viernes, 31 de octubre de 2014

GEOLOGÍA POR LAS VERTIENTES DEL MONNEGRE

Hasta la fecha todos los artículos reflejados en este blog sobre el Rio Monnegre se han basado en el uso y aprovechamiento de sus aguas a través de los siglos, apoyados en una base documental y en una exploración sobre el terreno. Temática que continuaré abordando próximamente.
A nadie resulta indiferente el colorido de las tierras que abundan en los numerosos barrancos y ramblas que confluyen en el mencionado río abrevadero, en los terrenos ubicados entre el Pantano y la presa de Chapitel.
Hay que ser un experto para interpretar el por qué de esa variedad cromática y las formas caprichosas que adoptan algunas rocas y grandes franjas de terreno.
Por fortuna para mí, en esta ocasión acompaño a José Carlos Cristóbal en un pequeño itinerario geológico por una serie de vericuetos para contemplar algunas de esas antiquísimas formaciones geológicas y misteriosas "huellas" del pasado.
José Carlos es técnico de laboratorio de Botánica de la Universidad de Alicante y posee además amplios conocimientos de geología.
Su familia es propietaria desde los años 80 de los terrenos donde está ubicado el Molino de Capeta. Paraje que ya me impresionó la primera vez que lo vi, por su belleza y por estar ubicado posiblemente en el lugar más solitario del curso fluvial.
En las inmediaciones del edificio se pueden observar entre las cañas y el carrizo grandes adelfas buscando la luz del sol, chopos, palmeras, un sauce llorón, un ejemplar de olmo siberiano y otros ejemplares exóticos.

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Comienza el itinerario a través de un estrecho acantilado con algunas pozas llenas de agua gracias a la escasa lluvia caída a comienzos de semana.
Tras salvar algunos obstáculos a derecha e izquierda hace su aparición el primer elemento digno de consideración. En el paisaje que tenemos enfrente se diferencia con claridad los períodos cretácico y triásico pertenecientes a la era mesozoica; un intervalo de tiempo que abarca de 245 a 65 millones de años.

La formación de la fotografía siguiente son grietas de desecación del período triásico. Probablemente en el pasado fue una laguna desecada debido a la aridez del terreno y ha llegado así hasta nosotros.

Grietas de desecación. Facies Keuper

Desde una elevación se distingue claramente las tonalidades de las tierras blancas y rojas correspondientes a sendos períodos.
La presencia de tomillares indican la existencia de plantas que crecen sobre un terreno absolutamente seco y su adaptabilidad a él.
Para los profanos en esta materia enseguida nos viene a la mente la antigua escritura cuneiforme sobre tablillas de arcilla al observar estas capas que están dispuestas a lo largo de una pequeña loma.
Justo encima se observan "Ripples" o rizaduras de un fondo de laguna litoral.




Aún pueden verse por los alrededores restos de bancales y muros de piedra en seco. Adosadas a estas formaciones hay ejemplares de aragonito. En las proximidades del Barranco de Salinas hay unas manchas blancas en el suelo que pasan inadvertidas para cualquier caminante, pero que son líquenes que solo se forman en suelos yesosos y se originan mediante una asociación simbiótica entre un hongo y un alga microscópica.

Líquenes
Continuamos viendo bellas formaciones gracias a a la mezcla de óxidos de hierro, arcillas y yesos.
En un meandro de la rambla se contemplan formaciones verticales y horizontales en forma de milhojas y justo al lado, la presencia de epsomitas en su interior. La epsomita aparece aquí formando pequeños colgajos de la pared y del techo y se deshace al tocarla.
Este mineral también es frecuente encontrarlo en minas de azufre, invadiendo toda la estancia y apareciendo en forma de minúsculos cristales puntiagudos que brillan a la luz artificial.




Para finalizar observamos esta formación de microcristales de yeso o yeso bandeado. Las bandas negras horizontales son impurezas del cieno.

Lapiaz en yesos

Finalizamos aquí este trayecto caminando sobre el barranco de salinas sobre un suelo elevado de su cauce mas de lo normal.
En los años 90 se construyó una presa de retención unos metros antes de la desembocadura de esta rambla. En la primera avalancha de agua tras su construcción, el dique actuó como parepeto impidiendo el curso natural y hasta ahora hay una gran acumulación de sedimentos aguas arriba.
En dicha avenida la presa quedó colmatada por los escombros abandonados en el cauce por la propia empresa constructora, donde todavía se observan restos.

Dique aguas arriba


Fuentes consultadas

- Jose Carlos Cristóbal. Tecnico laboratorio de Botánica. Universidad de Alicante

martes, 28 de octubre de 2014

LA FUENTE DE PINA

El Barranco de Pina tiene su origen en las estribaciones de la Sierra del Castellar y en su recorrido circula por la vertiente Oeste de la Sierra de los Tajos atravesando las partidas alicantinas del Moralet y el Verdegás.
Tiene una longitud total de 11,5 kms y durante 7,5 kms sirve de límite entre los términos de Alicante y Agost. Aguas abajo adopta el nombre de Rambla de Pepior y es uno de los muchos torrentes tributarios del Barranco de las Ovejas.
Presenta un aspecto totalmente degradado a raíz de los trabajos mineros y por la gran cantidad de escombros y basuras acumulados en el cauce y en la ladera.

Toda la serranía del Castellar y el Ventós es un espartal, compartiendo el terreno con matorrales de romero y aliagas.
En medio de este secarral nace un pequeño manantial prácticamente desconocido y casi indocumentado, en la cabecera del mencionado barranco de Pina, justamente en la línea que divide los municipios de Alicante y Agost.

Fuente de Pina
Mª del Carmen Dueñas Moya  en su obra "Territorio y Jurisdicción en Alicante" la menciona en una "copia del apeo y deslinde de la Ciudad de Alicante con la Universidad de Agost."

"... se encamina por el mismo asegador hasta la rambla apellidada del Pepio separando la madre o lecho de ésta, la mencionada partición; y de aqui pasando por la Fuentesilla de Pina va a fenecer en el alto de la Sierra de Ventós..."

En un documento del año 1872 aparece D. Joaquin Vicedo e Iborra como propietario de la Hacienda La Murta en el término de Agost, de 182 tahúllas de tierra, con una fuente de agua y dos balsas; la Hacienda denominada la Hoya de Seva de 50 jornales de tierra de tierra secana plantada y parte regadío de una fuentecita que existe dentro de la misma llamada la Fuente de Pina.

En el diario El Graduador de 27 de Mayo de 1886 aparece la noticia de los mencionados terrenos con "agua potable de nacimiento permanente de inmejorables condiciones, conducida por medio de cañería hidráulica a la puerta de la casa Murta..."

La fuente esta bien camuflada y oculta a la vista por grandes matorrales. El agua aflora al exterior a través de una mina de 1,35 metros de altura y 56 centímetros de anchura.
A 3 metros de la entrada hay un murete perpenticular a la galería y un pocillo de decantación. En su interior hay algunos derrumbes y a escasos metros una lumbrera que comunica con la superficie.
Las aguas en el pasado iban canalizadas por un diminuta conducción, siguiendo la cota de nivel por las estribaciones de la sierra del Castellar hasta la Casa de la Murta, en el término municipal de Agost.
En la actualidad las aguas son aprovechadas y conducidas por una tubería de pvc hacia el mismo destino.



Vistas del interior de la fuente

Unos metros por encima del manantial hay un canal artificial para desviar las aguas de arrollada, continuando por una acequia o boquera hasta desaparecer en las erosionadas paredes de un torrente.
Estos canales se empleaban para encauzar el agua de lluvia que fluía por la gran cantidad de pequeñas ramblas de la sierra y aprovecharlas para el riego.
Este canal serviría además como escudo de protección de la lumbrera y de la bocamina de posibles avalanchas en épocas de lluvias.

