lunes, 18 de junio de 2012

LA SIMA DEL CABEÇÒ

Ruta realizada el 13 de Junio de 2012

Conocida también por la Sima Del Marqués, es una cavidad que se encuentra situada a escasos metros del vértice geodésico del Cabeço D´or
Ya fué explorada por espeleólogos alcoyanos a mediados del siglo XX acompañados por dos mulos, que sirvieron como animales de carga en el ascenso para portar las escaleras y las cuerdas de cáñamo necesarios para el internamiento en el mina.
En la página web de este grupo cuevasalicante nos cuentan un poco la historia de esta cavidad, diciendo que fue la excavación de un Marqués allá por el siglo XVII, con la esperanza de encontrar oro sin conseguirlo, dejando toda su fortuna en el empeño.

Esta fantasía del oro también fue comentada por Cavanilles:

"muy cerca de su cumbre se conservan rastros de algunos pozos hechos en otro tiempo para sacar las creidas minas de oro. Halláronse piritas y otras cosas de poco valor, y por eso se abandonaron los trabajos..."

y por Gaspar Escolano:

"estas fuentes nacen a la falda del monte llamado Cabezo de oro, por haber en él minas de oro, plata, hierro y mucho azufre.."

Acompañado de Vicente y Stefan partimos hacia la cumbre desde el pequeño aparcamiento que hay antes de llegar a las Cuevas de Canelobre
Iniciamos la andadura a las 08:26 horas hacia el noroeste por el camino de tierra señalizado con el PR-2. Dejamos a la izquierda la pintoresca Casa de Gorjás en las proximidades de las antiguas minas de La Orcolana y La Salvación, hasta llegar al Mas del Racó de Seva, observando la gran cantidad de bancales abandonados a lo largo y ancho de la loma que queda a la izquierda.

A la altura del Mas hay un pino desde donde parte una serpenteante senda señalizada a la derecha y en continuo ascenso.
Vicente y Stefan no hace mucho que se han iniciado en el mundo de la espeleogía y quieren poner en práctica sus conocimientos obtenidos de los cursos en los que han tomado parte. A partir de aquí nos repartimos el peso extra de los arneses, cuerdas y demás utensilios para explorar la cueva.

Avanzamos cómodamente durante una hora siempre en la sombra, paralelos a la inmensa mole del Cabeçò a nuestra izquierda, y de las bonitas vistas a la derecha.




Llegamos a un claro donde se encuentra las ruinas de la Casa de Polzet y de un pozo de nieve, donde algunos han aprovechado y han tirado papeles y botellas en su interior.
Continuamos hacia la cumbre; la senda ahora se vuelve un poco mas empinada y resbaladiza debido a la gran cantidad de piedras sueltas. Llega un momento en que avanzamos pegados a unas paredes verticales donde curiosamente, alguien ha puesto unas figuritas montando un belén en un hueco en la roca.



Unos metros antes de llegar a la cima está la caseta casi derruida donde vivían, por así decirlo, los mineros que trabajaban a las órdenes del Marqués. Visitamos el vértice geodésico situado a 1210 msm para observar las espléndidas vistas desde lo alto, pese a las brumas que se observaban en el horizonte, y nos preparamos para internarnos en la cueva.
Se pueden observar también por los alrededores restos de antiguas construcciones y un aljibe.

Vértice Geodésico Cabeçò D´or y Alicante al fondo

Preparamos el material por si hay que hacer  un descenso en vertical y listos...




Descripción de la cavidad

La bocamina está en el interior de la caseta, en el suelo. Bajamos unos 2.5 metros fácilmente y descendemos por una rampa, arrastrándonos hasta un espacio abierto. "Es lamentable que hayan botellas de plástico vacías acumuladas en un montón" (cosas de humanos mal educados). A la izquierda hay un pozo, pero nosotros continuamos adelante.
Pronto empiezan a verse afloramientos calcáreos en la roca. Aparece un pequeño descenso vertical que se salva mediante un pasamanos, no sin dificultad, y unos metros adelante hay otro descenso que se salva del mismo modo.

"Los que me leáis sabréis disculpar que el vocabulario empleado no es el adecuado para la descripción de un lugar como este".


