miércoles, 9 de marzo de 2016

LAS FÁBRICAS METALÚRGICAS ALICANTINAS EN LA PRIMERA MITAD DE SIGLO XIX

El descubrimiento en el año 1839 del filón Jaroso en la Sierra Almagrera (Almería), supuso el florecimiento de la minería de extracción de plomo argentífero en el levante español, sobre todo en Almería, Cartagena, La Unión y Alicante.
Inmediatamente después del hallazgo se crearon multitud de sociedades mineras en el sureste español, muchas de ellas alicantinas, para la explotación del mineral en la mencionada Sierra Almagrera, Cartagena-San Ginés y también la solicitud de multitud de registros en la provincia de Alicante.

Joaquin Ezquerra del Bayo atribuye el descubrimiento del filón a Andrés López, alias el perdigón, y vecino de Cuevas de Vera.
La primera demarcación en el criadero argentífero del Jaroso fue la Mina del Carmen y junto a ellas se establecieron las pertenencias mineras de Animas, Esperanza, Rescatada, Estrella y la Observación, obteniéndose cinco millones de arrobas de mineral durante los primeros cuatro años de explotación.

El siguiente enlace muestra las Compañías mineralógicas creadas en Alicante durante estos años. La mayoría de ellas tuvieron una vida muy corta y sus productos no abastecieron a las Compañías  que se analizan, pero surgieron a raíz del auge minero de la época.
Las Sociedades mineralógicas alicantinas en la primera mitad del siglo XIX



El R.D de 4 de Julio de 1825 posibilitaba al pequeño inversor acceder al accionariado de una de estas Compañías junto con otros potentados pertenecientes a la burguesía local. Muchos de estos miembros carecían de conocimientos sobre mineralogía o técnicas extractivas, tan solo aguardaban un beneficio rápido a expensas de las expectativas creadas.
Esas mismas perspectivas atrajo capital extranjero y con ello la intrusión de grandes firmas inglesas y francesas dispuestas a participar y controlar el próspero negocio que se presagiaba.
Sumado a lo anterior, una Ley del año 1840 prohibía la exportación de los metales en bruto o no beneficiados, por lo que las Sociedades recién creadas tenían que vender sus productos a las fundiciones locales.

Estas industrias manufacturaban el mineral mediante la copelación en hornos de copela.
La copelación es el procedimiento metalúrgico realizado para separar la plata que contiene el plomo. La operación consiste en "fundir el plomo en un horno, con lo cual una parte de él se volatiliza y la otra se oxida, convirtiéndose en litargirio, quedando el botón de plata en la copela".

Para que esta operación pudiera ser rentable económicamente, el plomo debía ser suficientemente argentífero "como el hallado en el Jaroso", para que pudiera indemnizar el gasto del combustible empleado (carbón), el valor del plomo volatilizado y el trabajo de los operarios.
El "litargirio o protóxido de plomo" era empleado en la alfarería para el vidriado de la loza, en medicina para las úlceras, la cura de cicatrices en la piel o el infarto de testículos.

En Almería fue muy numeroso el número de fundiciones que se instalaron al amparo de la fiebre metalúrgica en la zona. Por su importancia se pueden citar por ejemplo la fundición de San Andrés en Adra, propiedad de Manuel Agustín Heredia y la fundición de San Ramón, en la Garrucha, propiedad de Ramón Orozco.
En la Provincia de Murcia la determinación con que se ejecutaban los trabajos de excavación protagonizaban noticias como la de El Espectador:
"sigue en esta el entusiasmo por las minas, y también el fomento por las fábricas, las de Escombreras, cuyas respectivas dependencias parecen pueblos... En la inglesa haciéndose unas excavaciones, se han encontrado unos sepulcros romanos y momias gigantescas, con otras muchas curiosidades.
Son muchos los pozos antiguos, en cuya profundidad se encuentran grandes caños  y espacios con entivaciones de aquellos tiempos, esqueletos de varios animales y otros de personas colosales, cadenas, grillos, guijarros de todas clases perfectamente conservados y monedas antiguas, al par que se descubren grandes masas de mineral plomizo argentífero y de cobre...".

Durante los años 1841 y 1842 se crearon en Alicante las Sociedades: La Británica Metalúrgica, La Alicantina, La Botánica, La Lealtad, Las Palmas, La Economía y San Juan, todas ellas ubicadas en la capital alicantina para manufacturar minerales procedentes de Murcia y Almería.

SOCIEDAD BRITÁNICA METALÚRGICA

La fundición la Británica Metalúrgica fue creada el 15 de Mayo de 1841 con un capital de 200.000 pesos fuertes constituidos sobre 2.000 acciones de 100 pesos fuertes cada una.
La duración de la Sociedad era de 20 años y la Junta Directiva estuvo compuesta exclusivamente por socios extranjeros: D. Gaspar Waring, José Wallace, Guillermo Duke, Jorge Willians y Arturo Mac-Culloch.
En la disposición novena de la escritura de constitución consta que la mayoría de la dirección debería ser siempre de súbditos británicos. En el acto se nombraron a los Sres Enrique Braddell y Diego Patterson como directores suplentes.
Al mismo tiempo se crea una comisión de inspección y consulta compuesta de tres miembros que deberían ser españoles, quedando nombrados los Sres Tomás España, Roman Izquierdo Hernández y Roque Blanquer.
Otros miembros ilustres de la Compañía fueron: Jaime Maisonnave, Juan Bautista Lafora, Antonio Pitaluga y Estanislao Lafora entre otros.
La Sociedad contrató al prestigioso Diego Michell como director de las fundiciones.

