miércoles, 26 de diciembre de 2012

COVA DEL FAR

Expedición realizada el 23/12/2012

Antes de comenzar, los integrantes de esta expedición queremos dar las gracias a Jose Manuel Ros, propietario del Blog viasubterranea por facilitarnos las coordenadas de la cueva y la topografía de la misma. Así mismo respetamos su decisión de no revelar su ubicación exacta.

La entrada a la cavidad se efectúa a través de un pequeño agujero de unos 6 metros de longitud con inclinación descendente donde hay que entrar agachado sin dificultad. A continuación hay que atravesar un paso a ras de tierra de 25 cms de alto por 50 cms de ancho donde podemos ponernos de pie al otro lado. Subimos a un nivel superior, pasamos por una gatera que avanza con inclinación ascendente; salvamos con técnica de oposición un paso con un pozo bajo de nosotros y a continuación bajamos por una chimenea hasta pisar de nuevo suelo firme y mantenernos erguidos.
Todos estos pasos son complicados, pero más lo serían a la vuelta como comprobaríamos después.


Desde este lugar avanzamos por un túnel que aparece a la derecha atendiendo al mapa de la cueva. Colocamos señales para guiarnos en el camino de vuelta ya que la cavidad tiene multitud de pasos y túneles en todas direcciones porque la cueva en sí misma parece un laberinto. 

Llegamos a una sala, grande y espaciosa de techos altos. A la izquierda hay grandes bloques de piedras, de un desprendimiento posiblemente, y enfrente nuestra un magnífico conjunto de columnas, estalactitas y estalagmitas en perfecto estado. Detrás de este cúmulo hay otro fastuoso conjunto de menores proporciones, y al final una estancia donde hay que entrar agachado con concreciones y gours secos.





Continuamos tras los grandes bloques de piedras. Por todos lados nacen agujeros, algunos perfectamente labrados en la roca, redondos y ovalados, que si nos internamos por ellos comprobamos que enlazan con otros a distinto nivel, o bien terminan bruscamente.
Seguimos por una zona donde hay grandes concreciones y pequeñas coladas en formación.
En algunos sitios donde hay barro existen una especie de raíces negras que no sabemos qué son.
Llegamos a una sala donde hay grandes agujeros en el techo, redondos y ovalados y montones de aberturas en la roca en todas direcciones.
A nuestra izquierda se abren pequeños túneles, que de haberse encontrado en otro lugar parecerían haber sido obra del hombre.


Continuamos nuestro avance hasta llegar a un lugar donde se observa una formación en forma de pulpo en lo alto.
Subimos con mucho cuidado por la pared a nuestra derecha. El ascenso es muy resbaladizo y además está embarrado. Una vez arriba, continuamos descendiendo con precaución hasta situarnos al lado de una gran columna. A la derecha hay un espléndido conjunto de formaciones con pequeñas columnas, estalagmitas y multitud de pequeñísimas y puntiagudas surgencias en lo alto.
Si avanzamos por la izquierda vemos una pared llena de bonitas concreciones, pero parece ser que la cavidad no tiene continuidad por este lugar.




Algunas de estas columnas se han partido naturalmente pero conservando su estado original. Pasamos con mucho cuidado mirando bien donde pisamos y tratando de no apoyarnos en ninguna para evitar su desplome hasta llegar a otra sala que gira a la izquierda.
Hay mucho barro pero se puede andar con facilidad. Al final de la sala hay un promontorio donde alguien ha pasado bastante tiempo modelando figuras de barro y las ha dejado expuestas allí. Algunas figuras son grotescas y otras se pueden decir que son graciosas pero sin saber cual es la finalidad de esa exposición.


Justo encima de las figuras hay un agujero en el techo donde hay un cúmulo de estalactitas y concreciones.



En teoría este lugar parece ser el más profundo de la cueva sin poder asegurar que así sea. La cavidad da la sensación de ser mucho mayor.
En esta incursión tardamos 5 horas y 20 minutos. Exploramos todos los pasos, señalizamos bien el recorrido y nos tomamos nuestro tiempo para explorar la cueva sin prisas. Aún así nos dejamos un lugar interesante, marcado en el mapa de Jose Manuel Ros que dejaremos para otra ocasión.
La cavidad es muy interesante y da la sensación de estar muy poco visitada.
No hay restos de basuras ni pintadas en las paredes, ni señales de vandalismo. Solo hay restos de carburo en paredes y techo y alguna que otra flecha indicadora en las paredes con algún objeto punzante.
La única modificación de la cueva de su estado natural es la exposición final de muñecos de barro, pero que si miramos su lado positivo, sus creadores solo se han limitado a usar barro sin causar daño alguno.