Siguiendo sentido descendente aparece a nuestra izquierda un muro hecho de piedras perfectamente encajadas, posiblemente para asegurar y evitar el derrumbamiento de las paredes.
Cuando la cueva hace un giro a la izquierda aparecen unos puntitos dorados en una roca. A todos nos vino a la mente el oro del Marqués. Ignoro la composición de esta sustancia. Al tocarla era como una especie de resina.

Muro de contención
El oro

En este lugar hay un amplio espacio sobre nuestras cabezas donde existen estas formas caprichosas en la roca pero nada que sea espectacular a nuestros ojos.
Hay lugares donde hay que tener especial cuidado donde poner las manos para apoyarse, porque muchas rocas no son seguras. No hay que olvidar que hay multitud de grandes rocas desprendidas del techo y las paredes, y hay que pasar a través de ellas.






Llega un lugar al lado de una rocas donde hay un profundo pozo y se hace necesario el material de espeleo para continuar. En este lugar a unos 60 metros de profundidad desde la bocamina acaba mi internamiento en la cueva.
Vicente y Stefan, perfectamente pertrechados se disponen a continuar.

En la foto de abajo Vicente se enfrenta a su primera vez...

la primera vez que coloca un spit

ante la mirada de los otros dos miembros del equipo.



Mis compañeros inician el descenso para seguir explorando la sima durante casi una hora y media más. Bajan a una altura de unos 15 metros. Mas adelante hay un segundo pozo donde ya existe una instalación previa efectuada por otros exploradores.
Vicente y Stefan hacen una instalación nueva para bajar por este pozo.


Bajando por el primer pozo
Bajando por el segundo pozo

Según palabras de Vicente y Stefan a medida que iban descendiendo, el suelo y las paredes eran más inestables. Su objetivo era llegar hasta donde lo hicieron los espeleólogos de Alcoy a los 115 metros de profundidad.
Estos exploradores encontraron muros de contención parapetados por grandes vigas de madera. En la actualidad hay un derrumbe a esta altura y se hace del todo imprudente continuar.
En la siguiente foto (retocada) se observa con dificultad restos de las vigas de madera.




Desde este lugar mis compañeros ascienden hasta el lugar donde yo los espero.
La experiencia fué muy emocionante y satisfactoria.
Al final todos contentos; Vicente y Stefan plenamente satisfechos de haber puesto en práctica sus conocimientos y haberlo hecho bien además, sin compañía de expertos en la materia; Y yo de haberles acompañado en esta incursión sin más ayuda que mis amigos y mi casco de bici que me protegió de los innumerables golpes en la cabeza. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, creo que soy quien dio el curso a Vicente y Stefan, yo no les enseñe a bajar de un solo punto en la cabezera, pero bueno cada uno hace lo que mas le conviene, (eso lo puedes eliminar pero es bueno recordarlo). La cueva ya esta instalada, pero se puede bajar hasta el final destrepando, hay que buscar un poco los pasos pero es facil. No se puede llagar al final la ultima sala se nos derrumbo y si se puede pasar( que no creo), no es conveniente hacerlo. Los muros creo que los hicieron quienes buscaban el oro, todo el ultimo tramo esta escabado a mano y si es inestable, no aconsejo bajar, pero que cada uno valore

sergio dijo...

Ante todo gracias por tu comentario. Cuando llegamos al primer pozo nos encontramos un solo spit, Vicente colocó otro para asegurarlo, había practicado unas cuantas veces en exteriores y se sentía con seguridad para hacerlo. Realmente bajaron de dos puntos (si te fijas bien, se ve perfectamente en el vídeo que hay en la entrada). Era la primera instalación en cuevas que realizaba, y créeme que se piensa y repiensa mucho lo que hace. De todas formas él ha seguido estudiando, leyendo y practicando y a fecha de hoy haría la instalación de manera muy distinta (con un ocho de doble gaza, reasegurado en la roca de la izquierda con un nudo amortiguador, por ejemplo). En lo referente al estado de la sima, en todo momento llevamos en la cabeza tus recomendaciones, y fueron prudentes, resumiendo la visita, en que hay simas más fáciles y bonitas.

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