Los terrenos para la ubicación de la factoría fueron adquiridos a D. Francisco Filliol, Prior de la Cofradía de las Almas y cura mas antiguo de la Iglesia Parroquial de Santa María. compuestos de "tres jornales de tierra secana, poco mas o menos situada en la partida nombrada de entre dos sierras, término de esta Ciudad, sus lindes por una parte con tierras que fueron de Agustín Sanchez; por el otro con sierra o montaña de S. Julián; por el otro con monte nombrado del Molinet, y por el otro con ribera del mar... y una casa situada en la Calle del Norte de la Villavieja de esta Ciudad... por el precio de setenta y cinco libras moneda corriente de este Reyno..".
Y a Dña Rafaela Gadea y Grau, Dolores Gadea y Grau y Antonio Gadea y Grau "un jornal de tierra secana o tanta cuanta sea que contiene de ancho el pedazo doscientas varas desde el mar hasta el monte, situada en la sierra nombrada del Molinete, inmediato a esta Ciudad.... por el precio de mil quinientos reales de vellón...".

La prensa de la época hacia eco de la noticia y una breve descripción de las instalaciones:
"El edificio principal para colocar los hornos de fundición tendrá la extensión de 266 palmos valencianos de largo y 44 de ancho, todo de piedra picada, y unos 24 palmos de altura, cubierto con un triángulo de madera..".

Algunas publicaciones, sin embargo, no ocultaban su malestar por el carácter hermético y de "estrangerismo" de los fundadores de la Sociedad ya que "todo cuanto en él existe , salvo la parte material de edificio, todo reconoce una procedencia inglesa, desde los ladrillos para los hornos hasta la hasta las máquinas mas complicadas".

La fábrica manufacturaba mineral procedente de Cartagena y la Sierra Almagrera, gran parte extraído de la mina "Observación", también denominada Mina de Orozco. Durante el bienio de 1844-1845 se arrancaron de esta mina 729.472 arrobas de mineral que importaron un valor de 6.913.192 reales.

Según la información recopilada la factoría de la Británica, pese al escaso período de tiempo que estuvo en funcionamiento, fue una fundición de gran importancia, tanto por la dirección como por la calidad final de su producto, en clara ventaja sobre otras fábricas situadas en la misma Sierra Almagrera, Aguilas o Mazarrón.
En el telégrafo de la minería se insertaba la noticia de la compra de 500 quintales de galena de la mina Usurpada en Carrascoy. El mineral fue analizado por D. Jose Antonio Llobet i Vall-llosera dando como resultado un 60% de plomo y 4 onzas y medio de plata por quintal.
En el diario El Espectador de 30 de Octubre de 1842 se anunciaba la compra por un espacio de cuatro meses de minerales procedentes de Mazarrón a 500 reales/quintal por parte de la Sociedad Británica.
En el Correo Nacional figura la compra de material procedente de la mina Esperanza situada en el Monte San Cristóbal de Mazarrón: "..Ha pedido la junta directiva 8.000 arrobas de mineral, contratándolo a 25 reales a la puerta de la mina... Con la mayor presteza ha llegado un barco al puerto de Mazarrón, y sabemos positivamente que el día 3 ha zarpado con el cargo de 1.500 arrobas para el de Alicante. Nuestros lectores no ignoran los profundos conocimientos que tiene en la metalurgia el director de la fundación británica, que sin hacer agravio a otros profesores, parece que es el que hasta ahora ha obtenido mas brillantes resultados con los minerales ferruginosos, pero ricos de Almagrera; pues bien, si este ha pedido una cantidad de 8.000 arrobas a la esperanza de Mazarrón, ¿No será por cuando por repetidos ensayos este satisfecho de su utilidad y ganancia?".
El diario El Eco del Comercio de 8 de Mayo de 1843 informaba de la mayor operación de copelación de plata realizada hasta ese momento en Europa a cargo de la Británica Metalúrgica. Se trataba de una copelación de 14.500 onzas de plata, algo mas de 36 arrobas valencianas.
Seguidamente hace una descripción de la magnitud de la fábrica en ese momento:
"Esta fábrica tiene en la actualidad siete hornos de fundición, cuatro de copela y catorce de calcinación; e inmediatamente va a construir cinco hornos mas de fundición, va a poner máquinas de vapor, hacer un muellecito y otras muchas mejoras: tales que pasados dos o tres meses confía el famoso químico que la dirige, fundir 80.000 arrobas de mineral mensualmente.
Esta fábrica ha cumplido en año y medio varias contratas de plata para el extranjero que ascienden a cerca de 400.000 onzas, y ha embarcado y tiene de existencia en sus almacenes sobre 10.000 quintales de plomo...".

En otro diario podía leerse "El establecimiento se ha levantado con la grandeza y esplendidez propia de las obras inglesas, y la dirección trabaja con actividad, haciéndose a toda costa con recursos para atender a los fuertes compromisos que consigo traen las gigantescas operaciones que han emprendido. Últimamente han comprado la fábrica de Fundición que el Sr Orozco poseía en la Garrucha de Aguilar, en la que había un grande repuesto de mineral, y por lo que se obligaron a pagar 300 mil duros en tres plazos.... La expresada fábrica de La Garrucha, ha principiado ya a fundir a la vista de uno de los directores de La Británica y del químico principal D. M Michell, y aseguran que muy en breve podrá dar ya unas 1.000 onzas de plata diarias".
Varios miembros de la Británica Metalurgica formaron a su vez la Sociedad Mineralógica La Calpeana para la explotación de minas en el distrito de Portman (Cartagena), cuyos productos debieron ser llevados a Alicante.
La Británica Metalúrgica hizo su primera copelación de plata el 4 de Febrero de 1842 y la ultima fue fechada el 20 de Octubre de 1843. En ese intervalo se realizaron 65 copelaciones con una producción de plomo-plata de 80.785 arrobas, con un valor de plata copelada de 10.536.608 reales de vellón.
Con la puesta en marcha de la empresa se contabilizaban 12 operarios ingleses y 50 hombres y muchachos del país.



