Ruta realizada el 16 de Junio de 2012
El Poblado íbero del Puig, localizado en la ciudad de Alcoy a 889 msnm, fué un importante asentamiento en el pasado, mal tratado, como se verá más adelante y que en la actualidad está unido a la parte alta del núcleo urbano por un cómodo sendero.
Algo más arriba de los antiguos depósitos de agua en la calle San Vicente nace la Carretera del Molinar. Dejando atrás las últimas casas, vamos por el camino que aparece justo enfrente al lado de dos higueras y rodeados de unos bancales de olivos, hasta llegar a las proximidades de los ruinosos edificios del Molinar.
Seguimos por el camino a la derecha hasta llegar a una pequeña carretera semi alquitranada, y continuar hacia abajo.
Allí aparecen las fábricas de Soler Hermanos y del Ferro, y de fondo el paisaje carbonizado de la partida de Pagos, a raíz del incendio que hubo aquí hace poco.
Pasamos al lado de la fuente del molinar y del salto de agua que hay al lado para dirigirnos al manantial. En la pared hay una placa indicativa del sendero local S.L.V 25.8 que desde aquí, conduce a nuestro punto de destino.
Dejamos a un lado los pozos 1 y 2 del manantial del Molinar para ascender por el camino que nos lleva a la carretera nacional 340. Recorremos unos metros por el asfalto para dirigirnos a la Venta Saltera. Justo al lado de la puerta de entrada de la venta asciende un camino hasta una antigua casa forestal rodeada de cipreses por uno de sus lados.
De aquí parte parte una senda que bordea el Barranco de la Batalla, quedando por encima nuestra el antiguo trazado del FFCC Alicante-Alcoy. Pasamos justo por debajo del viaducto que salva el barranco para continuar cómodamente.
Mas adelante la senda llega a una altura donde empieza a descender para dirigirse al cauce del Barranco de la Batalla.
En este punto las señales indicadoras de sendero no están muy claras. Hay que continuar hacia el sur, remontando el barranco y pasar al otro lado, oséa, al margen derecho de éste donde vuelve a perfilarse la senda.
Pasamos por una cuevecilla de la que mana un hilillo de agua. En la próxima revuelta aparece el puente que salva el barranco; justo al otro lado, en lo alto, hay un gran abrigo; pasamos bajo una de las lunas del puente. El itinerario nos lleva a cruzar a la otra parte del cauce, al lado izquierdo del barranco, y continuar sin pérdida hasta la carretera privada de entrada del Mas de Puig.
En este lugar se unen el Barranco de Les Florencies y el de la Batalla.
Avanzamos escasos metros por el asfalto, y una vez hemos pasado el pequeño puente que salva la rambla, observamos la senda que sale a la izquierda quedando la masía al fondo a la derecha.
Seguimos por la senda que serpentea continuamente por un bosque de pinos. El ascenso no es muy duro salvo en el último tramo donde está más empinado y un poco resbaladizo.
Una vez arriba hay una placa conmemorativa al arqueólogo alcoyano Vicente J. Pascual Pérez y los restos del antiguo poblado ibérico.
El Ayuntamiento de Alcoy ha puesto unos carteles explicativos con unos dibujos idealizados sobre como se desarrolló la vida y el aspecto que tuvo este lugar hace mas de 2.000 años.
El Puig es un otero con una vista privilegiada de la Canal y en general de todo el entorno. Según los paneles informativos aquí se asentaron unas 300 personas en grupos de viviendas separadas por calles y espacios abiertos adaptándose a la orografía del terreno.
El primer grupo esta asentado en el nivel mas alto del cerro y es también el mas grande.
El siguiente grupo es una casa a distintos niveles con una escalera para su acceso superior. La entrada a la casa esta orientada al mediodía.
En un tercer grupo estaba la torre defensiva. Realmente este lugar era la puerta de entrada al poblado por el camino del Este.
Vicente Pascual Pérez en la descripción del lugar y de los objetos encontrados dijo además:
"La ignorancia ha destruido un lugar interesantísimo para el estudio de la cultura ibérica"; y es que en su relato manifiesta que:
"En el siglo XIX un grupo de buscadores de tesoros invadió El Puig, destruyendo muros, haciendo hoyos en distintos puntos, incluso haciendo galerías en la roca a fuerza de barrenos allí donde se suponía oculto el imaginario tesoro. En estas rebuscas tropezaron con gran cantidad de vasijas y diversos objetos que fueron destruidos y esparcidos por la cumbre".
El arqueólogo denuncia otro caso lamentable:
"A principios del siglo XX el dueño de unos terrenos próximos en la vertiente sur de la sierra viendo que allí tenía unos bancales que cultivar (muros escalonados donde estaba la necrópolis) empezó a roturar destruyendo los muros y construyendo otros sacando urnas cinerarias y vasos italogriegos con figuras humanas que destruyó sin darle importancia"
Vicente Pascual hace un inventario de los objetos encontrados como:
- Vasos cerámicos
- Platos de distintos tamaños con decoración sencilla
- Cerámica italo-griega con diversos motivos y restos de ropajes
- Pequeños objetos de plata, cobre y bronce
- Artículos de hierro, plomo y hueso
- Fragmentos de un molino a mano de conglomerado cuarzoso y uno pequeño de piedra basáltica giratorio.
