viernes, 29 de abril de 2016

HONDO DE LA MINA

La galería subterránea que se analiza en este artículo es una mina de agua situada en la partida rural ilicitana de Saladas. La mina abastecía a una finca de gran extensión conocida como la Torre Ibarra y sus aguas también sirvieron para irrigar terrenos colindantes, muchos de los cuales están ocupados hoy en día por el polígono industrial de Torrellano.
La titularidad de las tierras donde esta la mina y toda el área regable estaba vinculada a las familias de Brú y Piqueres, Navarro Galán y Pascual de Bonanza.
D. José Brú y Piqueres fue una figura influyente en la Sociedad ilicitana durante la primera mitad del siglo XIX. Además fue socio fundador y a la vez principal accionista de la Sociedad de la Sonda Artesiana, establecida para el alumbramiento de aguas en el norte del término municipal de Elche.
Tras su fallecimiento el 19 de Mayo de 1861 legó a su mujer y a su única hija una inmensa fortuna valorada en 2.317.786,87 reales. Su hija Dña Mariana Brú y Obregón heredó, entre otras: 163 tahúllas, 5 octavas y 6 brazas en la partida de Saladas y un paquete de acciones valorado en 38.783,60 reales de tres sociedades de aguas denominadas Sociedad de aguas de las Saladas, Agua de las fuentes de la Pedrera y Compañía de la Sonda Artesiana.
Mariana Brú heredó a su vez de su madre Dña Maria Ventura Obregón y de los Ríos, casada con Luis Cruz Pascual de Bonanza, una gran cantidad de tierras distribuidas por el término de Elche y acciones de la Sociedad de las Saladas.


Torre Ibarra o Casa de la Torre

El lugar o paraje por donde discurre la galería ha sido siempre conocido como el Hondo de la Mina, y a la mina se la conocía bien por ese nombre o simplemente la mina de Ibarra según algunos agricultores de la zona.
La construcción principal es una casa con una torre, cuyos últimos dueños fueron D. Juan Ibarra Peral y su esposa Dña Rafaela Cruz y Brú, ésta última descendiente directa del Sr Bru y Piqueres.
La Sra Cruz era propietaria de "toda la mina y balsa de agua dulce de la situada en el partido de Las Saladas de este término, compuesta de cien acciones. su valor dos mil setecientas cincuenta pesetas".
El agua se depositaba en tres balsas: la primera de ellas situada al lado de la torre a través de una acequia subterránea; la segunda situada a 270 metros al Suroeste de la casa mediante una acequia a cielo abierto; y una tercera construida mucho tiempo después al Norte, a mitad de ladera de una colina.
A la galería se accedía a través de una caseta situada exactamente a 20 metros al Sur del canal aéreo del Taibilla y fue demolida a raíz de los trabajos de desmonte para construir la autovía y asfaltado del camino rural. En el interior de la casa había unas escalerillas que daban acceso a la mina.
En ese lugar había una partidor o distribuidor que derivaba el agua hacia las dos balsas situadas a ambos lados de la Torre Ibarra.
El Sr Pepito recuerda que D. Juan Ibarra insistía en la limpieza del canal y que para ello se accedía a través de la caseta y se abrían las lumbreras que acompañan a la galería en su recorrido para las faenas de drenaje. Del mismo modo para algunas obras de reparación o de excavación posteriores se contrataron mineros procedentes de Pilar de la Horadada.
De esta forma se aseguraba que el caudal de agua fuese constante y continuo para su venta.
El agua se vendía mediante subasta, que por este medio adquiría precios elevadísimos. La venta se realizaba dos veces por semana en la Torre Ibarra, tarea que realizaba D. Vicente Agulló y Juan "el Pardalet". El sistema de riego estaba dividido en "cuartos", y cada cuarto equivalía a 20 minutos.
Juan era el encargado del motor elevador de aguas situado al inicio de la galería o mina subterránea. El agua se bombeaba desde el fondo hasta la galería y también se embalsaba en un estanque situado en la superficie al lado del motor. Desde aquí el agua se impulsaba hasta una balsa situada al Norte de la finca y levantada en último lugar.
La construcción de un estanque a una cota de nivel superior era para asegurar el abastecimiento a las fincas superiores o situadas por encima del Canal de Riegos de Levante.
Estos propietarios tenían preferencia en la subasta a diferencia de los restantes, que de uno u otro modo tenían asegurada el agua a través del Canal.