MAS FOTOS EN : FACEBOOK

Integrantes de la expedicion:
- Rafael
- Stefan
- Vicente
- Sergio

lunes, 3 de diciembre de 2012

EL REGADIU - LA PASTORA - ELS PLANS DE DALT

Ruta realizada el 01/12/2012

Longitud de la ruta; 9 km aprox.

En esta ocasión se trata de una pequeña ruta circular, fácil y sin complicaciones, para ver y conocer principalmente como dice el título del artículo, La Fuente del Regadiu, La Cueva de La Pastora y los depósitos de agua dels Plans de Dalt, aprovechando la vuelta para visitar algunas masías abandonadas, ubicadas en la ladera oeste de la Sierra dels Plans. 

El itinerario comienza en la Masía Font del Regadiu en las coordenadas 38°40'2.46"N  0°26'0.45"O. Se encuentra al borde de la CV-785, a 2.750 metros de la N-340 que se dirige a Alcoy. La construcción se encuentra en un estado ruinoso. Como su nombre indica tiene una fuente rodeada de un pequeño bosque de chopos. El agua sale al exterior mediante un pequeño alcavón oculto por la maleza, y se dirige a un acueducto salvando una pequeña rambla, para continuar por una estrecha acequia, hasta una alberca circular de piedra. Desde aquí continúa por un canal de 25 metros, pasando por un lavadero cubierto de vegetación hasta una balsa.

Acueducto
Acequia

Surtidor y alberca
Lavadero

El agua ya no es aprovechada dado el estado de dejadez y abandono del paraje, que sirve como límite entre los términos de Alcoy y Penáguila.
Cavanilles menciona la Fuente del Regadiu y la sitúa dentro de los lindes de Penáguila. Quizás se refiera a la vivienda porque la fuente se encuentra en el término de Alcoy, y sería deseable que el Ayuntamiento hiciera algo para restaurar y rehabilitar este lugar. 

Pasamos bajo la carretera por el túnel que hay frente al acueducto, continuando por la senda que bordea el barranco siempre pegados a él. Más adelante habrá tramos en que tendremos que andar sobre el mismo cauce hasta llegar a un camino ancho y transitable (Camí dels Plans o PR-CV 132).
Giramos a la izquierda, a unos 200 metros vemos que el PR 132 continúa por la izquierda hasta la cima de Els Plans, continuando nosotros por el camino principal entre bancales de olivos.
Pasamos frente a la entrada del Mas de la Pastora flanqueada por dos madroños. Continuamos por el camino ascendente que tiene por un lado unas lajas de piedra inclinadas.
En las proximidades se encuentra la Cueva de La Pastora. Hace tiempo que conozco de su existencia y tenía curiosidad por verla, así que fuí en su busca, no sin dificultad, porque no hay ninguna señal que indique su ubicación, ni ningún sendero que conduzca a ella.

La Cueva de La Pastora, también llamada Cova de Los Francesos,  fue ampliamente estudiada por Vicente Pascual Pérez y José Alcácer Grau en la década de los años 40.
En esta cavidad se hallaron puntas de fechas y cuchillos de sílex, hachas pulimentadas, cuentas de collar, alfileres de hueso, un colgante femenino, huesos ídolos situados sobre esqueletos, gran cantidad de cráneos y una paleta de piedra arenisca que estudió aparte el arqueólogo Enrique Llobregat Conesa en 1962.



En este lugar se practicó la trepanación craneal "agujero en el cráneo" no se sabe muy bien por qué. Se realizaban con instrumentos de piedra o madera con el individuo despierto o drogado, y la persona "operada" lograba sobrevivir varios años más.
Los expertos no se ponen de acuerdo sobre el motivo por el que se realizaban trepanaciones craneales.
Unos alegan motivos esotéricos con carácter ritual y ritos iniciáticos, y otros dicen tratarse de una medicina natural capaz de curar.