Desde la entrada de la mina la canalización se dirige al Suroeste recorriendo una distancia de 1.400 metros siguiendo las curvas de nivel hasta una balsa.
La modestia del acueducto da a entender el escaso caudal que circulaba por su interior; no mucho mayor que el actual.

Canalización. (al fondo la peña de la Murta)

Aún así esta sólidamente construido, sobre todo en las zonas donde atraviesa algún torrente o vaguada. En algunos tramos donde el terreno es mas elevado hay practicada una zanja para corregir el desnivel.


A 90 metros de la bocamina, tras una curva a la derecha, se observa una boquera que nace de un torrente que baja de la ladera.
La acequia avanza paralela a la conducción que seguimos a un nivel inferior, recorriendo 270 metros hasta una gran brecha abierta sobre terreno y desaguar en el barranco aguas abajo.
A medida que avanzamos, dejamos la cresta del Castellar a nuestra derecha. A continuación hace su aparición, cada vez mas grande, la peña cónica donde estaba el Castellet de la Murta.


Dimensiones e interior del canalillo

Sobre el terreno en el punto mas alto, hay vestigios de un antiguo camino que va perfilándose a medida que desciende. Esta vía posiblemente esté relacionada con la zona minera explotada por Tejas Cobert situada al Sur.
Teniendo a la vista la balsa donde se depositaban las aguas, la conducción pasa por una arqueta y desciende finalmente con una pronunciada pendiente hasta la alberca.


El embalse es prácticamente cuadrado con unas medidas de 7,27 metros por 8,04 metros de lado.

Balsa de la Fuente de Pina

De aquí parte una conducción hasta la Casa de la Murta con algunos tramos derruidos por los movimientos de tierra y la construcción del camino.

Conducción hacia la Casa de la Murta

lunes, 20 de octubre de 2014

EL OCASO DE LA FUENTE ANTIGUA

En un informe del Igme elaborado por E. Dupuy de Lôme y P. Novo y Chicarro del año 1917 indican que:

"El caudal de agua con que cuenta Crevillente para el abastecimiento de la población y para el riego, es suministrado por tres galerías abiertas en la falda de la sierra y algunos pozos existentes en la huerta.
La galería llamada de la Fuente Antigua, situada a unos dos kilómetros del pueblo, atraviesa primeramente el terreno mioceno, sin que se presente ningún nacimiento de agua en los contactos de las capas de diversa permeabilidad; cruza después un gran espesor de yesos, y, finalmente, penetra en las calizas triásicas, compactas y magnesianas, que dan un caudal muy constante de 54 litros por segundo. La longitud total de la galería es de 800 metros, con dirección media al Nordeste".
Seguidamente menciona la Mina de la Cata señalando un caudal en esa época de 40 litros por segundo y una tercera cuyo nombre omite diciendo tener escaso caudal.

A pesar de los trabajos de reparación efectuados en la galería y en las conducciones a finales del siglo XIX, el caudal de la Fuente Antigua no solo no aumentó, sino que decreció de una forma paulatina hasta la extinción de las actividades en los años 70 del pasado siglo XX.

En el fondo de documentos de esta Sociedad custodiados en el Archivo Municipal de Crevillente se conservan algunos justificantes de compras y materiales para la conservación de la mina.
Seguramente, por proximidad, frente a la entrada de la galería en la parte baja del barranco cerca dels Pontets, había ubicada en la parte derecha de la rambla una fábrica de cal hidráulica en el lugar ocupado hoy por una vivienda particular.


Archivo Municipal de Crevillente

Aún así, la Sociedad durante estos primeros años del siglo XX continuaba su expansión construyendo acequias con el fin de prolongar el área regable a lugares mas lejanos.
El 15 de Octubre de 1924 el Presidente de la Sociedad emite una instancia solicitando la construcción de un brazal desde el abrevadero situado en la Calle del Carmen, frente al edificio de "Villa Concha". El itinerario continuaba por  las Calles Sierpe, Santa Rita, Camposanto, de la Ermita, atravesaba bajo la boquera del Marchantero y continuaba por los barrios de Planelles, Boquera y Carreta.

Archivo Municipal de Crevillente

El pleito entre la Sociedad de la Fuente Antigua y la Comunidad de regantes de Els Clots

La Sociedad Minera de Els Clots fue creada el 7 de Mayo de 1920 ante el Notario D. Juan Castrillo Santos.
Sobre el terreno, en el Barranco de la Rambla, aún se vislumbran los restos de la expresada Sociedad.
A la altura del pozo del Molino de Juliet, se divisa las ruinas de la caseta de riegos de Els Clots, la entrada a la galería subterránea y la disposición de varios pozos de aireación o lumbreras aguas arriba.

Casa de la Sociedad de Els Clots
Mina y casa de riegos de Els Clots

El 21 de Julio de 1919 D. Augusto Mas Quesada, Presidente de la Sociedad Minera Els Clots, solicita un registro minero designando 45 pertenencias de la mina de lignito La Crevillentina en el Barranco de la Rambla, dentro de la cual se hallaban los acueductos de las aguas de la Font Antiga.
A su vez esta última recelando de las pretensiones de Els Clots solicita la designación de 40 pertenencias de la mina de lignito La Protectora, envolviendo los manantiales de la Fuente Antigua y la cabecera del acueducto.

Plano de demarcación de La Protectora

La siguiente foto es un extracto del plano general realizado a raíz del pleito que nos ocupa, situando las pertenencias mineras de la Protectora y La Crevillentina.
Se puede observar la acequia de la Fuente Antigua y la caseta de riegos y la entrada de la mina de Els Clots

Archivo Municipal de Crevillente

Bocamina y caseta de riego de Els Clots

Como invariablemente sucede en Sociedades de este tipo y dada la proximidad de ambas los litigios no se hicieron esperar.
D. Ismael Candela Mas, Presidente de la Sociedad de la Fuente Antigua presenta el 18 de Septiembre de 1929 ante el Gobernador Civil un escrito de denuncia contra la Sociedad Els Clots, acusando a ésta de alumbrar aguas "capturando las de la Fuente Antigua", amparándose en una concesión minera.
En su acusación el Sr Candela asegura que los trabajos de Els Clots se habían aproximado a las acequias y manantiales de la Sociedad que preside habiendo llegado sin permiso al frente de la galería y a pocos metros de sus cauces, abriendo un pozo a seis metros de distancia de la acequia.
El Sr Candela solicita además que por parte del personal de la Jefatura de Minas se realice una inspección a los terrenos de Els Clots y se paralicen los trabajos hasta tanto que la expresada Sociedad preste un fianza equivalente al valor de las aguas.
El 17 de Octubre el Ingeniero Sr Martinez Soriano realizó una visita al manantial de la Fuente Antigua y a los trabajos de La Crevillentina concluyendo que "no teniendo las labores mineras, a su juicio, otras finalidad que el alumbrameinto de aguas, cuando lo consigan será a expensas del manantial Fuente Antigua... debiendo suspenderse las labores que en la mina se están realizando hasta que la Sociedad Els Clots deposite la fianza equivalente al valor de las aguas".

El 30 de Diciembre el Gobernador Civil, de acuerdo con el informe de la Jefatura de Minas dictamina:

"la suspensión de las labores en dicha mina, rellenar aquéllas que se encuentren a menos de 40 metros de las acequias y acueductos de la Fuente Antigua y afianzar el valor de las aguas, antes de solicitar permiso para continuar los trabajos".

Contra esta resolución, el 11 de Febrero de 1930 el Sr Augusto Mas interpuso recurso de alzada fundándose en que los trabajos realizados por la Sociedad que preside habían sido realizados con el consentimiento de la Sociedad Fuente Antigua, "al haber sido presididas ambas por un presidente común; en que a pesar de llevar gastadas en los trabajos de exploración más de 250.000 pesetas, no había disminuido el caudal de la Fuente Antigua y que antes de realizar los trabajos era público y notorio que el caudal de la Fuente Antigua pasó de 72 litros por segundo a los 25 en el momento de estos hechos, siendo absurdo suponer que a otra empresa se le ocurra alumbrar aguas en terrenos en los que su decrecimiento rápido anuncie su próxima desaparición."