balsa y acequia

De este embalse construido en los años 40 del pasado siglo XX nace una acequia que serpentea bordeando algunas pequeñas lomas y atraviesa antiguos bancales situados en la ladera Sur de la Sierra Larga. El trazado de este canal coincide con una gran boquera que recoge aguas de escorrentía actualmente en uso para el riego de unos huertos.
Según las revelaciones de algunos agricultores que han conocido el sistema en funcionamiento el agua se llegó a pagar a 800 pesetas el cuarto, suma astronómica para aquellos tiempos.
Ese coste debió estar motivado no solo por la carestía del agua, si no también por los repetidos cortes de la energía eléctrica que impedían el funcionamiento del motor durante las horas de día.
Para solucionar este problema se instaló un motor que funcionaba con gasoil para producir electricidad, garantizando así que el sistema funcionara con continuidad. El carburante se recogía en Santa Pola y era trasladado hasta la finca según la versión de Pepito.


EL POZO DE LA CASA DE LA MINA

Para la exploración del pozo y la galería subterránea el equipo que accedimos obtuvimos la autorización y permiso por parte de los dueños de la conducción y terrenos por donde ésta discurre.

El pozo esta cubierto por una caseta que ha perdido el tejado y en su interior han anidado gran cantidad de palomas entre escombros, restos de tuberías y vigas de madera.
Justo al lado había una casona conocida como "la casa de la Mina" y una balsa (ambas desaparecidas en la actualidad).
Los mas veteranos del lugar comentan que en este lugar hubo una noria de sangre a comienzos del siglo XX cuando el nivel freático del agua estaba cerca de la superficie.

El acceso al pozo es a través de un túnel. En origen en la boca había una caseta con una puerta, hoy derruida, protegiendo la entrada. En su lugar, el dueño de la finca para evitar accidentes y la visita de curiosos lo ha tapado con leña disimulando así el acceso al interior.

Túnel escalonado de acceso.

El túnel es una galería escalonada descendente de 54 metros de longitud, dos metros de altura y un metro de anchura. Dimensiones prácticamente uniformes a lo largo del recorrido. Al final hay un pozo de 16 metros de profundidad hasta el punto donde toca con el agua.
En este lugar  hay un entarimado que ocupa toda la estancia. Encima hay un motor elevador de aguas, tuberías oxidadas, cableado y gran cantidad de guano de palomas que llegan hasta aquí por una abertura en la superficie. Esta sala tiene unas medidas de 4,70 por 3 metros.
Adosada a la derecha desciende una escalera de obra en forma de caracol hasta una segunda plataforma situada a 6,40 metros por debajo de la anterior. Los escalones están totalmente cubiertos de escombros y excrementos de aves. En el pasado había una barandilla para asegurar la subida y bajada rodeando el foso.



El equipo que accedimos al lugar instalamos unos anclajes en la pared (parabolts) para establecer un pasamanos, que unido a un arnés mediante unos cabos de anclaje funcionaron como medida preventiva en caso de resbalón o traspiés.
La segunda base o plataforma esta ocupada de grandes tuberías, motores, vigas, guano, y cables colgando desde lo alto, que por extrema precaución evitamos tocar.
A 1,5 metros antes de finalizar la escalinata  hay una oquedad en la pared de ladrillo taponando una galería que avanza de Oeste a Este y que se prolonga en esa dirección por el otro lado del foso.
Según el testimonio de algunos vecinos que han conocido el sistema en funcionamiento, este pozo no fue excavado de una sola vez, si no a medida en que descendía el nivel freático.
El segundo tramo en que se desciende por la escalinata fue perforado en los años 40 del siglo XX persiguiendo un caudal a mayor profundidad. Eso puede explicar la existencia de la galería comentada a este nivel y que fueron colmatadas para siempre acumulando en su interior los escombros de la excavación.