Cráneo trepanado (foto Museo Prehistoria de Valencia)

La cavidad es un abrigo que tiene unas dimensiones de 9.5 metros desde la entrada hasta el lugar más profundo y 9 metros en su sección mas ancha. En el interior conserva vestigios o señales de los estudios realizados por los arqueólogos.


Cueva de La Pastora

De vuelta ya en el camino principal, continuamos adelante adentrándonos ya en zona de monte donde predomina el enebro, coscoja y carrasca aportando mayor frescor al ambiente con una temperatura de 1º sobre cero. Pronto hay una intersección de caminos; el de la derecha conduce al Mas de Monllor y a la urbanización El Estepar; el de la izquierda será por el que retornaremos a la vuelta, continuando ahora por el del centro.
Pasamos junto a una casona abandonada. Detrás de ella hay un pozo y restos de una antigua carbonera.
A unos 550 metros adelante nace un sendero que conduce al este. Este será el recorrido que seguiremos más tarde a la vuelta de la visita al Mas dels Plans de Dalt.
Más adelante dejamos a la izquierda el camino flanqueado por dos semiderruidos muros de piedras que conducen al Mas de La Bodega.
El camino cruza ahora por unos bancales donde hay olivos y encinas dispersos próximos ya, al Mas dels Plans de Dalt.

Es un gran caserón con un aspecto descuidado y semiderruido, pero que tuvo que ser de gran importancia en el pasado, por las dimensiones de la casa, la extensión de los terrenos cultivables y por la interesante infraestructura hidráulica.

Mas Els Plans De Dalt

A escasos metros del Mas hay un aljibe abovedado; detrás está la entrada a una pequeña galería o alcavón  de 12 metros de longitud mediante unas escaleras descendentes. Y detrás, a un nivel superior, hay un gran aljibe también abovedado con dos entradas, una al norte y otra al sur con unos orificios en el techo.


Primer aljibe situado a un nivel inferior


Alcavón a un nivel intermedio

Aljibe grande situado a un nivel superior

El agua entraría desde el depósito grande situado a un nivel superior en el alcavón mediante la llave de paso que existe al final de la galería  El agua seguiría por la acequia dentro del alcavón, y por el orificio que hay al pie de las escaleras se depositaría en el aljibe situado a un nivel inferior.

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Vistos ya los tres destinos principales en que se basa esta entrada, volvemos sobre nuestros pasos por la misma pista. Pasamos de nuevo por el camino que conduce al Mas de la Bodega, y a 270 metros, justo en una curva, parte un sendero a la derecha.
La senda conduce a una casona abandonada. Frente a ella hay unos cipreses y restos de un jardín. En la parte trasera, invadida por la maleza, aún se pueden ver antiguos bancales.


La senda continua por la parte posterior de la construcción donde un poco más arriba se bifurca en otras sendas en varias direcciones. Continuamos hacia el norte hasta llegar a una desvencijada casa en ruinas.


Desde aquí continuamos situados al norte de la casa para descender cómodamente por un empedrado camino que tiene unos muros de piedra a ambos lados. Adelante nace una senda que conduce al PR 132 o también llamado Costera de la Mare de Déu en su ascenso por la sierra.
Andando unos metros más, hay una antigua carbonera a la derecha en una pequeña vaguada.
Pronto enlazamos con un camino saneado que conduce a varias casas, hasta llegar al punto de intersección en que nos encontrábamos una vez visitada la Cueva de La Pastora.
Volvemos a pasar enfrente del Mas de La Pastora desandando el camino del principio, hasta el inicio en la Fuente del Regadiu.

Mapa de la ruta


Fuentes consultadas:
- Jorge A Soler Díaz.  Cuevas de inhumación múltiple en la Comunidad Valenciana
- Julio Asunción  Rutas arqueológicas por Alicante
- Enrique Llobregat Conesa  Notas sobre una paleta de piedra de la cueva de la Pastora 

martes, 23 de octubre de 2012

LA CUEVA DE LA SARSA

Ruta realizada el 21/10/2012

El catedrático de prehistoria y de historia antigua de la Universidad de Valencia D. Julian San Valero Aparisi hizo un estudio de los materiales encontrados en esta cavidad correspondiente al neolítico, resaltando la importancia de este yacimiento junto con los restos encontrados en la Cova de L´Or en Beniarrés.
En la Sarsa se encontraron restos humanos, conchas, algunas de ellas perforadas como cuentas de collar, candiles de hierro, colmillos de jabalí, piedras de sílex y cerámica.
Todos estos hallazgos se encuentran en el Museo de Prehistoria de Valencia.
El experto resalta el cuidado y la maestría de una artesanía avezada al oficio en cuanto a los restos de cerámica encontrados; no así con el resto, donde el profesor dice haber sido realizados de una forma ruda y funcional sin ninguna técnica avanzada en ningún aspecto.