El recurso fue desestimado por Real Orden de 12 de Mayo de 1930.

Lumbrera de Els Clots (situada unos metros abajo
del Pont dels Moros)

La Sociedad Els Clots sin haber ejecutado la resolución del Gobernador, vuelve a ser denunciada el siguiente 12 de Julio por la Sociedad de La Fuente Antigua por la apertura de un pozo en unos terrenos recién adquiridos en el Partido de El Castellar, "a una distancia menor de 100 metros de la galería de desagüe de la Fuente Antigua y que al profundizar puede tirar de las aguas y captarlas solicitando por ello, la suspensión de las obras".

La alcaldía de Crevillente nombró al Perito Agrícola D. Joaquin Ruiz Torregrosa para la comprobación sobre el terreno de la existencia del indicado pozo y la distancia a la galería de desagüe de la Fuente Antigua.
En su informe el Sr Ruiz afirma que "en terrenos de la pertenencia de la Sociedad Els Clots se esta abriendo un pozo que medida la distancia a la galería de desagüe de la propiedad de la Sociedad Fuente Antigua es la de SESENTA Y DOS METROS OCHENTA CENTÍMETROS existiendo en la referida galería de desagüe los alumbramientos de aguas para el abastecimiento de esta villa y para el riego de parte de las Fincas rústicas enclavadas en este término municipal".

La vigente Ley de aguas de 1879 mencionaba en los artículos 23 y 24 la prohibición a los dueños de terrenos abrir pozos y socavones a menor distancia de cien metros de otro alumbramiento, fuente, río, canal, acequia o abrevadero público, sin la licencia correspondiente de los dueños o en su caso del Ayuntamiento.
Al no haber obtenido la Sociedad Els Clots el mencionado permiso, el Alcalde con fecha 26 de Julio decretó la suspensión de las labores de la mencionada Sociedad.
El Sr D. Augusto Mas alega en defensa de la entidad que representa que el pozo aludido es un pozo ordinario, sin socavones ni galerías.
Prosigue en su alegato anunciando que el brocal se halla muy por encima del nivel del manantial de la Fuente Antigua, y que las aguas, si se encontrasen, no serían extraídas con artefactos ni con máquinas, sino con la mano del hombre. Añade que por este motivo se podría prohibir la apertura de toda clase de pozos a todos los terratenientes del término de Crevillente y privar de las aguas indispensables para usos domésticos.
En el punto tercero señala que el Alcalde de Crevillente carece de competencia para suspender las obras, siendo una cuestión puramente civil y cuya jurisdicción compete a los Tribunales de Justicia.

No me extenderé mas en este asunto ya que ignoro la resolución final de este pleito, pero haciendo un rastreo de la prensa de la época encontramos dos noticias que sirven de ejemplo de que efectivamente la finalidad de la Sociedad Els Clots era aflorar agua para el riego.
El Diario El Día de 18 de Abril de 1928 informa:
"El manantial de Els Clots arroja gran cantidad de agua, efecto de acertados trabajos de minería".

Diario El Día 04/09-1928

Fin del suministro de la Fuente Antigua

"Crevillente ha sido siempre y es en la provincia, el pueblo donde mayores sacrificios se han hecho por el alumbramiento de aguas.
Los sacrificios y dineros gastados en sus minas con este fin, suman mas millones que el valor de su actual patrimonio.
A pesar de plan plausible porfía que para muchas familias representó la ruina, de no haber llegado a tiempo los Riegos de Levante su población hubiera emigrado o convertido en miserable tribu.
Precisamente el origen y formación de esta villa se debe a su pobre y ¡ay! perturbadora Fuente Antigua".

Este es un extracto de una noticia de el Diario El Luchador del año 1930 donde se manifiesta claramente la escasez de aguas para la población.
En adelante la situación no mejoraría. Las captaciones de la Fuente Antigua como las de San José y María pronto se verían amenazadas por otra Sociedad mas moderna denominada "Riegos de la Salud S.A".
En un primer momento la mencionada entidad pretendía excavar un pozo en las inmediaciones de Hondón de los Frailes y extraer un caudal de 5 metros cúbicos por segundo.
Al no satisfacer las previsiones esperadas el proyecto se modificó, realizando una galería horizontal que atravesaba la sierra de Crevillente hasta el valle de Hondón con un recorrido de 2360 metros. Esta galería es conocida popularmente como "Galería de los Suizos" debido a la gran cantidad de personas de esta nacionalidad que intervinieron en el diseño y realización de la mina.
Excavada la galería el agua dejó de manar caballera al exterior y se perforaron en su interior 12 pozos verticales, alguno de ellos de gran profundidad, sobre explotando con ello el acuífero y siendo la principal causa de la desaparición de las aguas por los canales de la Fuente Antigua.
Así mismo la Sociedad de la Fuente Antigua durante los años 1968 y 1969 instaló un transformador eléctrico de 30 Kw y una bomba elevadora provista de un motor de 25 cv al bajar el nivel del agua y no poder fluir por gravedad.
En la galería de captación moderna aún quedan restos abandonados de tuberías y materiales de estos años.



Finalmente el 26 de Enero de 1972 D. Salvador Puig Fuentes emite una instancia a la Delegación Provincial de Trabajo donde expone:
"Que habiéndose perdido el caudal de agua en cantidad tal que se hace imposible su normal utilización, nos vemos en la necesidad de solicitar la reducción de personal, como único medio de mantener por lo menos a un trabajador"

En el expediente de reducción de personal queda reflejado que en los años 1969, 1970 y 1971 eran tres los empleados del Sindicato: un administrativo ejerciendo las labores de secretario del Sindicato y de distribución del agua y dos obreros cuyo cometido era la vigilancia del suministro.
De la Fuente Antigua solo quedaba el edificio donde se realizaba la distribución del agua valorado en 300.000 pesetas; la mina, que sin agua carecía de todo valor y el depósito si ninguna utilidad.
Por resolución de 4 de Julio de 1994 de la Consellería de Industria, Comercio y Turismo se declaró caducada la concesión minera La Protectora.

Este fue el final del funcionamiento de la histórica fuente.


Fuentes Consultadas:

- IGME. Año 1917. E. Dupuy de Lôme y P. Novo y Chicarro.
- Archivo Municipal de Crevillente.
- Archivo Histórico Provincial de Alicante
- Ley de aguas de 1879.
- Diario El Día.
- Simposio internacional sobre el uso sostenible de las aguas subterráneas. (La galería de los Suizos)


jueves, 16 de octubre de 2014

LAS AGUAS DE LA PERDIGUERA

Sería extensísimo relatar en unas páginas los esfuerzos realizados por las gentes de Elche a lo largo de los siglos para abastecerse de aguas potables o de riego.
Muchos de esos empeños tuvieron lugar en el Norte del término municipal, obteniendo caudales insuficientes para las necesidades de los hombres y predios.
Hay fuentes repartidas por esta zona, prácticamente todas en desuso y abandonadas. Algunas completamente secas, y de las que todavía aflora un hilillo de agua, ésta ya no es aprovechada, perdiéndose por los barrancos o quedándose estancada en el fondo de las minas por su falta de limpieza.


Sociedad de la Sonda Artesiana

D. Jose Antonio Llobet, prestigioso profesor de mineralogía y geología de Barcelona, hace un reconocimiento de la villa de Elche, centrándose al parecer en la partida de Saladas y emitiendo una memoria fechada el 19 de Mayo de 1839, referente al aprovechamiento de aguas en la comarca.
A raíz del estudio del Sr Llobet se formalizó el 8 de Febrero de 1840 la "Sociedad de la sonda artesiana" de la villa de Elche, compuesta por varios socios entre los que se encontraban D. Francisco Bernard y Agulló, D. Ginés Ganga de Brú, D. Pascual Marco de Blanquet, D. Francisco Marco de Quiles y D. José Brú y Piqueres.