espeleólogo en el interior de la galería colmatada

Al lado hay lo que ha primera vista parece una hornacina tapiada por una delgada capa de ladrillo. Derribamos esa pared. Al otro lado hay un pequeño túnel que finaliza a los dos metros. Posiblemente fuera excavado y usado para resguardar material o aperos en la construcción del pozo.
Uno de los miembros del equipo se asomo al foso asegurándose a la plataforma usando las vigas que la sostienen para observar por debajo de ella, comprobando la ausencia de otras galerías.

inspección de galerías inferiores


EXPLORACIÓN DE LA GALERÍA SUBTERRÁNEA

Lumbrera de acceso

Desde aquí volvimos a la superficie y bajamos por una lumbrera situada a escasos metros al Oeste del pozo anterior. Para el descuelgue utilizamos dos árboles como anclajes naturales y descendimos 10,50 metros hasta una galería
Orientado hacia el Oeste hay un túnel de 33 metros de recorrido, 1,55 metros de altura y 0,65 metros de anchura, que finaliza en un muro con una abertura. En el interior hay un montón de escombros y cascotes taponando la galería sin posibilidad de continuar. En ese lugar hay una pequeña colonia de murciélagos.
Podemos interpretar que el murete sirviera para contener el agua en el lado opuesto  hasta alcanzar un caudal considerable y que circulara posteriormente por el canal


Todo pronostica la prolongación de la mina en esa dirección, aunque en la superficie no hemos descubierto ninguna lumbrera o pozo.
Este tramo esta excavado directamente en el terreno y se observan gran cantidad de nichos o lucernarios en lo alto de la pared a muy corta distancia entre ellos, y uno mas grande a la entrada excavado para ubicar una lampara.

las flechas indican la situación de los nichos para ubicar candiles.

De nuevo en la lumbrera de bajada, hay una galería hacia el Este en un minado con unas dimensiones de 1,77 metros de altura por 0,63 metros de anchura. Esta excavado a golpe de picoleta y se encuentra en buenas condiciones. Las marcas de las herramientas sobre la pared indican que este sector se excavó en sentido contrario al de nuestra marcha.
Hay excavados nichos o lucernarios a media altura en la pared y en el vértice de ésta con el techo a corta distancia entre ellos. Se observan escombros (botellas, toneles..) abandonados.
A 21,80 metros de la lumbrera en un recorrido sinuoso, hay una oquedad a la derecha con luz exterior y una tubería llena de excrementos de palomas. Continuamos 7 metros mas y a la derecha hay un pequeño murete con una galería escalonada descendente que va a parar a un pozo con el fondo lleno de agua corrompida. A lo largo del foso, enfrente desde nuestra posición, hay una escalera metálica, tuberías y vigas, donde las palomas han improvisado un palomar.
Este foso es el mismo al que se accede a través del túnel. Por debajo se observa la escalera de obra por la que descendimos con anterioridad.


Durante 11 metros mas la galería alcanza una altitud de 1,85 metros y una anchura de 0,65 metros hasta llegar a una lumbrera de forma rectangular tapada en la superficie.
Seguidamente la mina culebrea suavemente durante 39 metros mas orientándose hacia el Sureste, con unas dimensiones idénticas al tramo precedente hasta llegar a la próxima lumbrera. En este tramo también se observan gran cantidad de nichos para ubicar candiles. La lumbrera es de forma circular, cerrada en lo alto pero con una rotura que permite levemente el paso de la luz. Debajo de ella, en el suelo, hay un derrumbe que se salva con facilidad.
A continuación la galería continúa en dirección SE con un suave balanceo. Está excavada sobre tierra arenisca de color amarillo idéntica a los tres primeros tramos de la Mina de Galán situada en las cercanías. Alcanza una altura de 2,50 metros por 0,80 metros de altura. Observamos también un revoco de piedra y cemento hidráulico en el techo que se extiende sobre la pared. A 33 metros del respiradero se encuentra la siguiente lumbrera que permite que la luz del sol ilumine ampliamente la galería.
La lumbrera se encuentra ligeramente escorada a un lado y no coincide verticalmente sobre la mina. Debajo hay excavada una estancia con una bóveda a la izquierda y un pozo excavado revestido con cemento sin ninguna otra galería inferior. A continuación hay un foso con agua estancada corrompida, con gran cantidad de guano de palomas que anidan en su interior.

