La casa-torre de Cabrafich esta ubicada dentro del término municipal de Busot. La casa pertenecía a una finca de mas de 60 jornales de tierra de secano y de regadío cuyo propietario en el siglo XVII era el Señor de Busot.
Mas tarde esta propiedad perteneció a la nobleza de los Casa Rojas procedente del vínculo de D. Lorenzo Martinez de Vera.
En la actualidad se encuentra en ruinas a causa del abandono y del vandalismo.
Mas tarde esta propiedad perteneció a la nobleza de los Casa Rojas procedente del vínculo de D. Lorenzo Martinez de Vera.
En la actualidad se encuentra en ruinas a causa del abandono y del vandalismo.
Aún se alza imponente a la vista desde la carretera comarcal en dirección a Aigües. Pero a medida que nos acercamos vemos una edificación decadente que se sostiene a duras penas con el apoyo de algunas vigas de hierro, a la espera de que un vendaval o un derribo forzado acaben con ella por el peligro de derrumbe que representa.
El Profesor Armando Alberola documenta que la heredad de Cabrafich se arrendaba por terceras partes por una duración de ocho años y una tasa anual de 25 libras. En el año 1660 la heredad solo se arrendaba entera siendo el precio anual de 75 libras pagaderas en el día de San Miguel.
Mas tarde, continuando con las palabras del experto, "con el paso del tiempo la heredad de Cabrafich, con su casa, torre y fuente de agua se convirtió en propiedad codiciada por los habitantes del lugar puesto que con los rendimientos que de ella se obtenían se podía satisfacer el canon sin agobios y además vivir sin grandes estrecheces. El Señor de Busot decidió reducir a tan solo cuatro años la duración del contrato y elevar el precio del mismo por encima de las 90 libras".
La campiña que rodea a la casa presenta un aspecto de extrema aridez, compuesta de antiguos bancales que antaño fueron regados con aguas conducidas a través de boqueras, y la procedente del manantial de la finca.
Aún hoy en día se perfila la boquera que avanza por la vertiente derecha del barranco de Cabrafich en dirección a la torre. Y otra que nace justo debajo de la CV-773 y continúa por el margen izquierdo de la rambla.
Sobre el origen del topónimo algunas fuentes lo mencionan como "Cabrafic o Cabrafig". Posiblemente, y a falta de una opinión mas acertada, sea un nombre de origen catalán cuyo significado sea "Cabrafiguera o Cabrahigo", traducido como "higuera silvestre".
Si bien, en la inspección sobre el terreno no quedan restos ni de este ni de ningún otro cultivo.
El paisaje esta compuesto de monte bajo o matorral sobre antiguos bancales abandonados y con la vista hacia el Noroeste de las canteras de áridos del Cabezoncillo.
En algunas zonas se observan desperdicios procedentes de la actividad cinegética en la zona. De hecho, el interior del aljibe que hay al lado de la casona es un almacén de desechos y vainas de cartuchos.
Quizás lo que mejor se conserve es parte de la infraestructura hidráulica construida para abastecer a la finca de aguas manantiales, compuesta de una fuente, un canal y una balsa con un lavadero y un abrevadero adosados.
Un documento notarial describe la finca y la fuente de la siguiente manera: "Una hacienda, llamada de Cabrafich... compuesta de casa para el labrador y cuatrocientas diez y ocho tahúllas, cinco octavas y veinte y una brazas de tierra; de las cuales, doscientas cuarenta y cinco tahúllas y cuatro octavas, son tierra panificada con algunos algarrobos y almendros; dentro de cuya tierra, existe una balsa, que se llena con agua de la fuente que nace en propiedad de José Giner de Rosa y mana por una galería de veinte metros, desde cuya boca hasta la pared de la balsa, existe una distancia de cuatrocientos sesenta y ocho metros, que es lo que mide el cauce por donde discurren las aguas de la expresada fuente, hasta llegar a la indicada balsa...".
La fuente es una galería subterránea de captación situada en el margen derecho de la rambla, oculta a la vista por matorrales y plantas espinosas, y en relativo buen estado de conservación. De su interior ya no aflora agua, esta seca, igual que los manantiales que existen en los alrededores.
En una inspección sobre el terreno se desprende que desde la bocamina comienza una galería de 11 metros de longitud que finaliza en una pared construida de piedra. Este tramo de 4 metros de altura tiene el techo abovedado donde se notan las marcas del cimbrado de cañas que sirvió para sostener la bóveda.
De esta galería parte un ramal a la izquierda de 26 metros a diferentes alturas: un sector de 14 metros donde el túnel alcanza una altura de 2,25 metros; y un segundo tramo hasta el final del minado de una altura de 1,43 metros y 66 centímetros de anchura.
En todo su recorrido el suelo esta sobre elevado por una gruesa capa de barro seco cuarteado, reduciendo sus dimensiones originales.
Las galerías están excavadas en la roca sin ningún recubrimiento dejándose notar las señales de las picoletas de los trabajadores que hicieron la perforación.