Tras varias Juntas preparatorias se facultó al Sr. Brú y Piqueres para la compra de la sonda y junto con D. José Maria Lopez y D. José Trinitario Gomez para la elaboración del correspondiente reglamento.
La cantidad que la compañía debía hacer efectiva ascendía a 50.000 reales vellón, distribuidas en 500 acciones de 100 reales de vellón cada una, siendo D. José Brú y Piqueres el máximo accionista con 77 acciones y Presidente de la entidad.
Se entregaron al Sr Llobet 25 acciones gratuitas en atención a los trabajos realizados en favor de la Compañía.
En abril de 1842 D. Francisco Bernard emite un informe sobre los trabajos llevados a cabo por la Sociedad y otros particulares en busca de aguas.

El Sr Bernard menciona las obras de exploración llevados a cabo por algunos vecinos en el Partido de Vallongas y punto de la Perdiguera, informando además de un nacimiento que "fluye dos cántaros por minuto, y de muy buena calidad".
En dicha partida hay varios afloramientos de agua. El mas caudaloso es el procedente de la galería subterránea de El Planet ya documentado en este blog con dos entradas: Aguas del Planet y Nuestra Señora de la Asunción.
José Hinojosa Montalvo menciona dos pozos de propiedad municipal en el siglo XV en La Vallonga.
Enrique Martinez Ruiz informa de la búsqueda de aguas en el año 1444 en las partidas de Vallonga y Perdiguera.
El ingeniero de minas D. José Meseguer Pardo cita la surgencia de la Perdiguera en Vallongas con un caudal de 6 litros por minuto, citando además el afloramiento de la Regalicia, situada mas al Norte, con un caudal de 1 litro por minuto. 


Breve reseña de La Fuente de la Perdiguera

En el mes de Septiembre de 1841 D. Vicente Marco cede a favor de D. Francisco Bernard y Agulló "una fuente llamada de la Perdiguera situada en un trozo de tierra como de nueve taullas que posehe en el Partido de las Vallongas de este término y adquirió por herencia de su difunto padre... para que la alumbre, esplote y haga en ella los trabajos que le parezcan combenientes...", tasada en cien reales de vellón.
El otorgante se reservaba el derecho de propiedad de la citada fuente en el caso de que el Sr Bernard no ejecutase los trabajos de alumbramientos pactados. En el documento el Sr Bernard se comprometía además a entregar dos acciones (en el caso de aflorar aguas) al cedente Sr Marco.
Un mes mas tarde el Sr Bernard adquirió de Dña Francisca Jaén y de Dña Gertudris Cerdá, esta última como madre y tutora de Jayme, Ginés y Rita Jaén " cinco taullas y dos ochavas de tierra con algunos algarrovos que tienen y posehen en el Partido de las Vallongas... con todas sus entradas y salidas, usos, costumbres, servidumbres y demás... y por tal se la aseguran y venden en precio de doscientos reales de vellon...".
Francisco Bernard y Agulló era un hombre con grandes aficiones a la agricultura y poseía una hacienda de 70 hectáreas en la Partida ilicitana de Vallongas.
En la vertiente Oeste de la finca se encontraba el nacimiento de la Perdiguera que el Sr Bernard aprovechaba para el riego. Para ello hizo grandes gastos en el alumbramiento y conducción de las aguas para amerar los terrenos de la mencionada finca.
Dado el exiguo caudal que manaba del manantial las aguas solo eran destinadas con el fin comentado, sin mayores pretensiones.
Con el fallecimiento del Sr Bernard el 5 de Enero de 1866, decayó el interés y el cuidado de la fuente por parte de sus herederos, sumándole a este proceder la acción de la naturaleza que en forma de grandes aluviones desplomó varios segmentos de la mina y algunos puntos de la acequia en los años 80 del siglo XIX.

En su testamento el fallecido legó a sus sobrinas Dña Nieves y Dña Asunción García Bernard la hacienda y la fuente en usufructo a partes iguales, pasando por fallecimiento de una a la otra, y por muerte de la última a sus otros sobrinos D. Gines Bernard de Ferrández y D. Jose Bernard de Mecha.
Con el fallecimiento de todos ellos quedó extinguido el usufructo que estableció el Sr Bernard, pasando la hacienda y la fuente a los hijos de los Sres Bernard de Ferrández y Bernard de Mecha a partes iguales.
Finalmente mediante escritura de 10 de Mayo de 1896 le corresponde al hijo del primero D. Gines Bernard Ferrández las tierras situadas en los extremos Norte y Oeste donde se encuentra la fuente que quedó de su exclusiva propiedad.
Este último fue titular de las tierras hasta el 6 de Septiembre de 1912, fecha en que fue vendida a D. José Soler Navarro.

Mina de lignito La Confianza y el pleito de Francisco Mógica

El 16 de Marzo de 1906 D. Francisco Mógica Agulló propietario de 16 tahullas de tierra inculta presenta una solicitud de registro designando cuatro pertenencias de la mina de lignito denominada "La Confianza" en la partida de Vallongas.
El Gobernador decreta el 4 de Junio, previo informe de la Comisión Provincial, la concesión de la mina.
En el perímetro de la mencionada demarcación se encontraba el nacimiento de aguas de La Perdiguera, dando origen a un pleito entre el propietario, el concesionario de la mina y los convecinos durante los siguientes siete años.
D. Ginés Bernard Ferrández recurre en alzada el dictámen al sentirse despojado "de unas tierras y un manantial del que es dueño por legítimo derecho de herencia".
Finalmente el Gobernador D. Pascual de Ojesto y Uhagón desestimó el recurso autorizando al Sr Mógica a proseguir sus trabajos.

Francisco Mógica libre ya de impedimentos se atribuyó la propiedad de la fuente, ya que ésta estaba enclavada dentro de los límites de la demarcación y las aguas permanecían estancadas sin salida para el riego.
Cinco años mas tarde el Sr Mógica practicando operaciones mineras en la expresada demarcación, dice encontrar "un pequeño manantial... a una profundidad de tres metros del nivel del terreno en el origen de una estrecha cañada de quince metros de anchura rodeada de lomas escarpadas de roca"
Huelga decir que el manantial aludido no es sino La Perdiguera, descubierto y alumbrado por vez primera por D. Francisco Bernard y Agulló.
Tras el descubrimiento del "supuesto" manantial las aguas fueron aprovechadas para el riego de unas tierras colindantes cedidas en subarriendo por un convecino del Sr Mógica propiedad de Dª Vicenta, Dª Rosa y Dª Juana Soler Navarro.
Para llevarlo a cabo instaló una tubería de barro enterrada de 15 centímetros de diámetro extendida por el margen izquierdo del barranco, parte en terrenos de su propiedad y parte en tierras de las expresadas señoras con el objeto al propio tiempo de utilizar sus aguas en otra finca de su propiedad aguas abajo, de 46 tahúllas, 7 octavas y 8 brazas de tierra de secano con higueras y almendros.
En terreno intermedio entre la fuente y los terrenos del Sr Mógica se encontraban las tierras del Sr. D. José Soler Navarro que negó su consentimiento al paso de la cañería por su propiedad.
Además de este incidente el Sr Soler compró la finca que D. Francisco Mógica tenía subarrendada con el fin de que las aguas no pudiesen salir del nacimiento y poder aprovecharlas en parte para su beneficio.
Ante tal proceder el Sr Mógica solicitó el amparo del Gobernador Civil de la Provincia para decretar la servidumbre perpetua de acueducto sobre las dos fincas del Sr Soler.
Acompañando a la memoria figuraba el plano general donde se hacía constar la situación del manantial, el trazado de la tubería y las fincas sobre la que se solicitaba la servidumbre.

Plano del Barranco con la situación del manantial
y trazado de la conducción

El Sr Soler el 30 de Agosto de 1911 alega en una instancia confusa, pésimamente redactada y con innumerables faltas de ortografía el derecho que le ampara y el del Sr Bernard como dueño absoluto de la fuente.