En la fotografía siguiente: a la derecha del espeleólogo está la lumbrera de gran amplitud, posiblemente para bajar la maquinaria ubicada en este lugar; detrás y a la izquierda hay un foso con agua y un pozo. En origen esta sala estuvo recubierta de cemento hidráulico.


Enfrente la galería continua y sobre ella hay excavada otra que finaliza a 5,80 metros. La galería inferior tiene marcas de agua y no tiene ningún paramento en las paredes, salvo el techo, que está construido con cemento hidráulico y sirve de base a la galería superior.
Desde aquí la mina adopta un perfil desigual con altibajos. El suelo esta cubierto con una gruesa capa de cieno y la altura alcanza hasta los 3,08 metros hasta la siguiente lumbrera que se eleva hasta las superficie con forma redondeada. Este tramo entre los dos respiraderos tiene una longitud de 18 metros.
A continuación el tramo que media hasta la siguiente lumbrera tiene una longitud de 42 metros. A partir de aquí hay agua retenida en el suelo que estará presente hasta el fin del recorrido. Durante los primeros 25 metros el techo tiene una altitud de 4 metros. A esa distancia comienza una galería por encima que avanza paralela hasta el próximo respiradero. Hasta ese tramo trabajado a un nivel superior han llegado algunas palomas desde el exterior.


La lumbrera es cuadrada y sus paredes están construidas con piedras unidas con argamasa. Está tapada en la superficie pero con una abertura.
La mina continúa oscilante hasta el siguiente respiradero durante una distancia de 43 metros. Durante los primeros metros las paredes no están recubiertas y no hay signos de que lo hayan estado. El techo tiene una curvatura y está reforzado con cemento. A continuación hay grandes piedras horizontales disminuyendo la altura de la galería. Seguidamente el hastial de la mina está cubierto en parte de cemento hidráulico (a tramos desaparecido), hasta la lumbrera.
En este lugar hay un graffiti realizado con un carboncillo y algunas fechas ilegibles sobre las paredes.


Inscripción de Antonio Martinez Marco

A continuación el barro acumulado en el suelo entorpece la marcha. El paramento que cubre las paredes ha caído y en algunos tramos está abombado y se desploma  con el mas mínimo roce. La apariencia del techo sin embargo es sólida y debe ser fruto de las últimas reparaciones efectuadas en la mina. Sobre el suelo hay pequeños derrumbes y el deambular cada vez es mas dificultoso.
Este último segmento tiene una longitud de 45 metros que finaliza en una lumbrera cuadrada cerrada en lo alto.
Grandes cantidades de fango acumulado en el suelo dificultan en extremo la marcha. El barro cede a cada paso que se da y el agua llega a la cintura. Hay grandes masas de tierra desplomada de la pared. Solo el techo no da muestras de debilitamiento. Durante un trecho esta recubierto de cemento y de repente aparece cubierto de grandes piedras horizontales  apoyadas sobre las paredes.
Estas, en los tramos en que se conservan en buen estado están enlucidas con cemento hidráulico perfectamente lisas y rectas, hasta llegar a otra lumbrera.


Este tramo tiene una longitud de 42 metros. El respiradero es cuadrado y realizado con piedra y cemento a corta distancia de la superficie.
Seguidamente el estado de la galería empeora. El lodo casi impide continuar, y para hacerlo, hay que evitar tocar las paredes para evitar desplomes.