Un grupo de seis personas nos disponemos a explorar la cueva en su totalidad guiados por Vicente que ya la ha visitado en otras ocasiones.
A la altura del Km. 4 de la CV-794 que une Bocairente con Alcoy, giramos en este punto a la izquierda. Pasamos junto al gran caserón y ermita de Santa Bárbara. Enfrente de ésta, al otro lado del camino, hay un gigantesco chopo apoyado sobre dos muros de piedra para evitar su desplome.
Continuamos dejando dos masías, una a la derecha y otra a la izquierda y a 1.300 metros de Santa Bárbara hay un pequeño rellano antes de un cruce de caminos donde dejamos el coche.
Giramos a la izquierda por el camino que hay a continuación, y justo enfrente de una verja de hierro nace a nuestra derecha la senda del Carrascalet que conduce a la cueva.
El sendero se perfila perfectamente y nos lleva a lo alto de una loma. Desde aquí comienza a descender; un poco más adelante en el cruce de sendas seguimos por la derecha, que nos guía hacia la entrada de la cavidad.

Entrada de La Sarsa

La entrada a la cueva tiene esta forma tan antinatural, enlucida y remozada con cemento, para acoplar una puerta de hierro. En el pasado estuvo cerrada para practicar en ella estudios arqueológicos. La entrada a la cavidad está orientada al norte rodeada de encinas y musgo en las rocas próximas.
El profesor Julián San Valero refiriéndose a la ubicación de la cavidad, dice que, al estar situada a media ladera, los neolíticos que habitaron esta cueva no buscaban tierras fértiles de huerta ni campos de cereales, sino lugares de pasto para sus ganados.
En su interior también se encontraron restos de animales domésticos y aperos para la agricultura.
Una vez dentro hay una gran estancia donde uno se da cuenta que las visitas a la cavidad son numerosas, así como la cantidad de deshechos y colillas tiradas por algunos excursionistas.
La entrada original de la cavidad esta situada a un nivel mas alto, y en la actualidad está tapada por una pared de ladrillo.
Guiados por Vicente nos dirigimos en dirección sur bajando por una resbaladiza pendiente fácilmente salvable. Enseguida se empiezan a ver formaciones en las paredes y en el techo, así como pequeños embalses de agua.

Formaciones calcáreas y pequeño estanque

A partir de aquí la cavidad toma dos direcciones. Nosotros avanzamos primero hacia el sureste a través de un estrecho paso en el suelo que desemboca en una gran sala con tres columnas características, y afloramientos calcáreos en el techo.


La cavidad es muy bonita y la presencia de agua es constante. Se observan en algunos recovecos los pequeños estanques o gours llenos de agua y pequeñas estalactitas en formación.
Sin embargo también se puede observar como la cueva ha sido maltratada y expoliada. Hay grandes trozos de estalactitas y estalagmitas rotas y abandonadas por el terreno.
Andamos casi todo el rato sobre suelo mojado y resbaladizo; solo en algunas partes el suelo es de arena.
Continuamos a través de un estrechísimo paso hacia la sala Gran donde hay bellas formaciones y una gran colada negra.




Seguimos avanzando hacia el final de la cueva por este lado. La presencia de agua es mayor. La forma que adoptan las paredes parecen como de chocolate fundido.
A lo largo del trayecto se pueden ver desperdigados murciélagos colgados del techo, y que no se alteran de nuestra presencia.
Al final de la cueva hay un pequeño lago. Por el lado oriental del estanque se puede acceder a una pequeña sala con mucha dificultad, a través de un estrecho agujero con el peligro de calarse entero.


