martes, 11 de junio de 2013

LAS PRESAS ANTIQUISIMAS

El Río Monnegre cuyo nacimiento natural esta situado en la sierra de Onil, adopta su nombre desde el tramo que media entre la presa del Pantano de Tibi o de Alicante, y su desembocadura en el mar en el término de El Campello.
Hubieron aquí, y de hecho aun quedan restos de acequias, alcavones, presas, azudes, molinos y tierras de cultivo, cuyos propietarios usaban estas aguas desde tiempos remotos.
Y es que todas las infraestructuras hidráulicas existentes en el curso del río son antiguas. Dejando a un lado la construcción del pantano y su presa, y los azudes de Muchamiel y San Juan, cuyo aspecto actual nada tiene que ver con el original, existen las llamadas "Quince Presas Antiquísimas"

Muchísimo mas antiguas que las construcciones mencionadas, reciben este nombre porque no se conoce con exactitud la fecha de su fábrica.
Desde la presa del pantano hasta el antiguo molino de Chapitel hay diez kilómetros siguiendo el curso del río. Justo en ese recorrido se encuentran estas "presas antiquísimas" usadas como ha quedado claro, desde tiempos inmemoriales, por los habitantes de Monnegre, para desviar las aguas y aprovecharlas para el riego, y como fuerza motriz para los artefactos hidráulicos.
Compartiendo este camino discurría la "acequia de los enamorados" en su trayecto desde La Alcornia hasta Alicante. Ver articulo en el siguiente enlace

Históricamente los primeros beneficiarios para aprovechar las aguas del río eran los habitantes de la Hoya de Castalla y los de Monnegre. Alfonso X el Sabio donó a perpetuidad en el año 1258 mediante un privilegio a los habitantes de Alicante, el uso y aprovechamiento de estas aguas lo que obligaba al reparto equitativo de los caudales.
En el año 1579 los propietarios de la huerta de Alicante intuyendo las ventajas de reportaría la construcción de un pantano que retuviese las aguas que bajaban desde Castalla, acordaron construirlo comprando terrenos de D. Pedro Masa Carroz y Lladró ante el notario D. Esteban Corbí.
La obra finalizó en 1594 y con ello el inicio de infinitos pleitos y disputas entre los regantes de Monnegre y los de la huerta de Alicante. Tanto es así que éstos últimos amparándose en los privilegios concedidos en el siglo XIII pretendieron disponer libremente de todas las aguas embalsadas en el pantano, negándole el derecho a los terrenos que median entre la presa y el azud de Muchamiel, por lo que destruyeron muchas presas del Monnegre.
Esto originó un pleito que finalizaría con la ejecutoria de la Real Cédula de 19 de Septiembre de 1766 por la cual se declaraba "el derecho de las quince presas denominadas Antiquísimas por ser anteriores a la construcción del pantano", y la reposición de éstas por D. Isidro Romero de Leis, Juez de Denia.

Esta fue una resolución importante ya que reconocía los derechos de los regantes de Monnegre. No fue la única en una larga serie de rivalidades y enemistades, donde los habitantes de Monnegre ignoraban las sentencias en favor de los regantes alicantinos, pero sería tedioso relatar aquí las innumerables contiendas y desavenencias entre los usuarios de estas aguas ya que no es el objeto de este artículo.

LA CUESTIÓN DEL PANTANO

El Pantano de Alicante se construyó con el fin de regular los exiguos e intermitentes caudales del río y utilizarlos en periodos de escasez, en una zona afligida de constantes y espantosas sequías seguidas de devastadoras avenidas que arrasaban con todo a su paso.
Merece la pena transcribir la descripción que hace Cavanilles de la huerta de Alicante, posiblemente en uno de esos períodos de esplendor donde el agua no escaseaba.