Extracto de la carta del Sr Soler

Hay que recordar una vez mas que en el espacio de tiempo en que transcurren estos acontecimientos el propietario del manantial era D. Ginés Bernard Ferrández y que las aguas en esos primeros años del siglo XX estaban destinadas al servicio doméstico del vecindario de la partida, sin que el dueño impusiera ninguna clase de limitación.

El Alcalde de Elche D. Francisco Galán y siendo ya dueño de la fuente D. José Soler Navarro, notifica a la Jefatura de Obras Públicas de la Provincia el 6 de Febrero de 1913 que el Sr Mógica no había practicado labores para buscar mineral, "limitándose solamente a impedir que por nadie se aprovechen las aguas de dicha fuente" con la conclusión de que:

"Las aguas de la Fuente de la Perdiguera pertenecen .. a Don José Soler Navarro.
Que la denuncia minera titulada La Confianza... no tuvo por objeto alumbramiento de aguas sino mineral de lignito.
Que aunque dentro del perímetro de la demarcación de dicho registro minero figura la fuente La Perdiguera, dicha concesión no puede nunca... privar el derecho que sobre las aguas de la fuente tuvo primero el señor Bernard y ahora su único dueño Señor Soler.
Que D. Francisco Moxica Agulló no ha justificado por ningún medio legal ser el dueño de la fuente La Perdiguera...
Que el caudal de agua de la Fuente de la Perdiguera es tan escaso, con referencia a la opinión de los vecinos inmediatos a ella, que la calculan aproximadamente de un litro por minuto".

Desenlace del pleito

El día 29 de Marzo de 1913 tuvo lugar una reunión entre las partes involucradas junto al nacimiento de la Fuente de la Perdiguera.
Se dieron cita el Ingeniero designado por la Jefatura de Obras Públicas D. Antonio Sanchís; el Sr Mógica Agulló, acompañado de su abogado D. Rafael Viñes y el Sr Soler Navarro con su defensor D. Lorenzo Fenoll.
La solución que se acordó no deja de ser sorprendente dado el cariz en que habían acontecido los hechos y parecía pactada de antemano.
El Sr Soler retira la reclamación y renuncia a presentar cualquier otra referente a la imposición de servidumbre de acueducto por sus tierras, concediendo ademas el correspondiente permiso al paso del agua sin retribución alguna.
El Sr Mógica a cambio de esta concesión concede al Sr Soler parte del agua de la fuente con el siguiente reparto de caudal:
Doce días continuos de agua para Francisco Mógica y a continuación diez días para el Sr Soler Navarro, aprovechando la tubería colocada por el primero hasta la balsa manantial.
Se acordó que la caseta donde principia la tubería para poder abrir y cerrar el agua tendrá una llave que estará en poder de cada usuario durante el plazo en que utilice el agua, con la obligación de entregarla al otro al expirar dicho plazo.
La entrega de la llave debía hacerse en la casa de campo de cada copartícipe a las cinco de la tarde el mismo día que finalizaba el plazo.
Finalmente se pactaron seis reglas para la utilización y mantenimiento de la fuente.

Tubería de salida de las aguas
(foto tomada en el interior del estanque)

El Hontanar de la Perdiguera

Sobre el terreno, tal y como indica el plano, el nacimiento se encuentra en la cabecera de la rambla, seco y completamente arruinado. En una pequeña hondonada se encuentran los restos de la construcción rodeada de cañas y piedras de los desprendimientos de la ladera.
En su interior afloraba el agua y era encauzada a través de una tubería como se puede ver en la fotografía anterior.


Fuente de la Perdiguera

Al lado de la fuente, en el gran socavón en que están ubicadas, hay dos galerías subterráneas ocultas por el carrizo: Una de no más de tres metros de profundidad, y la otra de una longitud total de 16 metros, por 1,60 metros de altura y 1,70 de anchura.
Hay signos de que han estado inundadas, no solo porque fueron las galerías drenantes si no, de agua procedente del exterior y acumulada.

Interior de la galeria.
(fotografia tomada desde el final del túnel)

En el barranco aún se observan restos de bancales dispuestos en terrazas para el mejor aprovechamiento de las aguas. Están completamente abandonados y algunas zonas son casi intransitables. Aún se observa algún olivo, palmera, granado y algarrobo desperdigados por el terreno.
Unos metros aguas abajo de la fuente hay un afloramiento de agua estancada que sirvió en el pasado para el riego de las tierras cercanas.
Casi a la mitad de la rambla se llega a un pequeño bosquecillo de palmeras con un pequeño cañaveral, desde cuyo interior aparece una reguera con agua. Es el único punto amable dentro de este erial.



Mas abajo, a la altura de la casa de Francisco Mógica hay bancales cuidados y cultivados donde no es posible continuar. 
La rambla es tributaria del barranco del Grifo, y justo en la intersección, hay una zona pantanosa con carrizo donde hay otra surgencia de agua.
Hay signos manifiestos sobre el terreno de acequías sobre el margen izquierdo, para la conducción de las aguas.
Del mismo modo hay vestigios en una pequeña rambla al Oeste de la cabecera del Barranco de la Perdiguera, donde hay una canal excavado en la roca, visible solamente a intervalos, donde no ha sido cegado por los desprendimientos.

Fuentes Consultadas

- La intervención comunal en torno al agua: fuentes, pozos y abrevaderos en el reino de Valencia en la baja edad media. Jose Hinojosa Montalvo.
- Reglamento y escritura de la Sociedad Artesiana establecida en la villa de Elche. Imp. de D.N. Carratalá. año 1840.
- Mapa geológico de España. Explicación de la hoja nº 893. Elche. Alicante. Jose Meseguer Pardo.
- Archivo Histórico Provincial de Alicante.

domingo, 12 de octubre de 2014

MOLINOS HIDRAULICOS DE LA FUENTE ANTIGUA

Vinculados a la historia antiquísima de la Fuente Antigua o Mina del Poble, hay que sumar un apartado importante a esta tetralogía como es la ubicación de molinos a lo largo de su recorrido.
Para conocer los orígenes de los artefactos harineros construidos en la cuenca de la Fuente Antigua, hay que dirigirse a la "Memoria circunstanciada del Marquesado de Elche" de 1739.
Salvador Puig Fuentes menciona a su vez el inventario del Marqués de Astorga y Conde de Altamira en 1845, donde sitúa cuatro molinos en el "partido de los molinos" lindando con "camino de la fuente" y la acequia: 
1. El molino de abajo, que era el mas cercano a la población y el mas antiguo.
2. El molino de en medio construido en 1705.
3. El molino de arriba, que era el segundo en orden de antigüedad existente ya antes de la expulsión de los moriscos en 1609.
Un cuarto molino edificado a comienzos del siglo XIX  en terreno propio del Patrimonio.

Cuando Cavanilles visitó Crevillente a finales del siglo XVIII, obvió de su espléndida crónica, la existencia y situación de los tres molinos ubicados a lo largo de la rambla. Por su parte Pascual Madoz sí lo hace mencionando cuatro molinos harineros.
Por otro lado en las Ordenanzas para la organización y distribución de las aguas de riego de Crevillente se cita en su artículo 7:

"Los dueños de los cinco molinos harineros establecidos en el trayecto que media desde la población al manantial y los de los tres batanes situados en la parte baja de la población, o sea al Sur de ella, tendrán derecho a utilizar el agua como fuerza motriz, sin alterarla y sin mermarla".

Manuel Oliver Narbona afirma:

"Regadíos y molinos fueron posibles porque los habitantes de este lugar (desde 1567), convertido en pueblo (1581) y posteriormente en Villa, desde tiempos inmemoriales, con tesonero afán, han procurado arrancar a las sierras circundantes manantiales de suficiente caudal."