Boletín Oficial de la Provincia

JUNTA GENERAL ORDINARIA DE MAYO DE 1843


El 31 de Mayo de 1843 la Sociedad Británica Metalúrgica expone, en Junta General, los resultados de las operaciones llevadas a cabo hasta ese momento.
El coste de los edificios de la Sociedad en Alicante ascendían a 669.609 reales de vellón y 11 maravedis, incluyendo el desmonte, terraplenado y formación de la linea de costa.
El gasto de la maquinaria importaba 573.936 reales de vellón y 15 maravedis. La instalación consistía en una máquina de vapor, hornos, ladrillos refractarios y otros enseres.
Habían construidos 6 hornos de reverbero para fundir; uno para reducir el litargirio a plomo; 4 hornos de copela; 14 hornos de calcinar; 4 hornos altos o de pava con el mismo objeto y para la operación de cristalización para apurar la plata conocida en el litargirio; y por último un hornito para derretir la plata y ponerla en barras.
La máquina de vapor serviría para dar viento a los hornos de copela y hornos altos de fundición pendientes de instalar, ademas de dar movimiento a los lavaderos, triturar el mineral y moler los huesos para las copelas.

La Asociación Británica poseía la fundición de San Ramón de la Garrucha de Vera (Almería) valorada en 900.000 reales de vellón. La fábrica tenía 5 hornos altos de fundición y un horno de copela.
La adquisición de ésta factoría fue para manufacturar los minerales de la rica mina de la Observación, pese a que poco después el contrato se canceló por discrepancias sobre la forma de trabajar del químico alemán al frente de la excavación.
Hasta el 30 de Abril de ese año se habían entregado 373.738 onzas de plata equivalentes a 8.360.758 reales de vellón. Y a finales de 1842 se embarcaron dos cargamentos de plomo para Inglaterra: Uno de 4.567 quintales en el bergantin Ocean Child, y el segundo de 3.517 quintales en el bergantin Matilde.
El primero de ellos se perdió en el mar y se cubrió con un seguro de 4.000 libras esterlinas.
La Sociedad contaba  con 8.000 quintales de litargirio para convertirlo en plomo.
De todo lo expuesto la Junta estimó unos beneficios de 613.987 reales de vellón y 20 maravedís.
Aún así en el informe no se oculta los grandes gastos efectuados en el pago de intereses, la instalación de nueva maquinaria y los elevados salarios de los expertos extranjeros. Por ese motivo la Junta sugiere a sus asociados la expedición de 250 acciones mas al precio de 2.000 reales de vellón para incrementar el capital a 2.000.000 mas.

LA INCURSIÓN DE LOS ROTHSCHILD

La poderosa Casa-Banco Rothschild pronto se interesó en la plata obtenida por la fundación afincada en Alicante para sus fábricas de moneda en Francia.
Los Rothschild eran una familia de banqueros judíos con la particularidad de que sus empleados también lo eran y estaban vinculados por estrechos lazos familiares. Sus intereses en España abarcaban las minas de mercurio de Almadén, Riotinto o la Compañía de ferrocarril MZA. En la guerra de la Independencia financió al General Wellington para que derrotara a los franceses, y en el extranjero participaron en la extensión del ferrocarril por Europa y en la construcción del Canal de Suez y del Estado de Israel.
El Profesor de Historia Económica Miguel Angel Lopez Morell afirma "podemos hablar, sin riesgo a equivocarnos, del mas importante esfuerzo inversor en la historia de España".
Los Rothschild tenían agencias en toda Europa, y su oficina de Madrid estaba representada por su agente plenipotenciario Daniel Weisweiller, sobrino de Nathan Mayer Rothschild.
El profesor Lopez Morell en su obra "La Casa Rothschild en España" declara que Weisweiller "aceptó una oferta de Antonio Campos para participar en la comercialización de la plata que produjera una nueva fábrica que se estaba construyendo en Alicante, llamada La Británica, lejos del ámbito de influencia geográfica de Heredia, que desde su fundición de San Andrés en Adra, al sur de Almería, controlaba casi la mitad de la producción de plata de la zona".

Pero con probabilidad la primera firma de prestigio que contrató y exportó plata al extranjero fue la "Rodrigues Ely Fils aîne" procedente de Marsella. El historiador Alfonso de Otazu revela el contenido de una carta donde la firma "Antonio Campos e Hijo", representante de Weisweiller en Alicante, envía al mencionado Sr Weisweiller sobre una operación realizada por la casa francesa.
"Es bien cierto que la plata ha sido expedida desde Adra a Marsella, pero las expediciones mas considerables han tenido lugar desde aquí. El Señor Rodrigues Ely fils aîne, de Marsella, ha hecho aquí exclusivamente este negocio, habiendo anticipado fondos a la Sociedad La Británica, con la condición de que se le devolvería su dinero con lo que se produzca en la fundición. Acaba de contratar 200.000 onzas, entregando un adelanto de 40.000 pesos al 12 por ciento anual; se le entregará a cambio toda la plata a medida que se vaya destilando a razón de 23 reales de vellón la onza".
A. Campos e Hijo estaban interesados en la actuación del representante de los Rothschild y dejar a un lado a R.E fils aîne. Para ello ofrecía además los servicios de la otra gran fundición "La Alicantina", de la que los Campos tenían intereses al formar parte de la junta consultiva.
Finalmente Daniel Weisweiller aceptó entrar en el negocio, no sin reparo, y envió a A. Campos tres efectos que sumaban 100.000 reales, y estos le abrieron una "cuenta P". Weisweiller impuso una serie de condiciones como que los envíos de onzas debían hacerse a Marsella, a Roux de Frayssinet y Compañía, a poder ser en dos buques llamados Le Phenicien y Le Phocéen, por cuenta de Rothschild Hermanos.
Campos oferto una cantidad de plata a Weisweiller, mencionando además "Ahora está usted a tiempo de hacer negocio y quitar con esto para siempre la plata de La Británica a Rodrigues".
Weisweiller agradecía el acoso que mantenía su representado sobre Rodrigues, ya que gracias a él podía controlar el negocio de plata y acaso monopolizarlo.
Para cerrar el trato D. Weisweiller envió a su apoderado D. Estanislao de Urquijo, ya que "no se fiaba de nadie en Alicante". El mismo Urquijo además vigilaba los pasos de R.E fils aîne que también estaba interesado en la plata de La Británica.
Rodrigues tras una visita por las minas de Almagrera desembarcó en Alicante comprobando que el negocio había fracasado tras la irrupción de Urquijo.