"Toda ella es un vergel ameno que presenta hermosas vistas por la multitud de habitaciones repartidas por aquellos jardines, todas cómodas, y algunas magníficas como las del Príncipe Pío, la de Pelegrín, etc. La variedad de verdes que resulta de los diferentes árboles y plantas, el ancho mar que le cae al sureste y comunica al ayre frescura y movimiento, el cielo puro y despejado hace recomendable aquel recinto, testimonio nada equívoco de la industria, conocimiento agrario y aplicación de la gente. No había allí aguas para el riego, y se conduxéron de quatro leguas de distancia: presentaba el suelo con freqüencia obstáculos al cultivo, y se vencieron todos. Si no quedaran restos del estado antiguo de la huerta, si no existieran las soberbias obras del pantano, azudes y canales, no podrían apreciarse los esfuerzos, los gastos y la dichosa transformación del suelo".

Precisamente en uno de esos períodos de escasez se originó un sonoro conflicto debido a la determinación del "Sindicato de riegos de la Huerta de Alicante" de "cerrar completamente el pantano durante tres meses".
Enfrentamiento entre los regantes de Monnegre y el Sindicato, recogido en un folleto conocido como "La Cuestión del Pantano".


Biblioteca Gabriel Miró


Hecho que ocurrió el 7 de Julio de 1877 donde la junta de regantes de la huerta en la que D. Juan Leach,  D. Jose P. del Povil, D. Jose Alberola y D. Francisco París, presentaron una proposición pidiendo se cerrase el pantano hasta el siguiente 1º de Octubre, aduciendo el no poderse regar las tierras y que el agua no reunía condiciones higiénicas para la vida.
La petición fue aprobada acordándose "se cerrara desde luego la paleta del pantano de manera que no saliese de él agua alguna". Este acuerdo se ejecutó en la mañana del día 8 de Julio de 1877.
Los regantes de Monnegre previendo las pérdidas que ocasionaba el acuerdo y viéndose despojados de sus privilegios, acudieron algunos al Gobernador Civil, y otros al juzgado para reclamar mediante un interdicto el derecho de regar sus tierras y mover los molinos harineros, de las aguas que han "salido siempre de la paleta del pantano".

El juzgado estimó procedente el interdicto y dictó el día 19 sentencia de restitución.
A todo esto el pantanero Bernardino Verdú cumpliendo órdenes del sindicato entregó las llaves del portón de la paleta y el aparato motor que le daba movimiento a Alicante.
Se acordó se exhortase al juzgado de Alicante para que requiriese al director del sindicato con el fin de que éste entregase las llaves de la casilla de la paleta y el aparato motor del mismo, apercibiéndole que si se negaba sería considerada su negativa como un acto de resistencia a la autoridad.
El director se negó a cumplir con lo que se le ordenaba y el fiscal ordenó se procesase a dicho Sr amparándose en el artículo 270 del Código Penal.
Interesados en el riego de Monnegre se dirigieron al Gobernador Civil para que anulase el acuerdo del sindicato y disponiendo se abriese de nuevo para dar salida a las aguas y satisfacer los derechos y necesidades de de los terrenos que se riegan por las quince presas antiquísimas.
Comunicada esta resolución al sindicato, este se opuso a cumplimentarla, lo que dio lugar se le procesara por desobediencia a la autoridad.
En este momento el proceso quedó estancado ante la competencia entre las autoridades judicial y gubernativa y que había de fallarse por la superioridad.

Los propietarios de las quince presas antiquísimas alegaban que desde 1769 habían utilizado sin interrupción las aguas del pantano con preferencia a los de la Huerta de Alicante. Amparándose también en la Real Orden de 18 de Noviembre de 1851 que dice "el preferente derecho de las quince antiquísimas presas de Monnegre", al afirmar que el de los de la huerta de Alicante estaba limitado a las sobrantes, lo cual se ratifica en la del 11 de Septiembre de 1852 al declarar que "es la voluntad de S.M se respete a aquellos en el disfrute de sus riegos".
En el Reglamento de 24 de Enero de 1865 reconoce a favor de los de Monnegre el derecho de las quince presas antiquísimas.