Tanto Vicente Pascual Perez como Federico Rubio Gomis sitúan el final del poblado en el siglo IV a.d J.C, más o menos sobre los años 350 y 320 a. J.C, finalizándose mucho antes de la dominación romana.
Vicente Pascual aclara también que, dada la fuerte situación del cerro, fuese ocupado en culturas anteriores como lo demuestra los restos encontrados, aunque escasos, son suficientes para conocer la existencia de una cultura más antigua.
Fuentes Consultadas:
- El Poblado Ibérico de "El Puig" (Vicente Pascual Perez)
- La Cerámica de "Barniz" negro del Poblado Ibérico del Puig (Federico Rubio Gomis)
Ministerio de cultura (casa forestal nº 9) |
Mas adelante la senda llega a una altura donde empieza a descender para dirigirse al cauce del Barranco de la Batalla.
En este punto las señales indicadoras de sendero no están muy claras. Hay que continuar hacia el sur, remontando el barranco y pasar al otro lado, oséa, al margen derecho de éste donde vuelve a perfilarse la senda.
Pasamos por una cuevecilla de la que mana un hilillo de agua. En la próxima revuelta aparece el puente que salva el barranco; justo al otro lado, en lo alto, hay un gran abrigo; pasamos bajo una de las lunas del puente. El itinerario nos lleva a cruzar a la otra parte del cauce, al lado izquierdo del barranco, y continuar sin pérdida hasta la carretera privada de entrada del Mas de Puig.
En este lugar se unen el Barranco de Les Florencies y el de la Batalla.
Vistas del puente sobre el barranco desde el abrigo |
Avanzamos escasos metros por el asfalto, y una vez hemos pasado el pequeño puente que salva la rambla, observamos la senda que sale a la izquierda quedando la masía al fondo a la derecha.
Seguimos por la senda que serpentea continuamente por un bosque de pinos. El ascenso no es muy duro salvo en el último tramo donde está más empinado y un poco resbaladizo.
Una vez arriba hay una placa conmemorativa al arqueólogo alcoyano Vicente J. Pascual Pérez y los restos del antiguo poblado ibérico.
Placa. Al fondo Alcoy, Montcabrer y Barranc del Cint |
El Puig es un otero con una vista privilegiada de la Canal y en general de todo el entorno. Según los paneles informativos aquí se asentaron unas 300 personas en grupos de viviendas separadas por calles y espacios abiertos adaptándose a la orografía del terreno.
El primer grupo esta asentado en el nivel mas alto del cerro y es también el mas grande.
El siguiente grupo es una casa a distintos niveles con una escalera para su acceso superior. La entrada a la casa esta orientada al mediodía.
"La ignorancia ha destruido un lugar interesantísimo para el estudio de la cultura ibérica"; y es que en su relato manifiesta que:
"En el siglo XIX un grupo de buscadores de tesoros invadió El Puig, destruyendo muros, haciendo hoyos en distintos puntos, incluso haciendo galerías en la roca a fuerza de barrenos allí donde se suponía oculto el imaginario tesoro. En estas rebuscas tropezaron con gran cantidad de vasijas y diversos objetos que fueron destruidos y esparcidos por la cumbre".
El arqueólogo denuncia otro caso lamentable:
"A principios del siglo XX el dueño de unos terrenos próximos en la vertiente sur de la sierra viendo que allí tenía unos bancales que cultivar (muros escalonados donde estaba la necrópolis) empezó a roturar destruyendo los muros y construyendo otros sacando urnas cinerarias y vasos italogriegos con figuras humanas que destruyó sin darle importancia"
Biblioteca Municipal de Alcoy |
Vicente Pascual hace un inventario de los objetos encontrados como:
- Vasos cerámicos
- Platos de distintos tamaños con decoración sencilla
- Cerámica italo-griega con diversos motivos y restos de ropajes
- Pequeños objetos de plata, cobre y bronce
- Artículos de hierro, plomo y hueso
- Fragmentos de un molino a mano de conglomerado cuarzoso y uno pequeño de piedra basáltica giratorio.
objetos encontrados en el yacimiento (Vicente Pascual Perez) |
Tanto Vicente Pascual Perez como Federico Rubio Gomis sitúan el final del poblado en el siglo IV a.d J.C, más o menos sobre los años 350 y 320 a. J.C, finalizándose mucho antes de la dominación romana.
Vicente Pascual aclara también que, dada la fuerte situación del cerro, fuese ocupado en culturas anteriores como lo demuestra los restos encontrados, aunque escasos, son suficientes para conocer la existencia de una cultura más antigua.
Fuentes Consultadas:
- El Poblado Ibérico de "El Puig" (Vicente Pascual Perez)
- La Cerámica de "Barniz" negro del Poblado Ibérico del Puig (Federico Rubio Gomis)