LA QUIEBRA DE LA BRITÁNICA METALÚRGICA

El 7 de Diciembre de 1842 la Sociedad vende a la Casa Rothschild Hnos de París, con la mediación de E. Urquijo, 200.000 onzas catellanas de plata que deberían entregar desde el primero de Marzo hasta el último de Septiembre de 1843 por una precio de 23 reales de vellón de onza, debiendo verificarse el pago mediante un anticipo de 75.000 duros.
En la cláusula 6 de la escritura viene reflejado: "Para garantizar contra todo evento el religioso reintegro de los setenta y cinco mil pesos fuertes que se anticipan, la Sociedad Británica Metalúrgica hipoteca especial y expresamente a este objeto su fábrica fundición de esta Ciudad, en la que se obligan dichos señores Presidente y Directores a tener así mismo en ella siempre una existencia equivalente a los setenta y cinco mil pesos fuertes que se anticipan, en mineral argentífero, plomo, plata y carbón piedra, todo lo cual también queda hipotecado...".

El 9 de Enero de 1843 la Sociedad obtiene un préstamo de D. Pio Pita Pizarro mediante su representante D. Camilo Labrador de 30.000 duros. Como garantía del crédito la Británica de nuevo hipoteca la fundición con todas sus existencias.
Posteriormente en escritura de 20 de Febrero de ese año la Casa Rothschild adquiere de la Sociedad Británica 200.000 onzas de plata mediante otro anticipo de 85.000 pesos fuertes y a cuya seguridad hipoteco la fábrica de fundición de San Ramón de la Garrucha de Vera con todas sus existencias, además de la de Alicante.
Estas operaciones junto con la venta en Octubre de 1843 de la fábrica San Ramón a Ramón Orozco y Otros por 25.000 duros originaron la quiebra de la Sociedad.
De las cuentas presentadas por los síndicos resultaba un saldo a favor de la Casa Rothschild. Pio Pita Pizarro se opuso a esa resolución originando dos pleitos, uno criminal y otro civil, que se saldaría el primero a favor de los Rothschild en sentencia dictada por el Tribunal de Comercio de Alicante de 9 de Marzo de 1847.



El litigio provocó el arresto de D. Joaquín Hernández de Padilla, Procurador de la familia de Pita Pizarro por espacio de 21 días. A continuación a causa de la hostilidad entre ambas familias se creó un tedioso expediente que finalmente absolvía al Sr Hernández de Padilla y Camilo Labrador, con la condena y sanción al Juez D. Remigio Salomón, al escribano D. Vicente Izquierdo y Champourcin y al Procurador D. Ramón Bello por la mala praxis en sus funciones.
Todos estos acontecimientos fueron, entre otros, la causa del cese de la actividad de la Compañía.
El Boletín Oficial de la Provincia de Alicante insertó dos anuncios informando de la subasta del contenido de La Británica.



Boletín Oficial de la Provincia

SOCIEDAD METALÚRGICA LA ALICANTINA

La fundición La Alicantina fue la segunda en crearse en la Ciudad de Alicante y estuvo ubicada en el "Huerto de las Palmeras", partida de Babel. A diferencia de La Británica la Junta Directiva la componían socios españoles, cuya cúpula estaba constituida por los Sres D. Manuel Oriente, Pascual Vassallo, Juan Bushell y Melchor Astiz.
En un artículo de el diario El Heraldo se puede leer:
"El establecimiento esta edificado al poniente de esta Ciudad, (al lado opuesto del que ocupa La Británica), en el sitio llamado Huerto de las Palmeras, a la distancia de un tiro de cañón de estas murallas. Es un lugar ameno por la proximidad de la población, por los plantíos que la circundan y por el mar apacible, en cuya resaca apoya un pie la colosal "Alicantina". La obra es suntuosa y magnífica, y sus muros forman un cuadro tres veces mas grande que el que ocupa La Británica. En su centro se han formado dos departamentos contiguos, pero enteramente independientes; uno para la fundición inglesa, y para la alemana el otro. Para la primera vinieron químicos y operarios ingleses de reputación, y para la segunda el joven aleman D. Gustavo Thost, químico de los mas sobresalientes de aquellos colegios..... Se están construyendo hornos a toda prisa, y es probable que en el próximo verano, pueda el solo nombre de Alicantina avasallar cuantas fábricas de esta especie existen hasta hoy. La dirección tiene además miras de abrazar otro ramo de fundición, esto es, el beneficio de los minerales cobrizos, de que han encontrado rico filón en una mina denunciada por el inteligente de la Alicantina en las sierras de Tarragona, y de la cual es poseedora esta Sociedad".
La Sociedad estaba dividida en 500 acciones y tras su apertura la Junta adquirió un préstamo de un millón de reales a cambio de una contrata de 45.000 onzas de plata de las primera que produjera la fábrica.