Las paredes aparecen desconchadas y el cemento que las recubre se ha despegado. El techo vuelve a adquirir una ligera curvatura, enlucido de cemento.
A medida que se avanza la altitud de la galería disminuye a consecuencia de la gran cantidad de cieno bajo de nuestros pies y la obstrucción de la mina unos metros adelante.



A 29 metros del último respiradero se encuentra otra lumbrera repleta de escombros que ha colmatado la galería e impide su continuidad.
Durante los últimos metros hay que avanzar arrastrado por encima del barro. En este lugar hay gran cantidad de esqueletos de pequeños animales, caracoles y raíces.

Taponamiento de la galería


Desde este punto el canal debe continuar durante 190 metros hasta la caseta de acceso que había situada cerca de la Torre, con una lumbrera mas reconocida sobre el terreno.

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La galería y los pozos de acceso o lumbreras han sido objeto de repetidas reparaciones mientras el acueducto estuvo en uso como así lo han afirmado algunos vecinos. Estas modificaciones fueron llevadas a cabo bajo la dirección del Ingeniero Juan Ibarra, marido de Rafaela Cruz y dueña de la finca.
Visto el tipo constructivo en que se encuentran los dos últimos tramos explorados de la mina, cabe la posibilidad que para su ejecución se realizase una zanja sobre el terreno, a continuación se construyesen las paredes y fuese tapado posteriormente con grandes piedras horizontales y cubiertos en último lugar con la tierra retirada.
En la exploración llama la atención la gran altitud que alcanza la excavación en algunos sectores y la apariencia de dos galerías paralelas.
J.M. Millán, espeleólogo e investigador de las minas de agua en Andalucía sugiere que el minado se construyó siguiendo un conducto natural respetando la inclinación del canal en torno a 1%. Hay veces en que este conducto pre-existente alcanza gran amplitud originando una galería de techos altos (hasta 5 metros en este caso). Lo que se ha hecho es limitar la altura de la galería con una bóveda de cañón para aislarla de la parte superior, compuesta de un terreno blando y con riesgo de desplome ya que se encuentra cerca de la superficie.
Los pozos de aireación o lumbreras que hay repartidos a lo largo del canal no guardan una similitud entre ellos ya que algunos son perfectamente redondos, otros rectangulares y los restantes cuadrados.
Alguno de estos últimos están perfectamente rematados en toda su altitud con piedras y cemento dando sensación de solidez.
El equipo accedió por una de estas lumbreras y se contabilizaron un total de doce, pudiendo haber una u dos mas en dirección a la Torre.
La longitud total de la galería es de 400 metros.

Las fotografías siguientes corresponden a algunas lumbreras vistas desde el interior de la galería:

Pozo por el que accedió el equipo

 

 

Según la información recopilada sobre el paraje, la mina es anterior a la intervención de Juan Ibarra y según los estudios realizados podemos llegar a la conclusión de que se trata de la "Fuente de Saladas" cuyas primeras excavaciones fueron llevadas a cabo por D. José Brú y Piqueres.
En el Archivo Municipal de Elche hay un documento firmado por dos ganaderos fechado en el año 1900 donde reclaman "el derecho que les asiste a que se reponga el abrevadero que existía en la partida de las Saladas surtido por las aguas de la fuente de la mina".


Miembros del equipo.
- Olga pérez
- Vicente Gómez
- Rafael Santacreu
- Sergio Gez

Fuentes Consultadas:

- Juan Francisco Mollá. Investigador local y autor del espléndido blog Historia de Torrellano.
- José Agulló Candela. Investigador local
- José Agulló. Antiguo empleado de la Torre Ibarra
- Jose Antonio "escurina". Propietario y usuario de las aguas de la mina
- Juan. Agricultor en el Fondet dels Piñols.
- Fernando Soler y Diego Ferrández. Parientes de Dña Rafaela Cruz
- Jose Millán Naranjo. Asociación andaluza de exploraciones subterráneas
- Archivo Histórico Municipal de Elche.
- Archivo Histórico Provincial de Alicante.