 
 


En el mencionado cuaderno "La Cuestión del Pantano" en su página 30 podemos leer:

"Los regantes por las quince antiquísimas presas de Monnegre, tienen desde inmemorial derecho a las aguas que en un principio fluían continuamente por el río, y desde la construcción del pantano por su paleta, para el riego de sus tierras y uso de sus molinos, sin que jamás se vieran interrumpidos en su posesión que fundan en títulos de derecho civil. La paleta del pantano nunca ha sido herméticamente cerrada con objeto de estancarle por completo, y no se conserva memoria de que en ningún tiempo se construyera un contra-portón para impedir salieran las aguas que aquella por su construcción permite salgan continuamente. En virtud del acuerdo de 7 de Julio bajase la paleta, y por medio del contra-portón construído, se estanca en absoluto el pantano, privando a los regantes de las quince presas antiquísimas de la tranquila, pacífica e inmemorial posesión de sus legítimos derechos..."

Por otro lado y a consecuencia de este proceso el procurador D. Sebastián Mira y García en representación de D. Salvador Gimeno Antich propietario de una casa y un pedazo de tierra; D. Constantino Aracil Herrero propietario desde 1864 de un molino harinero llamado de Les Figueretes y hacienda contigua y casa de campo; Dña María Soler Bernabeu propietaria desde 1850 hasta su fallecimiento de la mitad de un molino harinero llamado de Capeta con cuatro tahúllas de tierra, posesión que continúa en D. Basilio Martinez; y Dña Antonia Verdú Monerris propietaria desde 1876 de cuarenta y ocho áreas, cuatro centiáreas de tierra huerta, manifiestan su derecho a tomar para riego y motor de sus molinos, de las aguas que discurren por el río Monnegre, las que necesiten de las que libremente deben salir por el punto de paleta del Pantano de Tibi, y pasarlas a la finca primera y cuarta por la presa tercera, para la finca segunda por la presa séptima y para la finca tercera por la presa sexta, de las quince llamadas antiquísimas por ser anteriores a la construcción del pantano.
El Juez D. Tomás Dominguez y Abarrátegui  falla en favor de los demandantes ordenando levantar la paleta del pantano, condenando al sindicato a que respete ese derecho y en las costas, gastos y resarcimiento de daños causados hasta el libre curso del agua desde su estancamiento.

Restos del Molino de Capeta

El 31 de Agosto de 1877 el Ministerio de Fomento dicta una Real Orden donde resuelve provisionalmente la cuestión sobre atandamiento de los regantes de Monnegre y el cierre de la paleta del pantano dictando siete medidas:
Clic en la foto para ampliar:


R.O de 31 de Agosto de 1877
(El Graduador)


El 29 de Septiembre tuvo lugar una reunión en la Diputación Provincial de Alicante entre representantes de los propietarios de Monnegre y de la Huerta bajo la presidencia del Gobernador con el "deseo de llegar a una avenencia, que pusiera fin a las cuestiones eternas, que sobre el aprovechamiento de las aguas del pantano se ha suscitado repetidas veces".
Sería una cuestión harto difícil ya que un representante monnegrino dijo que estaban resueltos a no sujetarse a tanda alguna ni a reconocer la autoridad del Sindicato; que acogían a la sentencia del Supremo Consejo de Castilla dictada en 1766 en la que se les reconocía el derecho a regar por las quince presas antiquísimas; y que sus derechos son anteriores y superiores a los de la huerta.
Para llegar a un acuerdo se esperaba que los regantes de Monnegre fijaran la cantidad de agua que necesitaban para sus tierras, contestando éstos: "Nosotros necesitamos toda el agua que nos hace falta, y nos hace falta toda el agua que necesitamos".
Por su parte los comisionados de la Huerta de Alicante hicieron proposiciones que no fueron aceptadas por los regantes de Monnegre reiterando su deseo de "regar siempre que lo consideren conveniente".