Existe un documento en el cual se refleja una queja de varios vecinos de la partida de Babel oponiéndose a la construcción de la factoría en el mencionado Huerto de las Palmeras. Algunos de estos reclamantes eran D. Francisco Navarro, Juan Bautista Zammit y José Alemañ, alegando problemas de higiene pública.
El expediente fue trasladado a los facultativos D. Vicente Bernabeu y Pedro Sebastiá cuyo dictamen no ofrecía reparos en la construcción de la fábrica, tachándolo de improcedente "y que solo puede excusarse con suponer en los recurrentes toda carencia de nociones físicas, y toda idea de existencia de fábrica, lo cual no debe extrañarse en este país".
El Ayuntamiento desestimó la queja autorizando el levantamiento del edificio.

El 14 de Mayo de 1842 la Dirección de la Alicantina acuerdan con la Sociedad  "Viudes y Vidal", representada por D. Ramón Vidal y Vicente Viudes, la entrega de los materiales para la construcción de la factoría.
Los expresado Sres se comprometían a satisfacer en dinero en metálico la cantidad de: 97 reales y medio vellón el millar de tejas; 82 reales y medio vellón por cada millar de ladrillos; 127 reales y medio vellón por cada millar de adobes y 127 reales y medio vellón por cada millar de losetas. Igualmente se obligaban a proveer de las obras de alfarería necesarias.
A la firma del contrato los sres Vidal y Viudes recibieron 3.000 reales vellón a cuenta de las primeras entregas.


Boletín Oficial de la Provincia

El 6 de Agosto de ese año la fábrica produjo tres tortas de plata  de 16.061 onzas y el siguiente día 13 elaboró una torta de 7.231 onzas. La prensa de la época no escatimaba en elogios: "Admiramos la actividad y certeza de sus operarios, aunque no hay que extrañar tan felices resultados en un establecimiento tan bien montado y con tan buen método".
El Heraldo de 27 de octubre de 1842 anuncia la gran cantidad de mineral comprado por La Alicantina desde la sierra de Porman. Y en El Constitucional  se incita a la compra de acciones por parte de particulares debido a sus buenos resultados.
En la obra "Los Rothschild y sus socios en España", Alfonso de Otazu aclara el interés de la agencia de Antonio Campos en la fundición de La Alicantina, cuyos servicios ofrecían a los Rothschild a través de su agente Weisweiller. En la correspondencia entre ambos representantes hay una sumamente aclaratoria "La Sociedad Alicantina, en la que somos los mas interesados, se halla a punto de establecer una de las primeras fábricas de Europa; es un establecimiento a lo grande; hemos hecho venir químicos y obreros ingleses y alemanes.... los químicos son los mejores que se han encontrado en Inglaterra y Alemania, y todo nos hace confiar en que la plata será mejor que la de la Sociedad Británica, que es muy buena también".
Los Campos mostraban con perseverancia sus deseos de hacer negocios con D. Weisweiller como queda reflejado en las numerosas misivas intercambiadas. En ellas A. Campos informa de las proposiciones realizadas por Rodrigues Ely fils aîne y de la Casa Salvetti Hermanos y Compañía, realizando esta última una oferta de 40.000 onzas mediante un anticipo al 9%.
En un correo manifiesta: "Conocemos como usted que este negocio no promete grande beneficio, pero nuestro empeño era quedárnoslo, porque así era mas dificil, si no imposible, que otro nos lo quite, y casi nos asegura una exclusiva para lo sucesivo que no será mal negocio, en atención a que será cosa de consideración y las operaciones continuas".
Otazu revela que finalmente la Casa de Weisweiller aceptó entrar en el negocio del plomo y la plata haciendo un trato con la Sociedad La Británica, como queda reflejado mas arriba, quedando en duda de si hizo negocio con La Alicantina.

Por último, las instalaciones de la factoría sufrieron serios desperfectos ya que fueron utilizadas por las tropas de Federico Roncali. En el Boletín del Ejército hay un escrito fechado el 17 de Febrero de 1844: "En este día ha quedado establecida en La Alicantina la batería de obuses, operación que han querido contrariar los rebeldes... pero no han obtenido ventaja...hallándome ya completamente fortificado este interesante punto de la línea que me hace dueño de un considerable depósito de carbón piedra...".
El Heraldo de Abril de ese año anuncia el bombardeo de las fábrica de La Alicantina y Las Palmas, donde se hallaban las tropas de la Reina, por parte de los guardacostas El Plutón y La Proserpina.
La actividad no cesó en ese momento ya que hay datos que indican que durante el año siguiente la Alicantina continuó con la copelación de plata.
La fábrica hasta Diciembre de 1843 había realizado 22 copelaciones con una producción de plata valorada en 2.175.344 reales de vellón.


SOCIEDAD METALÚRGICA SAN JUAN

Con fecha 19 de Junio de 1842 comparecen los Señores: D. Antonio del Rivero, Jose Maria Dominguez, Jose Domingo Frías y Dominguez, Domingo Morelló y Segura, Francisco Bernabeu, Juan Baustista Asensi, Francisco Jover de Sebastiá, Vicente Garriga, Ermenegildo Pastor, Jose Cerdá y Carratalá, Francisco Pla y Fuentes, Rafael Juan Cortés, Antonio Penalva y Robert, José Galindo y Pastor, Antonio Rodriguez, Juan de Dios Castellanos y Francisco Santacreu, para la formalización de la Sociedad Metalúrgica San Juan con el objeto de "secundar el espírtiu de asociación que de poco tiempo a esta parte se ha visto nacer, dirigido a la fomentación de las fábricas de fundición, se ha propuesto establecer otra de aquellas donde solo se observe lo útil, desterrando por consiguiente la suntuosidad que tanto deja el orgullo. Facilitar a los que no puedan disponer de sumas de alguna consideración, nacido también el pensamiento de la empresa y por ello solo desea crear un capital de poco mas de ochenta mil reales de vellón, repartidos entre doscientas cincuenta acciones; fundir por el tanto por ciento que acuerde los minerales que presentes las compañías mineras y comprar las menas de las de La Almagrera y otros puntos, afin de no paralizar los trabajos".