Lago al final de la cavidad
Paso a la sala por encima del estanque

En esta incursión y tras llegar al final de La Sarsa por este lugar, volvemos sobre nuestros pasos a la entrada de la cueva y continuar por el otro lado.
Desde el inicio y una vez salvada la pendiente mencionada al principio, giramos a la derecha dirigiéndonos al oeste. Enseguida aparece una estancia de grandes formaciones calcáreas y de un espectacular techo salpicado de incipientes estalactitas en formación.


Desde este lugar instalamos un carrete guia. Salvamos varios obstáculos hasta llegar a una sala donde hay unas columnas de 1 metro aproximadamente, y tras ellas hay un resbaladizo agujero en la roca en forma de tobogan.
Una vez sobrepasado, entramos en la sala del Caracol. Se debe a una extraña formación en la roca que se asemeja con este animal. En este lugar a unas espléndidas formaciones por todos lados.

Sala del Caracol

Para seguir adelante hay que bajar a un nivel inferior agarrándose a la pared que queda a la derecha salpicada de concreciones, teniendo cuidado de no resbalar, ya que bajo nuestros pies hay una sima muy profunda.
Una vez en el suelo hay una espectacular colada y una masa calcárea llena de concreciones en el suelo parecidas a medusas.

Bajando encaramándose a la pared

formaciones calcáreas y colada

Seguimos adelante a través ahora de un estrecho paso casi vertical donde solo cabe el paso de un hombre, que nos conduce a una amplia sala de espectaculares estalactitas, muchas de ellas rotas.
Esta sala es la más profunda de la cavidad y ello ha motivado a que alguien que realizó la "inmensa proeza de llegar a este lugar" lo inmortalizara con una patética pintada en la pared.
También posiblemente sea obra del mismo artista unas letras grabadas a lo largo de una masa calcárea.



Sin embargo eso no es todo. Vicente nos muestra una oquedad en la pared que una vez salvada y a través de una gatera se entra en una pequeña sala donde todo parece intocable.
Se trata de la Sala de la Música. Al golpear suavemente algunas formaciones verticales, suenan como campanas tubulares. No hay nada roto. Esta sala por ahora, permanece a salvo.

Banderas vistas desde abajo en la sala de la música
Formaciones en la sala de la música

En la exploración de la cueva tardamos una hora y cuarenta y cinco minutos en el primer sector descrito, y una hora y cincuenta minutos en el segundo.

Integrantes de la expedición:
- Marisa
- Piedad
- Vicente
- Rafael
- Isidoro
- Sergio

Fuentes Consultadas:
- D. Julian San Valero Aparisi. La cueva de la Sarsa

Para saber más:
El neolítico antiguo cardial y la cueva de la Sarsa
La cova de la Sarsa
La industria lítica tallada del neolítico antiguo
La cova de la Sarsa

martes, 25 de septiembre de 2012

LA COVA POLIDA

Ruta realizada el 23 de Septiembre de 2012

La Cova Polida está situada en la vertiente noreste de la cresta del Malladar en el término municipal de Benimantell. Está bien escondida y en el pasado dió cobijo a pastores. Esta es la razón por la que creímos en un principio que la cueva no sería muy visitada y se conservara en relativo buen estado.

Para llegar a ella en vehículo se puede acceder por dos lugares; Tomando como punto de inicio el Restaurante El Trestellador y siguiendo el  PR-9 o Camí del Comptador hasta llegar al paso del mismo nombre, o bien desde Sella. Los cuatro miembros que realizamos esta ruta elegimos trasladarnos desde Sella a través del PR-9 paralelos al Barranc de L´Arc hasta llegar a les Cases D´Isidor, donde abandonamos el coche e iniciamos la ruta a pie en las coordenadas 38º 38' 23.95" N   0º 11' 59.89" W

Desde aquí continuamos por el PR-9; pronto el camino empieza a ascender bruscamente. Ignoramos los dos caminos que salen a la derecha que nos llevan a Cantacucos y seguimos por el principal hasta llegar al punto más alto donde se encuentra el Pas de Contador a 922 msnm, entre el Malladar y el Penyó Roc. Llamado así porque en el pasado los pastores utilizaban este estrecho para contar el ganado. Con el tiempo este paso fué ensanchado para el paso de carros y vehículos.