martes, 5 de abril de 2016

TRES FUENTES EN UN RINCÓN DE ALCOY

El nacimiento de aguas que se analiza en este artículo esta situado en la comarca de L´Alcoià, y abasteció a una finca de gran extensión, en un paraje montañoso en la umbría de la Font Roja.
La construcción principal es una casona con una balsa y un lavadero en su parte trasera y otro estanque situado en uno de sus lados.
La finca, además de la fuente principal, contaba con dos pequeños manantiales mas que se han localizado. De los tres todavía brota agua que no es aprovechada en su totalidad por el abandono y la falta de mantenimiento.

Al Norte de la casa al pie de un macizo rocoso se encuentra el punto de suministro principal. En la actualidad se encuentra oculto y no es visible desde ningún punto. 
Camuflado en un bosque de pinos y carrascas se levanta un molino de viento en ruinas para elevar agua hasta la superficie. Este tipo de artefactos bombeaba el agua para almacenarla en un estanque, situado normalmente cerca del molino. En esta ocasión el agua iba dirigida por el interior de una pequeña galería artificial hasta el exterior, donde iba canalizada por una acequia hasta las balsas de la finca.
Cabe la posibilidad de que en un primer momento el agua manara caballera a través de una mina, que posiblemente se prolongue mas allá de la molineta, y que al bajar el nivel freático se excavara el pozo con la instalación del aparato elevador.



A corta distancia, en los muros de un bancal, se encuentra la entrada de un alcavón de 35,50 metros de longitud en linea recta. La construcción de este tipo de canales subterráneos es simple: en primer lugar se abría una zanja en el suelo y posteriormente se cubrían las paredes con piedras extraídas de la propia excavación; a continuación se formaba el techo con grandes piedras planas apoyadas unas sobre otras, y se tapaba de nuevo con la tierra retirada.
A una distancia mas profunda cuando la tierra era mas compacta el túnel podía prolongarse excavando directamente sobre el terreno.



La entrada presenta unas dimensiones de 1,10 metros de alto por 0,53 metros de ancho. El suelo esta cubierto de agua con una moderna pero básica toma de agua que se canaliza en una tubería de pvc. 
En un primer tramo de 18,70 metros las medidas de la galería son uniformes. Al finalizar esa distancia hay un derrumbe que paraliza el curso del agua. Aquí la galería alcanza una altura de 1,80 metros por 0,60 metros de anchura. En uno de sus lados hay un nicho o lucernario para ubicar un candil.
Desde aquí hasta el final la galería está excavada directamente sin ningún paramento que cubra las paredes y el techo. Se observan raíces procedentes del exterior.
El minado acaba en un pared de ladrillo que separa el pozo de la galería. En la parte inferior se observa un vierteaguas.





A 500 metros en dirección Noreste hay una pequeña balsa abandonada al lado de un camino rural. En su interior aún conserva parte del enlucido hidráulico, y en uno de sus lados se encuentra la paleta que regulaba la salida del agua.
El llenado del estanque se realizaba mediante una pequeña conducción de 96 metros de longitud que comunicaba con un nacimiento que brota a ras de tierra. Tanto la acequia como el lugar donde aflora el agua están tapados por la maleza y situados en unos bancales abandonados.
El pequeño manantial está excavado artificialmente y el techo lo forman piedras dispuestas en forma de cuña. El barro y la vegetación impide el curso del agua, que de esta forma queda estancada en la boca de entrada.



Por último el tercer punto de agua esta situado en un lugar agreste y montuoso, alejado de sendas, donde hay restos de un viejo camino que comunicaba este lugar con la masía.
En un recoveco hay un espacio donde todo indica que en el pasado había una fuente y desde donde nace un modesto canal casi en ruinas, pero en cuyo interior aún circula agua.
Esta conducción desaparece a los pocos metros entre una gran masa forestal y no es posible seguirla.


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