La Compañía poseía minas en Jumilla como se refleja en el punto 3 de la escritura, y la obligación por parte del químico contratado de "visitarlas una o dos veces al mes, dirigiendo los trabajos, habonándosele solamente el gasto de carruage".
La duración estaba estipulada en 14 años con un capital de 80.000 reales de vellón, repartido en 250 acciones de 320 reales de vellón.
Se acordó el pago de una cuota de 12 reales vellón mensual por acción para cubrir los honorarios del químico, fundidores y peones.
Finalmente se nombró una dirección y administración que recayó en : Antonio del Rivero, Presidente; Jose Maria Dominguez, Vicepresidente; José Domingo Frías, contador; Domingo Morelló y Segura, Vocal Secretario y José Cerdá, Tesorero.
Y una Comisión de inspección y consulta como sigue: Francisco Bernabeu, Presidente; Juan Bautista Asensi, Vocal Secretario; Francisco Pla, José Galindo, Antonio Rodriguez y Francisco Santacreu, vocales.

Boletín Oficial de la Provincia

El día 13 de Septiembre de 1842 la dirección de la Compañía contrata a D. Antonio Valiente, vecino de la villa de Aguilas, como Director Químico Facultativo, con un salario de 20.000 reales de vellón anuales y por el término de dos años.
"El otorgante se obliga a desempeñar la dirección del establecimiento y responder de todas la operaciones de encalcinación, fundiciones, copelaciones y demás, concerniente de la elaboración del establecimiento ..... a enseñar a dos jóvenes que la dirección le designe, los trabajos de fundición y copelación...".
Del mismo modo el facultativo "no quiere cobrar honorarios hasta hacer la dos o tres primeras operaciones de fundición y copela. Si éstas salieran mal quedará a voluntad de la expresada dirección anular la contrata y sin derecho a percibir salarios u honorarios..".
El nuevo contrato "prohibe al Sr Valiente a prestar sus conocimientos a otra Compañía o fábrica ni a ausentarse de la Ciudad". En el caso de caer enfermo y no poder acudir a la fábrica "será su deber proveher a la fábrica de otro facultativo que lleve y cumpla dichas obligaciones..".

La Compañía en Septiembre de 1843 había realizado 7 copelaciones de plata con un valor de 171.700 reales de vellón.
En al Boletín Oficial de la Provincia del año 1849 aparece insertado un anuncio de subasta de los efectos embargados para realizar el crédito en favor de la Hacienda por un valor de 3.164 reales, resultado del 5% del valor de los minerales beneficiados.

Boletín Oficial de la Provincia

SOCIEDAD METALÚRGICA LA LEALTAD

El 29 de Junio de 1842 un nutrido grupo formado por destacados miembros de la sociedad alicantina formaron la Sociedad Metalúrgica La Lealtad. Entre los asociados figuraban Francisco Carratalá y España, Juan Pedro Sanmartin, Jose Laborda y García, Francisco Laborda y Garcia, Juan Gallostra, Manuel Ausó, Juan Bautista Zammit, Juan Dañiño, Jose Mingot y Fenoll, José Enriquez de Navarra, Miguel Carratalá y España o Francisco Garcia Reyner, entre otros.
La Compañía se formó con el objeto de fundir y beneficiar minerales con un capital de 250.000 reales de vellón, repartidos en 250 acciones de 1.000 reales vellón cada una.
La duración de la Sociedad estaba estimada en 10 años.
Una de las cláusulas expone que de los nueve individuos que componían la Junta Directiva, al menos siete debían ser españoles y todos vecinos de la Ciudad de Alicante.
Esa primera Junta Directiva estuvo compuesta por: Diego Roca de Togores, Presidente; José Pascual del Pobil, Baron de Finestrat, Vice presidente; Antonio Lozano, Contador; Pedro Beltrán, Sub contador; Domingo Moró y Galbis, Vocal; José Laborda, Tesorero; Francisco Garcia Reyner, Secretario y Antonio Guarner, Sub secretario.



El día 27 de Agosto de ese año La Lealtad formaliza un contrato con Roque Blanquer de 30.000 onzas de plata virgen, "o sea del título de doce dineros", de la casa moneda de Barcelona, producto de la fábrica de fundición de La Lealtad al precio de veinte y dos reales y tres cuartillos vellón por cada una.
En el convenio se matiza que por cada gramo de menos ley que tuviese la plata debían abonarse a Blanquer tres maravedis vellón. Para ello se nombraron dos artífices plateros por cada una de las partes. Del lado de Roque Blanquer estaba Diego Michell, Director Químico de la Asociación Británica. (Roque Blanquer en ese momento era miembro de la Junta Consultiva de La Británica).
Las condiciones por las que se regía esta operación debieron ser impuestas por el Sr Blanquer ya que no dejan de tener una apariencia un tanto singular.
La entrega de la plata debía efectuarse en la casa del Presidente de la Junta, Diego Roca de Togores para pesar la mercancía, o en su defecto en la casa de Gaspar Waring, Presidente de La Británica.
La Junta Directiva pidió un anticipo de 130.000 reales de vellón a cuenta, abonando por el adelanto el descuento de la plata de un uno por ciento mientras se halle en desembolso, reintegrables en la cuarta parte del valor de la plata de cada entrega.
Por su parte el Sr Blanquer entregó el dinero haciéndolo entre los días de la firma del contrato hasta el siguiente 15 de Septiembre, con la condición de que se le entregase una llave del almacén de la fábrica, donde se custodiaban 1.500 quintales de mena de las minas La Esperanza y Carmen, situadas en la Sierra Almagrera. Además, los miembros de la Junta debían figurar como garantes de la cantidad anticipada, y la prohibición de que la Junta Directiva pudiera vender "ni una onza de plata de la citada fábrica a persona alguna, mientras no quede enteramente cumplida la presenta contrata de las treinta mil onzas y después de cumplida se ha de dar a Blanquer la preferencia en las ventas siempre que este quiera comprar la plata a los precios y condiciones que haga".

