lado continuando salvando obstáculos.




Hasta toparnos de repente con una pared que impide el paso naturalmente. Pasando al otro lado podríamos continuar remontando el barranco, pero en mi caso, decidí volver atrás, hacia el barranco de Silim y continuar por este, aguas abajo hacia su desembocadura en el río Montnegre.


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El cauce serpentea y conforme avanzamos, se manifiesta constantemente el trabajo que hace el agua erosionando y dando particulares formas al paisaje.





A lo largo de este recorrido el barranco también adopta el nombre de Barranco de Salines; nombre que le viene dado por una fuente de agua salobre llamada Font de Salines,  que nace unos metros aguas abajo de la pequeña presa que viene a continuación, y por los afloramientos de sal, que ya utilizaban los antiguos habitantes de esta zona de Montnegre en el pasado.

Pronto, aparece ante nosotros el dique de retención en el lecho del barranco. Pasamos al otro lado subiendo y bajando por las escalerillas que hay a la derecha de la presa y continuar el descenso.

Vista de la presa aguas abajo

Debido al intenso frío de estos días, el agua que gotea de la presa y forma un riachuelo, estaba congelada.





El barranco continúa zigzagueando, teniendo presente siempre los montículos de tierra roja y los afloramientos de sal de los cuales recibe el nombre este barranco.
Si nos fijamos, a la derecha en un pequeño montículo, está el nacimiento de agua salada que da nombre al paraje, la  Font de Silim

 Font de Silim o Salines






Pronto el barranco se ensancha y aparece la última presa tras unas cañas. Al otro lado del dique hay un pequeño desfiladero de 320 metros de longitud hasta el río, con algunas pequeñas pozas y bellas formaciones realizadas por la erosión del agua.




Por último, a la derecha se encuentran los restos del fotogénico Molino de Capeta rodeado de un inmenso cañaveral donde se puede continuar.



Molino de Capeta

Agradecimientos:

Jose Luis: Vecino de Montnegre. Gran conocedor de esta partida y sus aledaños, por sus aclaraciones y consejos.
Fernando Martinez: (click aquí). Por hablarme y mostrarme previamente este lugar en la excursión organizada por él el pasado 29 de Enero. 

MAPA:

Ruta roja: Barranco de Silim
Ruta azul: Barranco de La Mascuna



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