El agua de la Font Antiga cruzaba el Paso de Les Moreres a través del acueducto de La Tanca y era guiada por una acequia hacia el depósito y otra hacia los artefactos harineros por el siguiente orden:
El primero de ellos, Molino de Morales, también denominado Carafá o Sexto; Molí del Prao, Molino de Juliet, Molino de Preisiní y Molino de Vicent.

Agatha Marquiegui indica que posiblemente los antiguos molinos de Arriba y de Abajo sean posteriormente los de Juliet y Vicent, apuntando que el molino de Preisiní  fue construido en 1724 por iniciativa de la Duquesa de Aveiro.

SINDICATO DE AGUAS DE LA FUENTE ANTIGUA


Durante la segunda mitad del siglo XIX se realizaron importantes mejoras en el nacimiento y conducción de las aguas. En 1884 se creó el Sindicato de aguas de la Fuente Antigua con la elaboración de las ordenanzas para la organización y distribución.
Estas eran una reforma de las ordenanzas hechas el 2 de Mayo de 1857 "formadas con arreglo a las antiguas costumbres" como dice el artículo nº 5.
Según el artículo nº 1 el caudal del manantial era de 72 litros, 21 centilitros por segundo.
El artículo nº 2 manifiesta que las aguas serán destinadas al riego y que al paso del pueblo la vecindad se abastecería de la que necesitase extrayéndola con cántaros de barro.
El artículo nº 3 señala la división de las aguas destinadas al riego en 708 horas en tandas de 29 y medio días, siendo el curso de las aguas continuo.

Las reuniones del Sindicato se celebraban en la calle de la Acequia, nº 6.

En ésta época esta datada la construcción del Molino de Morales. Este artefacto es el más moderno y el último que se construyó en Crevillente, precisamente tras la mejora general de la conducción y la construcción de la acequia moderna (ver articulo).

Molino de Morales o Molí Sext

En el año 1879 D. Alonso Morales y Hurtado en su nombre y D. Elías Pastor Quesada en representación de los Sres D. Francisco y D. Ignacio Morales Hurtado presentan una instancia a la Junta de Propietarios de la Fuente Antigua para la construcción de un molino harinero utilizando las aguas de la Sociedad como fuerza motriz.
La autorización fue concedida el 4 de Noviembre de ese año.
Una de las condiciones establecidas para la conducción de la acequia era que el desnivel del canal tenía que ser del 1 por ciento.
La Junta de regantes negó al Sr Morales el paso del agua por el interior del edificio al comprobar que el desnivel del canal era del 4 por mil en lugar de lo pactado. Este fue el inicio de innumerables contiendas y desavenencias entre las dos partes.
Los Sres Morales y Pastor entendiendo que las aguas eran públicas y que ningún perjuicio causaban a los regantes ni a las industrias acudieron junto con el Director de las obras al Gobernador para que concediera la autorización.
Previo informe del Ingeniero Jefe el Gobernador manifiesta que las aguas son de inmemorial de una comunidad de regantes y que así lo reconoció el Sr Morales al solicitar la autorización a la mencionada sociedad, inhibiéndose de la causa.
El Sr Morales alega entonces que si bien las aguas eran de dominio privado el cauce era de dominio de los regantes. Al presentar este recurso sin aportar planos ni ningún tipo de documentación el Gobernador tilda de "poco respetuoso" el comportamiento de los afectados.
Por tal motivo S.M el Rey confirmó la providencia del Gobernador.

Como se ha señalado anteriormente la pugna entre los molineros y la Junta de regantes no cesaron en ese momento. En el libro de actas del Sindicato de 1894 hay un apunte donde se acuerda nombrar una comisión compuesta por el Presidente del Sindicato D. Francisco Gallardo Gallardo y varios propietarios para que Alonso Morales repare el cauce de la acequia que conduce las aguas a su molino y que no falte agua para la población.
En Noviembre de ese año el Sr Morales emite una comunicación anunciando haber retirado la rueda hidráulica que daba movimiento al molino, solicitando permiso para continuar utilizando las aguas para dicho objeto por el sistema de cubo.
La Junta acordó no emitir dictámen mientras el Sr Morales continuara incumpliendo los acuerdos anteriores.
Finalmente en lo que parece un desarrollo inacabable de sucesos, en Febrero de 1895 se da parte al Presidente D. Cayetano Polo Penalva de que el Sr Morales continuaba infringiendo las órdenes y seguía tirando agua por el cubo del molino.
Según M. Oliver la actividad de este artefacto no duró mucho tiempo, cesando en 1924, cuyo último propietario D. Isidro Boyer Abellán abandonó por el escaso caudal que venía.

De nuevo sobre el terreno se puede comprobar como las aguas que movían la maquinaria del Molino de Morales eran las conducidas por la acequia construida evidentemente en el siglo XIX. Sin embargo los restantes artefactos situados a un nivel inferior lo hicieron necesariamente, por lo menos hasta la construcción del Molino de Morales, por la acequia inferior o más antigua.
A continuación vamos a hacer el recorrido del agua siguiendo el trazado de la acequia hasta el Molino de Juliet, donde finaliza actualmente el canal.

En la siguiente fotografia se aprecia el Pont dels Moros, aguas abajo, y la prolongación de la acequia medieval.

Pont dels Moros

Dejando fuera de esta lista el molino medieval estudiado por J. Menargues y ya comentado en su artículo correspondiente, el siguiente después del mencionado Molino de Morales es el Molino del Prado.
Fue construido por Francisco Carreras en 1820. Restaurado, conserva el acueducto elevado de conducción de aguas y el torreón.
La toma de aguas según J. Menargues se encontraba (aún hoy visible) a escasos metros aguas abajo del molino medieval.
Se puede observar un canal que nace de la acequia principal en dirección Este y desaparece bajo los escombros y corrimientos de tierra. Cabe pensar que tras la construcción del Molino Sext el agua procediese del repartidor que hay unos metros antes en la misma acequia.

Conducción de aguas en el Molino de Morales

Acueducto del Molino del Prado

El agua sobrante vertería en el barranco o sería reconducida por la acequia inferior al siguiente molino.
Desde el Molino del Prado la acequia serpentea por unos bancales y vuelve a hacer su aparición sólidamente construida bordeando la rambla.


En la siguiente fotografía aparecen dos acequias para continuar mas adelante mediante una sola. Es conveniente recordar que en el transcurso de los siglos estos canales fueron constantemente reparados observándose en algunos tramos acequias superpuestas unas sobre otras, pero siguiendo el trazado de la acequia original.


Entre el Molino del Prado y el Molino de Juliet hay una distancia de 870 metros siguiendo el curso de la acequia. A mitad de recorrido el canal atraviesa un macizo rocoso por un alcavón para continuar en una acequia ya restaurada y bien conservada hasta el pozo.

Pozo del Molino de Juliet
Como he comentado anteriormente el canal que nos interesa finaliza aquí. De los dos molinos situados mas abajo no queda prácticamente nada de ellos ni por supuesto, de la acequia.
A esta altura existe en el barranco el inicio de otra canalización menos conocida, que surtió de aguas para riego al Municipio de Crevillente y que será comentada en el próximo y último artículo.

Fuentes Consultadas.