En Agosto de 1843 La Lealtad había realizado 13 copelaciones con un valor de plata de 634.635 reales de vellón.

SOCIEDAD METALÚRGICA LAS PALMAS

El 31 de Julio de 1842 destacados miembros de la burguesía alicantina crean una Compañía con el objeto de fundir metales y adquisición y laboreo de minas, denominada Sociedad Metalúrgica Las Palmas.
La Sociedad estaba compuesta por: D. Juan Pedro Sanmartin, Francisco Laborda, Juan Ott, Francisco Xavier Aracil, Joaquin Llofriu, Pedro García, Jose María Martinez de Selma, Ramon Izquierdo y Hernández, José Pulciani, Antonio Ferrer, Juan González Río, Antonio Sereix, Tomás Guixot, Francisco Caro, Jayme Maysonnave, Juan Aquilina y Piqueres, Francisco Carratalá, Antonio del Ribero, Carlos Ramón, Francisco Cazorla y Blanch, Calixto Pérez, Teodoro Bergez, Juan Aquilina y García y Ramón Bello, éste último como apoderado de Juan Bautista y Estanislao Lafora.


Carta de P. Sanmartin sobre la instalación de la factoría en el Huerto de los Olmos
(Archivo Municipal de Alicante)


La duración de la Compañía era de 30 años, con un capital que no excedería de dos millones de reales vellón, divididos en mil acciones de dos mil reales cada una.
La dirección estaba compuesta de tres directores residentes en la Ciudad de Alicante. Estos fueron: Juan Pedro Sanmartin, Francisco Laborda y Jose María Martinez, cargo que desempeñarían hasta el próximo 1 de Mayo de 1846.
Se nombró una Junta Auxiliar o de Inspección compuesta de cinco socios, nombrada simultáneamente cada año en junta ordinaria. Quedaron nombrados: Cipriano Bergez, Calixto Pérez, Juan Aquilina y García, Francisco Stückler y Carlos Ramón.
El cargo de Tesorero recayó en Jaime Maissonnave.

El siguiente 9 de Septiembre J. Pedro Sanmartin nombra Procurador y Apoderado general y especial al Sr Rodriguez Ely, hijo mayor de Comercio y domiciliado en la Ciudad de Marsella, para contratar al Sr Romillo Dreschler como Director facultativo de la fábrica Las Palmas, o a cualquier otro facultativo que pudiera ser necesario, y a los operarios que se necesiten.

Boletín Oficial de la Provincia


Hay un documento notarial fechado el 27 de Mayo de 1845 que deja entrever lo que podría ser el fin de la actividad de la Compañía. Los directores de la factoría Jose Maria Martinez, Calixto Perez y Juan Gallostra acuerdan la cesión de la Metalúrgica Las Palmas a la firma Cucurny Tío y Compañía de la Ciudad de Marsella como pago de una deuda de 16.809 francos y 5 céntimos, o lo que es lo mismo, 63.874 reales. Además de la cantidad correspondiente al 5% de interés al año.
El acuerdo se liquida del siguiente modo:
"Todas las existencias en plomo, plata, litargirio, masa de copela y mineral que hoy se hallan existentes en la fábrica de fundición que la citada asociación tiene en la partida nombrada del Babel del término de esta Ciudad.
También ceden a dichos sres Cucurny Tio y Compañía los bienes muebles y semovientes, combustibles y efectos y enseres de toda especie propios de la misma asociación que existen en la expresada fábrica o fuera de ella.
Queda  a cargo de la referida dirección el realizar las existencias del mineral con cuyo producto ha de cubrirse el pago de los 63.874 reales y réditos expresados haciéndolo con intervención de los sres Cucurny Tio y Compañía o de su representante en esta plaza".

En Abril de 1844 Las Palmas había realizado 9 copelaciones, con un valor de plata copelada de 410.874 reales de vellón.

SOCIEDAD METALÚRGICA LA BOTANICA

El 11 de Agosto de 1842 D. Juan Bautista Zammit y Antonio Garrigós y Lopez acuerdan formar, como únicos socios, la Sociedad Metalúrgica La Botánica, con el objeto de establecer una fábrica de fundición de minerales en tierras del Jardín Botánico, propiedad del Sr Zammit, en la Ciudad de Alicante.
La Compañía fue creada con un fondo de 40.000 reales de vellón, aportados por los dos otorgantes a partes iguales, para invertirlos en un horno de fundición y otro de copela y para la compra de mena, carbón y otros materiales.
Las tierras y obras para el establecimiento de la fábrica fueron ofrecidos gratuitamente por el Sr Zammit durante el tiempo que durase la actividad, que estaba estipulada en un período de 10 años.
El Sr Garrigós que era maestro de obras estaba encargado de la dirección del establecimiento.
Esta Sociedad hasta Marzo de 1843 solo realizó una copelación con un valor de plata de 1.700 reales de vellón.