En las paredes hay excavadas pequeñas oquedades o nichos para ubicar candiles siempre presentes en este tipo de estructuras subterráneas.
Vista actual de la fachada meridional de la casa
La campiña que rodea a la casa presenta un aspecto de extrema aridez, compuesta de antiguos bancales que antaño fueron regados con aguas conducidas a través de boqueras, y la procedente del manantial de la finca.
Aún hoy en día se perfila la boquera que avanza por la vertiente derecha del barranco de Cabrafich en dirección a la torre. Y otra que nace justo debajo de la CV-773 y continúa por el margen izquierdo de la rambla.
Boquera
Sobre el origen del topónimo algunas fuentes lo mencionan como "Cabrafic o Cabrafig". Posiblemente, y a falta de una opinión mas acertada, sea un nombre de origen catalán cuyo significado sea "Cabrafiguera o Cabrahigo", traducido como "higuera silvestre".
Si bien, en la inspección sobre el terreno no quedan restos ni de este ni de ningún otro cultivo.
El paisaje esta compuesto de monte bajo o matorral sobre antiguos bancales abandonados y con la vista hacia el Noroeste de las canteras de áridos del Cabezoncillo.
En algunas zonas se observan desperdicios procedentes de la actividad cinegética en la zona. De hecho, el interior del aljibe que hay al lado de la casona es un almacén de desechos y vainas de cartuchos.
LA FUENTE DE CABRAFICH
Quizás lo que mejor se conserve es parte de la infraestructura hidráulica construida para abastecer a la finca de aguas manantiales, compuesta de una fuente, un canal y una balsa con un lavadero y un abrevadero adosados.
Un documento notarial describe la finca y la fuente de la siguiente manera: "Una hacienda, llamada de Cabrafich... compuesta de casa para el labrador y cuatrocientas diez y ocho tahúllas, cinco octavas y veinte y una brazas de tierra; de las cuales, doscientas cuarenta y cinco tahúllas y cuatro octavas, son tierra panificada con algunos algarrobos y almendros; dentro de cuya tierra, existe una balsa, que se llena con agua de la fuente que nace en propiedad de José Giner de Rosa y mana por una galería de veinte metros, desde cuya boca hasta la pared de la balsa, existe una distancia de cuatrocientos sesenta y ocho metros, que es lo que mide el cauce por donde discurren las aguas de la expresada fuente, hasta llegar a la indicada balsa...".
La fuente es una galería subterránea de captación situada en el margen derecho de la rambla, oculta a la vista por matorrales y plantas espinosas, y en relativo buen estado de conservación. De su interior ya no aflora agua, esta seca, igual que los manantiales que existen en los alrededores.
En una inspección sobre el terreno se desprende que desde la bocamina comienza una galería de 11 metros de longitud que finaliza en una pared construida de piedra. Este tramo de 4 metros de altura tiene el techo abovedado donde se notan las marcas del cimbrado de cañas que sirvió para sostener la bóveda.
De esta galería parte un ramal a la izquierda de 26 metros a diferentes alturas: un sector de 14 metros donde el túnel alcanza una altura de 2,25 metros; y un segundo tramo hasta el final del minado de una altura de 1,43 metros y 66 centímetros de anchura.
Tramo de la galería de gran altura
Las galerías están excavadas en la roca sin ningún recubrimiento dejándose notar las señales de las picoletas de los trabajadores que hicieron la perforación.
En las paredes hay excavadas pequeñas oquedades o nichos para ubicar candiles siempre presentes en este tipo de estructuras subterráneas.
Fotografía tomada desde el fin de la galería (de reducidas dimensiones)
En algunos tramos a ras de suelo se observan veneros que aportaban caudal a la mina, sobre todo en la pequeña cavidad que hay al lado de la galería de entrada al lado del muro de piedra.
Croquis realizado al finalizar la inspección
Desde la bocamina el agua iba canalizada por la ladera de la rambla hasta la balsa que hay unos metros por encima de la carretera comarcal, haciendo un recorrido de 520 metros.
En algunos tramos el canal está derruido o casi invisible por la maleza. Llegando al embalse se pueden observar grandes losas de piedra que cubren la acequia.
Vista de la balsa. Al fondo la Casa-Torre de Cabrafich
A la altura del estanque el agua caía a un pocillo de sedimentos y continuaba en linea recta durante 25 metros hacia un lavadero y seguidamente se depositaba en la balsa.
En la cara que mira al Sur hay una compuerta que daba salida al agua y era distribuida por los bancales de la finca.
Vista general del camino del agua hacia la balsa
Lavadero en ruinas
Fuentes consultadas
- El proceso de desintegración de los patrimonios de origen señorial... Ana Rosa Candela Hidalgo
- Jurisdicción y propiedad de la tierra en Alicante. Armando Alberola Romá.
- Archivo Histórico Provincial de Alicante. Protocolos Notariales
- Archivo Histórico Provincial de Alicante. Protocolos Notariales
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