- Revista de Moros y Cristianos de Crevillente. Salvador Puig Fuentes
- Molinos harineros de agua. Manuel Oliver Narbona
- Patrimonio hidráulico de la Provincia de Alicante. Agata Marquiegui Soloaga.
- Archivo Histórico Provincial de Alicante. AHPA
- Archivo Municipal de Crevillente.
- Ordenanzas para la Organización y Distribución de las aguas de riego de la Villa de Crevillente.
- Assuts i Molins andalusins a la Font Antiga de Crevillent. Josep Menargues Giménez.






jueves, 9 de octubre de 2014

EXPLORACIÓN SUBTERRÁNEA DE LA FUENTE ANTIGUA

Una vez estudiado el barranco por donde se extienden las antiguas conducciones de agua que abastecieron a Crevillente en tiempos remotos y bien entrado el siglo XX y observar los restos que aún quedan sobre el terreno, es inevitable recurrir de nuevo a Cavanilles y a su relato sobre la Fuente Antigua para comprender la disposición de pozos sobre el medio y la dirección de las galerías bajo ellos.
En su descripción queda impresionado por el acueducto subterráneo; se dirige por una galería hacia el manantial de aguas frías y a continuación por el manantial de aguas calientes, haciendo mención además de la colonia de "murciégalos" revoloteando a su alrededor.
Respecto a las aguas calientes Pedro Ibarra manifiesta con seguridad que "no hay duda que nuestros antepasados se bañaban en las aguas termales de Sequia".
El historiador llega a esta conclusión al estudiar un archivo sobre rentas de la reina Dª Juana de Aragón, señora de Elche y Crevillente en el año 1461 diciendo "Mención y no cobrado el arriendo del baño 20 sueldos" en referencia a la Sequia o Font Antiga.

Volviendo a finales del siglo XVIII, en la etapa en que el botánico valenciano visitó Crevillente, la población experimentaba un rápido crecimiento demográfico y el aforo de la fuente era de 20 tejas. (una teja es igual a 3,8 litros de agua).
Pedro Ibarra nos ilustra al respecto con su "Precioso" informe.

"La porción de agua que en la actualidad disfruta el Insinuado Pueblo, solo está reducida y constituida por veinte tejas, no sólo abastece al común en todas sus peculiares y particulares servidumbres, sino también a todas las tierras de regadío".

Un ejemplo del tesón de los habitantes de Crevillente para obtener mayor aforo lo cita de nuevo Cavanilles.

"No contentos con haber asegurado los manantiales, intentan sacar mejor partido del depósito principal del agua... Con este objeto han dado principio á otra mina muchos pies mas profunda que la precedente con dirección al manantial, de la qual tienen concluido un largo trecho, y vencidas muchas dificultades del terreno, tan duro en partes,  que la excavación de cada palmo cuesta diez pesos... Según me aseguráron llevan ya gastados 80.000 pesos en excavaciones y obras sin haber molestado al Gobierno, al Señor Territorial, ni al común de los vecinos...".


Según la información de Cavanilles ésta sería la tercera galería trabajada en dirección al manantial principal del pueblo, o sea, La Fuente Antigua.
Cabe pues plantearse la posibilidad de que la mina aludida sea la que circula por el margen derecho del Barranco del Castellar, independiente (¿?) de las galerías medievales y que es objeto de estudio en este artículo. Su nombre: Qanat 3.
Adoptaré el nombre de galería o Qanat 3 de idéntico modo que los expertos encabezados por M. Barceló.
Es necesario matizar que en el pleito entre la Comunidad de la Fuente Antigua y la Sociedad Minera de Els Clots en los años 30 del siglo XX, se realizó un plano donde se reflejaban las demarcaciones mineras de las mencionadas sociedades en el Barranco del Castellar. Justo por donde circula la mina o Qanat 3 está demarcada la mina "La Protectora" con el número de demarcación 2036 del Distrito minero de Valencia.

Casa del Sindicato de Aguas de la Fuente Antigua
QANAT 3


En la cabecera del barranco, a 70 metros de la casa-transformador del Sindicato de Aguas de la Fuente Antigua se encuentra la entrada de la galería a través de un largo túnel escalonado donde se le pueden contabilizar 220 peldaños. En toda su longitud la galería es abovedada hasta llegar a una profundidad de algo mas de 40 metros.

Primer tramo del túnel-escalera de acceso

Desde la bocamina hasta el peldaño nº 123 el túnel esta en relativo buen estado.
Desde el 123 al nº 153 el suelo esta tapado por una gruesa capa de arena desprendida de los hastiales de la mina.
Aquí la galería de yesos negros es mas espaciosa y del techo cuelgan unos filamentos blancos... ¿sal de higuera?..
A continuación, hasta el peldaño 186 el techo está cimentado en yeso y cantos rodados. Se observa en la pared restos de bornes porcelánicos de una antigua instalación eléctrica.

Sector intermedio. El suelo está cubierto de arenas
desprendidas

Unos metros adelante la galería gira a la derecha donde finalizan los escalones, continuando durante cinco metros mas.
En este punto se observa a la izquierda un muro de piedra taponando una pequeña galería, excavada en busca de algún venero y cerrada posteriormente al resultar negativa la búsqueda.
Siguiendo por la derecha durante un espacio de 13,50 metros, aparece de nuevo a la derecha una bifurcación desde donde parte una galería en dirección Norte y otra hacia el Oeste.
La primera tiene una longitud de 30,20 metros y finaliza en una estancia donde hay un profundo pozo circular de 82 metros de profundidad.
En la segunda mitad del siglo XX debido al exiguo caudal aforado se excavó el pozo y se instaló una bomba hidráulica con tuberías de hierro que aún siguen abandonadas en las galerías. Sus medidas son 2,10 metros de altura y 1,30 metros de anchura

Pozo excavado al final de la galería nueva

La segunda avanza 3 metros hasta otra estancia donde se perforó un segundo pozo. En lo alto se encuentra la primera lumbrera que esta colmatada en la superficie.
Es importante señalar que esta primera lumbrera corresponde en realidad a la segunda del Qanat 1 de origen medieval y tal como indica el grupo de M. Barceló, en este lugar el Qanat 3 reutiliza el trayecto de la galería antigua.
Situados de nuevo por la galería de acceso, continuamos 4,80 metros mas y giramos a la derecha, para virar seguidamente a la izquierda prosiguiendo por un tramo de 130 metros en línea recta hasta el segundo respiradero.

En los primeros metros de este tramo hay construidos dos pequeños muretes atravesando la galería que sirvieron de apoyo a la tubería procedente de la perforación comentada. Unos metros mas adelante el agua iba encauzada ya por la acequia subterránea a lo largo de todo el recorrido.
La segunda lumbrera es un pozo circular abierto totalmente que comunica con la superficie a una altura de 37 metros. En este lugar la galería ha atravesado el lecho de la rambla situándonos en el margen derecho de la misma.
En este tramo se observan unos pequeños derrumbes a los 55 metros de tierra y piedras negras. (roca Muschelkalk). Las medidas son 1,85 metros de altura y 87 centímetros de anchura.

Avanzando 6 metros más la mina vira ligeramente a la izquierda. En un tramo de 50 metros nace una galería de 7 metros de longitud a la derecha, taponada con un muro de piedras y otra de drenaje, oblicua a la izquierda de 4 metros de longitud.
Desde ésta última, la galería avanza con una suave curvatura a la derecha por un tramo de 120 metros donde hay un taponamiento de lodo y barro.
En este trecho durante los primeros 70 metros la galería tiene 1,25 metros de altura y 70 centímetros de anchura. Se observan a escasos centímetros del suelo marcas de agua sobre una roca negra.
Salvada esa distancia, el suelo se estrecha formando una acequia que no tiene continuidad disminuyendo la altura de la mina, que en este sector tiene 65 metros de altura y 57 centímetros de anchura, estrechándose hasta llegar a la obstrucción.



Durante esos 120 metros se observa que la galería pierde altitud a causa de la elevación del suelo por los barros acumulados arrastrados por el agua. También se observa que las paredes de la galería ya no son de color negro sino de materiales rojizos.
El estancamiento no es debido a ningún derrumbamiento. Entre el fango y el techo hay una pequeña abertura para continuar al otro lado.

A escasos metros se encuentra la obstrucción

A 8 metros de la gatera se observa una "supuesta" galería colmatada. A 85 metros de distancia en una galería que ondula ligeramente con una altura de 1,80 metros y 90 centímetros de anchura, se encuentra la tercera lumbrera.
Su altura es de 48,67 metros. Bajo ella hay algunos escombros y barros acumulados. Se observa que solo tiene un orificio abierto en la superficie, insuficiente para permitir la entrada de la luz del sol hasta nuestro nivel.
Hasta el cuarto respiradero hay 143 metros de distancia. Durante los primeros 40 metros la galería tiene una altura de 1,87 metros de altura y 95 centímetros de anchura. No tiene ningún revestimiento igual que los tramos precedentes. Se observa un derrumbe fácilmente franqueable.
A partir de aquí la mina adopta la forma de una acequia subterránea, con un revestimiento en sus paredes y techo dando sensación de inestabilidad.