Pas de Contador desde su lado norte. Al fondo la cresta del Malladar

Desde este punto el camino empieza a descender. Cuando hemos recorrido 600 metros desde el paso, aparece una senda a la derecha que avanza en una pronunciada pendiente. El sendero está perfectamente perfilado rodeado de pinos, brezo; de plantas aromáticas como romero y tomillo; otras espinosas como enebros, aliagas y coscoja, y algún ejemplar desperdigado de escaramujo. Vemos a la derecha una barrancada donde las piedras están cubiertas de hiedra.

Cuando ya llevamos unos 480 metros por este sendero, nace una senda a la derecha en dirección sur. Hay que avanzar por ella hasta llegar un momento en que desaparece bruscamente.

Vista desde la senda de los peñascos a los que nos dirigimos

A partir de aquí empieza un recorrido muy interesante andando sobre piedras y rocas desprendidas. Sobre algunas de ellas se adivinan puntos rojos ya desteñidos y algunos casi invisibles que indican la dirección a seguir. Continuamos prestando atención e intuyendo el camino correcto.
Pasamos entre dos grandes rocas, una apoyada sobre la otra.


En algunos puntos parece que hay antiguos mojones de piedra indicativos del recorrido, y los seguimos, avanzando por el camino que nos parece más obvio.
Pasamos a través de una estrecha grieta entre dos rocas donde solo cabe el cuerpo de una persona.


Seguimos andando por vericuetos. Hay que prestar atención por donde se pisa ya que andamos sobre rocas desprendidas que dejan grandes grietas entre ellas.
Para continuar hay que esquivar una pequeña sima llamada Avenc del Camí de la Polida. Bautizada así por los miembros del Centro Excursionista de Alcoy. se trata de una oquedad de 6 metros de profundidad y 20 metros de largo.
Una vez salvados estos obstáculos vemos enfrente nuestra grandes peñascos tapizados de hiedra, donde hizo su aparición una cabra que no se asustó al vernos.


Avanzamos en dirección donde se encuentra el animal y continuar por una profunda brecha entre dos rocas, entre las que hay cuatro piedras encajadas a distintos niveles.
Cuando llegamos al final de esta estrechez, observamos una grieta en el suelo de unos 2.5 metros de alta por donde tenemos que bajar sin demasiada dificultad.


Una vez bajo, enfrente nuestra y mirando al sur, bajo una gran enredadera que cubre un peñasco se encuentran las entradas a la cueva.
Justo delante de las entradas hay una gran roca cortada como "a cuchillo" donde encaramándose a ella hay unas vistas espléndidas destacándose al fondo la Sierra de Bernia.


La otra entrada se encuentra justo a la izquierda tapada por la roca de la foto.
Nos tomamos un descanso y nos disponemos a entrar. Esta cueva ya fue visitada, descrita y topografiada perfectamente por R. Pla Salvador y F. Pavia Alemany del centro excursionista de Alcoy.

Podemos entrar por cualquiera de las dos bocas que nos llevan a la sala de entrada. Nada mas a entrar, a escasos metros hay una columna desde el techo hasta el suelo.

Sala de entrada y columna

A pesar de que la cueva se encuentra en un sitio muy poco accesible, comprobamos de inmediato que  también ha sido "saqueada" y maltratada. Prueba de ello son las numerosas estalactitas y concreciones calcáreas rotas desperdigadas por el suelo.
Los topógrafos R. Plá y F. Pavía describen minuciosamente la caverna dividiéndola en 7 salas. Nosotros que somos profanos en la materia nos limitamos a visitar toda la estancia sin hacer demasiado caso al plano de los expertos.

Sala de las columnas
Gran columna




En las fotos solo se reflejan partes de la cueva digamos "intactos" ya que como he comentado más arriba hay multitud de estalactitas y estalagmitas rotas por el suelo. Además de inscripciones hechas por los excursionistas para dejar constancia de su paso por aquí.
Al final de la cueva hay una pequeña estancia donde alguien puso un altar y una pequeña estatua de un buda. La estancia se llama "La sala del buda". Aquí se observan pequeños estanques estalagmíticos llamados "gours".

Sala del Buda

Una vez llegados aquí nos dispusimos a recorrer la totalidad de la cueva intentando seguir el plano de los topógrafos y fotografiando algunos pequeños recovecos intactos donde los vándalos no han llegado.

Una vez en el exterior, almuerzo y fotos del grupo en lo alto de la roca frente a la entrada de la caverna observando el espléndido paisaje y vuelta por el mismo camino.

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