Las aguas debían continuar embalsadas sin darles salida hasta la resolución de las cuestiones pendientes. Ese mismo mes de Septiembre llovió copiosamente, y a petición de los terratenientes de la huerta la dirección del Sindicato ordenó que se levantara la paleta del dique para que corriesen las aguas y regasen las heredades, plantadas en gran parte de hortalizas.

Esta fué una solución natural al conflicto quedando pendiente la resolución final por parte la autoridad competente.

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La Cuestión del Pantano fue uno de los muchos episodios trágicos ocurridos a lo largo de la historia donde los regantes de Monnegre y los regantes de la huerta, pugnaban por sus derechos en unas luchas no siempre dialécticas dando lugar a una enemistad y rivalidad sin solución.
Desde la construcción del pantano no hubo paz entre ambas comunidades. Los regantes monnegrinos y los de la Hoya de Castalla acaparaban toda el agua que podían amparándose en que "el agua nacía en sus tierras".
Tras la rotura de la presa en 1697 los labradores de Tibi, Onil y Castalla construyeron nuevos azudes para desviar las aguas del río. La Audiencia de Valencia ordenó en 1723 destruir todas estas construcciones ilegales. Por su parte los labradores de Jijona abrieron nuevas presas, aparte de las quince antiquísimas, rompiendo los peñascos formados en los márgenes del río, además de no reconocer la autoridad del Sindicato de riegos.

Presa en el Rio Montnegre

Estas presas antiguas persisten en la actualidad, aunque no todas en funcionamiento.
Si bajamos por el río desde el pantano hay tres zonas claramente diferenciadas como son: Monnegre de Dalt, Monnegre de Baix, caserío de Chapitel y Cases de la Culata, donde existen bancales con cultivos.
En estos lugares se riega por estas presas y sus dueños se ocupan de que estén en perfecto estado junto con las acequias para la conducción del agua.

Las fotos de abajo corresponden al plano del río Monnegre y la ubicación de las 15 presas antiguas y sus correspondientes zonas de riego.
El primer plano abarca desde el Pantano hasta la presa nº 10, y el siguiente desde la presa nº 10 hasta la presa de Chapitel desde donde se inicia la acequia o canal hasta el pantanet.


Archivo de la Comunidad de Regantes del Sindicato de riegos de
la Huerta de Alicante (Archivo Municipal de Muchamiel)


En el Archivo Municipal de Alicante se encuentra el siguiente documento donde refleja los autos sobre la demolición de las presas ilegales construidas en el cauce del río Montnegre por los vecinos de Jijona en el año 1762.
Desde el folio 77 al 94 se refleja la comprobación y derrumbe de las presas ilegales ubicadas entre el pantano y el Molí Busot que aquí transcribo:

Archivo Municipal de Alicante


Vicente Rovira: Doy Fe y testimonio que siendo las seis de la mañana del día de hoy de la fecha, pasé con D. Manuel Soler y D. Carlos Giner, encargado por el antecedente auto para la dirección de los operarios trabajadores al Rio nombrado de Montnegre, y  ¿? dentro de su cauce practicamos el debido reconocimiento...
...llegaron a la parada a la parada nombrada de Selim, en donde se encontró una presa formada de piedras y brozas a la parte de poniente al parecer para extraviar las aguas de dicho rio y beneficiarlas en los campos y huertas... y reconocidas las expresadas tierras por los expertos labradores Joseph Pastor y Bernardo Alberola... previnieron a los trabajadores y empleados demoliesen la citada presa propia de Gerónimo Galiana dejando libre el curso de las aguas...
Continuando el reconocimiento Rio abajo, a distancia de unos veinte pasos, otra presa a la parte de levante propia de Vicente Garcia formada con grandes piedras, estacas y brozas... con cuya conformidad la mandaron demoler dejando libre el curso de las aguas.
Prosiguiendo Rio abajo en el reconocimiento a muy poca distancia se encontró otra presa a la parte de levante... con piedras.. propia de Amorós Garrigos en la partida nombrada de Montnegre de Arriba... en cuyos términos los referidos encargados mandaron su demolición.
Siguiendo en el reconocimiento Rio abajo, a poca distancia y a la parte de levante, al lado del cauce se encontró una especie de Balsa, que sirve al parecer,  para amerador de cáñamo y esparto, de que otros encargados, y así mismo D. Agustín ¿? Abogado Fiscal, me requirieron lo hiciera constar en los autos de visita para que se verifique toda la usurpación que practican de dichas aguas, y que no tan solamente las benefician en sus tierras, sí también en amerar espartos y cáñamo... y habiéndose abierto dicha especie de balsa, y dándosele curso a las aguas, se prosiguió en la visita Rio abajo, y a la distancia de unos doscientos pasos de la presa antecedente se encontró otra a la parte de poniente compuesta y formada por grandes piedras, estacas y brozas, que al parecer sería para dirigir el agua por la falda de un monte, hasta el Molino nombrado del Cassalet... propias de D. Diego Rovira... los operarios practicaron su demolición y terraplén...
Continuando el reconocimiento, a distancia de unos cien pasos de la presa antecedente se encontró otra a la parte de levante en dicha partida de Montnegre de Arriba... con grandes piedras, estacas y brozas, a modo de un malecón también de piedra, formado dentro del cauce del Rio para mas bien beneficiar... gran número de tahúllas de tierra que recorridas por los enunciados expertos declararon ser sesenta y seis propias de Andrés Garcia, de la viuda y herederos de Bautista Berenguer, Antonio Galiana, Bautista Verdú, Joseph ¿? y el enunciado Garcia, consumiendo en dichas sesenta y seis tahúllas de tierra gran parte del agua por el continuo riego de que habían gozado y beneficiado... mediante lo cual los enunciados operarios demolieron la referida presa dejando libre el curso de las aguas...
Continuando el reconocimiento Rio abajo, a distancia de trescientos pasos de la antecedente presa se encontró otra que es la que dirige las aguas al Molino nombrado del Cassalet, y contemplando los encargados por precisa el agua para la molienda suspendieron la demolición de dicha presa hasta dar cuenta a su ¿? no obstante haber encontrado los prácticos seis ¿? en otra presa del molino antes de llegar a la casa del mismo, por donde se riegan once tahúllas de tierra anexas a dicho molino... todo lo cual se avistó y presenció en el modo posible desde lo alto del picacho de una sierra en donde se encontraba el tribunal, y enterado de todo mando no se demoliese la presa del Molino hasta otra providencia y sin pejuicio de ella; y que se hiciese saber a su molinero no usase las aguas para otro efecto que el de la molienda, bajo multa de veinte y cinco libras, y costas que se exigirían, con la necesaria aprobación de quien corresponda; y por no haber podido ver al molinero Antonio Soler, se hizo saber a su hermano Joseph Soler; y en esto quedaron terminadas las diligencias de este día, por ser mas de las seis de la tarde.




Fuentes consultadas;

A. Alberola Romá: "El pantano de Tibi y el sistema de riegos en la huerta de Alicante".
R. Viravens: "Crónica de la muy ilustre y siempre fiel ciudad de Alicante".
A. José Cavanilles. "Observaciones sobre el Reino de Valencia. tomo II".
B. Martinez. "La cuestión del pantano de Alicante".
Archivo Municipal de Muchamiel: "Catálogo de planos consultables del archivo de la comunidad de regantes del sindicato de riegos de la huerta de Alicante".
Diario El Graduador de 6 de Septiembre de 1877
Biblioteca de Gabriel Miró
Rutas y VericuetosEl camino del agua - Monnegre


Agradecimientos:

Jose Luis.(vecino de Monnegre) por sus aclaraciones y explicaciones del funcionamiento de las presas y su estado actual




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