En algunos tramos el paramento que la recubre está despegado de las paredes o bien, ha desaparecido. Hay un tramo donde los muros de la acequia se han inclinado hacia el interior dificultando el paso y obligando a continuar de lado por seguridad.
La cuarta lumbrera tiene una altura de 32,85 metros. Bajo ella hay un montículo de escombros y basuras que ocupan la mitad de la galería. El respiradero está tapado en la superficie con un orificio que apenas deja entrar la luz.

Escombros acumulados bajo la cuarta lumbrera

Cuarta lumbrera

Salvando este obstáculo la mina avanza 97 metros por un trazado en peores condiciones que el anterior. El revestimiento de las paredes está abombado y desconchado. Al final de este tramo hay unos sillares situados transversalmente encima de la acequia. En este momento la galería atraviesa el lecho del Barranco del Castellar para continuar por el lado izquierdo del mismo. Sus medidas son 1,72 de altura y 82 centímetros de anchura.

Al fondo la mira vira a la derecha y se observan los
sillares colocados sobre la acequia

La mina que durante toda su trayectoria ha seguido un trazado uniforme comienza a serpentear a derecha e izquierda constantemente.
En este punto vira bruscamente a la derecha con un movimiento ondulante. A medida que se avanza, los muretes que forman la acequia y el paramento de las paredes desaparecen.
La galería esta excavada en la roca. En este tramo sus medidas son 1,77 de altura y 70 centímetros de anchura.
A 50 metros de la curva hay una galería colmatada a la derecha y a 56 metros mas se encuentra la quinta y última lumbrera.
Tiene una altura de 6 metros. Esta tapada en la superficie y es de factura reciente. Su altura nos indica que la galería se encuentra cerca del exterior. En la mina, bajo del respiradero hay escombros y restos de materiales de construcción.

Quinta lumbrera desde el interior
Quinta lumbrera en el exterior
A 40 metros se encuentra la salida de la galería. En este tramo hay algunos derrumbes y aparece de nuevo los muros levantados sobre el suelo de la mina y restos de escombros.

Aspecto de la galería en este tramo
A la derecha se encuentra la entrada o salida de la mina

Este acceso se encuentra cerca del acueducto. Las aguas que en su día fluían por la galería continúan en un segmento que sirve de habitación a una colonia de murciélagos y que está colmatado a escasos metros.

Galería y colonia de murciélagos
Ya en la superficie se observa la galería que avanza adosada a la elevación de la izquierda junto al camino.
Continúa en un alcavón donde a escasos metros vuelve a aparecer como una acequia a cielo descubierto; reanuda su camino de nuevo subterráneamente para cruzar al otro lado por la parte superior del acueduto dels Pontets.

En las siguientes fotografías se observa en primer lugar, el alcavón con una reja y al fondo el acueducto dels Pontets. Y la segunda es una toma desde el canal, aguas abajo de la salida del agua por el alcavón.

 

Desde aquí la acequia atraviesa dos pequeños macizos rocosos por dos alcavones y continua a cielo abierto adaptándose a las curvas de nivel de la loma sobre la que va apoyada.
Desde el barranco se diferencia claramente la trayectoria de la acequia moderna a un nivel superior y unos metros por debajo, el canal de la conducción medieval bordeando la rambla.

Espectacular visión de la acequias a distintos niveles

Continuando con nuestro itinerario, el agua se dirigía al Molino de Morales (Carafá o Sexto) y continuaba en dirección al depósito de aguas del Municipio. Este embalse fue construido junto con la acequia que se dirige a él por la Sociedad La Crevillentina en su proyecto de dotar de aguas potables a la población a comienzos del siglo XX

Canales dirigiéndose al Molino de Morales





DEPOSITO DE AGUAS

Vista del deposito desde el Sur. Al fondo la acequia
de la Fuente Antigua
El embalse construido en el año 1903 es una estructura abovedada  de tres cuerpos comunicados entre sí.
Los dos primeros constan de tres arcadas y seis ojos cada uno. El tercero tiene cinco arcadas: la primera de seis ojos, la segunda y tercera de 7 ojos, la cuarta de cinco ojos y la quinta de tres ojos.
Como se puede observar en las fotografias el depósito esta en unas condiciones deplorables, completamente arruinado.
El tercer cuerpo situado en la parte occidental está practicamente entarquinado y colmatado hasta casi el techo.

Deposito aguas de Crevillente
Interior del depósito
Por la parte Sur del edificio el agua era canalizada hacia la población. En el trayecto hasta Crevillente aún puede verse restos de la conducción abandonada.

EL QANAT 3 EN LA SUPERFICIE

El Qanat 3 en su cabecera comparte su recorrido con el Qanat 1 de origen medieval y con un pozo de aireación.
Desde aquí atraviesa el cauce del barranco y continua por su margen derecha hasta casi el final donde conflagra de nuevo con el Qanat 1.
El pozo de aireación nº 1 está colmatado; el número 2 está abierto en la superficie; los pozos 3, 4 y 5 están tapados y señalizados.

En la fotografia siguiente podemos ver en la parte de abajo un pozo de aireación del Qanat 1 y al fondo la lubrera nº 2 del Qanat 3 (único que esta abierto totalmente en la superficie).


La galería tiene al menos dos accesos a su interior:
- Por su cabecera donde se accede a través de una larga escalera.
- Cerca de La Tanca donde se une con el Qanat medieval.

Existe sobre el terreno y reflejada también en un plano de 1929 "la caseta de la 1ª bajada a la galería" pegada al "camino a la yesera de los Bururas". (hoy colmatada). fotografía siguiente.


Este debe ser el lugar desde donde Cavanilles accedió a las galerías en su relato sobre la Fuente Antigua

Este último acceso se encuentra en el tramo que media entre la segunda y la tercera lumbrera del recorrido del Qanat 3.
Una teoria es que la entrada en este lugar comunicara con el Qanat 3 a través de alguna de las dos galerías colmatadas que observamos en este trecho, o bien, que llevaran en el pasado a las dos minas antiguas.
Lo que sí parece seguro es que esta caseta de acceso es anterior a la entrada por la que nosotros accedimos en la cabecera del barranco.

Acceso por la parte baja del barranco

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Pongo aquí punto y final a este trabajo dedicado exclusivamente a la exploración de la mina y a su trazado posterior, ya en la superficie, hasta el depósito de aguas, no sin antes hacer unas matizaciones.

Hace mas de 200 años Cavanilles  visitó unas galerías subterráneas que estaban vivas, donde el agua fluía y era habitáculo de murciélagos.
Hoy no solo están secas, sino maltratadas y olvidadas.
La única galería viable del conjunto del Castellar (876 metros) está ignorada, y como invariablemente sucede, va convirtiéndose lentamente en basurero. 
De idéntico modo que otras galerías subterráneas dispersas en la Provincia construidas con el mismo fin que esta, la histórica "Mina del Poble" está condenada a desaparecer.


Fuentes Consultadas:

- Revista de Moros y Cristianos de Crevillente. Salvador Puig Fuentes.
- Observaciones sobre la historia natural. Antonio Josep Cavanilles.
- Arqueología "La Font Antiga de Crevillent". M. Barceló, Mº Carbonero, R. Martí, G. Roselló.
- Planos de demarcación de minas "La Protectora" y "La Crevillentina". Archivo Municipal de Crevillente.
- Especialmente a la atención personal de Salvador Puig Fuentes con sus explicaciones y aclaraciones sobre las aguas de Crevillente.


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