SOCIEDAD METALÚRGICA LA ECONOMIA

El 3 de Agosto de 1842 Dña Ramona Esquiva, consorte en segundas nupcias de Miguel Llanos vende y da en venta real a la Sociedad Metalúrgica La Economía, pendiente de formalizarse, "un pedazo de tierra secana compuesta de unos dos jornales de tierra poco mas o menos, con un pozo existente en ella, situada en la partida nombrada del Babel y hoy nombrada de Gras, termino de esta Ciudad... por el precio de ochocientos reales de vellón.... cuya cantidad queda en poder de la Sociedad por una acción gratuíta que la misma ha de dar a la otorgante...".

LA FÁBRICA DE FUNDICIÓN DE JOSE LASSALA

El 4 de Octubre de 1842 los miembros de la Sociedad Mineralógica La Unión, domiciliada en la Ciudad de Alicante en Mayo de ese año, acuerdan con D. José Lassala, vecino de Valencia, el suministro de minerales para una nueva fábrica de fundición.
La Sociedad La Unión era fruto de la fusión de Los Cuatro Amigos y Las Tres Gracias del Desengaño, dueñas de varias minas de hierro en la Sierra Helada. (ver enlace).
La factoría en esa fecha no estaba construida y su emplazamiento debía estar en Benidorm, Alfaz del Pí o La Nucia. A diferencia de las anteriormente estudiadas, esta fábrica estaba destinada a beneficiar solamente mineral de hierro, salvo que en las excavaciones apareciese cualquier otro.
La Unión se obligaba a dar al Sr Lassala la mena de hierro de los pozos abiertos o en lo sucesivo se abrieran.
La duración del contrato sería de 20 años al menos, a contar desde el primero de Enero de 1843.
El Sr Lassala se comprometía a donar a la Sociedad La Unión una sexta parte del hierro resultante de la fundición y a no contratar con otras Sociedades afincadas en la Sierra Helada como: La Trinidad, la del Pino, El Carmelo, El Volcano, El Naufragio, La Dolores y La Isabela.
Del mismo modo la prohibición de recibir o fundir mena de otras pertenencias ajenas a la Sociedad La Unión.


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Cuadro de las Sociedades alicantinas en funcionamiento a finales de 1843 (click para ampliar)

Boletín oficial de minas año 1844

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El cese de la actividad

Como se ha comentado al comienzo del artículo, la vida de las fundiciones "alicantinas" estudiadas, fue breve, al contrario de otras instaladas en el sureste de España, y que, con altibajos, algunas lograron sobrevivir muchos años más a raíz de nuevos filones descubiertos en el Jaroso y otros lugares de Sierra Almagrera.
No deja de ser extraño la ubicación de las fábricas en Alicante, tan alejadas de las excavaciones en Murcia y Almería. Posiblemente se debiera a la gran actividad comercial de la Ciudad y su puerto, y la masiva afluencia de tratantes extranjeros, tal como apunta Miguel Angel Pérez de Perceval.
Sumado a lo anterior hay que resaltar el desconocimiento por parte del empresario español del buen tratamiento de los minerales ya que todas las industrias, sobre todo las mas importantes: La Británica y La Alicantina, tuvieron que recurrir a químicos y personal de origen extranjero para la puesta en funcionamiento de las fundiciones, originando elevados costes en salarios, desplazamientos, etc.
Como se ha descrito también, para garantizar el anticipo previo de los contratistas, la directiva de las fundiciones hipotecaban sus instalaciones junto con los materiales, aperos, etc. Algunas de esas firmas eran opulentas casas de negocios extranjeras (Rothschild, Rodrigues, Cucurny Tío y Cia), que con su intervención en el negocio protagonizaron la quiebra de alguna de ellas.
Otros factores desencadenantes para el cese de la actividad metalúrgica en Alicante son los que aluden algunos autores citando las valoraciones de Juan Roca de Togores sobre el alto precio del carbón y a la carestía de éste como una de las principales causas del fracaso metalúrgico en Alicante.
Los investigadores Vilar-Egea informan de que varias de estas Compañías pasaron a formar parte de la Sociedad Anglo-Hispana, domiciliada en Cartagena bajo la dirección de Charles W Turner, Cónsul británico en esa Ciudad.

En el siguiente cuadro figuran la empresas que formaron parte de la Sociedad Anglo-Española según Gerard Chastagnaret.

L'Espagne, puissance minière: dans l'Europe du XIX siècle

Como último dato citar la creación, muchos años después, en 1909, de la Sociedad de las minas del Barranco de la Raja, situado en la Sierra Almagrera. constituida por D. Renato Bardín y Delille y D. Miguel Iborra Gadea para la explotación de minas en Cuevas de Vera.
Las pertenencias mineras fueron arrendadas a los Sres Bardín e Iborra por D. Luis Pascual del Pobil por un espacio de 20 años.
Minas arrendadas: San José, El Gran Oriente, La Fortuna, Las Tres Marías, demasía a la mina San José, demasía al Gran Oriente, Covadonga, y otras tres demasías al Gran Oriente.

Acción minera. Archivo fotográfico minero


Fuentes Consultadas:

- La Casa Rothschild en España. Miguel Angel López Morell
- Los Rothschild y sus socios en España. Alfonso de Otazu.
- Sobre el estado actual y marcha progresiva de las minas del Barranco Jaroso en Sierra Almagrera.       Joaquin Ezquerra del Bayo.
- La minería murciana contemporánea. Juan Bautista Vilar -  Pedro María Egea Bruno
- Archivo Histórico Provincial de Alicante. Protocolos Notariales.
- Archivo Municipal de Alicante.
- Boletín Oficial de la Provincia de Alicante.
- Diarios: El Eco del Comercio, El Espectador, El Correo Nacional, El Telégrafo de la minería.
- IGME.

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