Con fecha 12 de abril y 24 de Mayo de 1840 tuvo lugar en la Villa de San Vicente del Raspeig la constitución de una Compañia cuyos socios eran destacados miembros de la sociedad sanvicentera de la época.
El objeto de ésta era: "hacer una o mas excavaciones en el término de la villa de Tibi y Partido del Pla del Alchup, con el obgeto de ver si se encuentran aguas y extraerlas y conducirlas al término de este lugar...".
El objeto de ésta era: "hacer una o mas excavaciones en el término de la villa de Tibi y Partido del Pla del Alchup, con el obgeto de ver si se encuentran aguas y extraerlas y conducirlas al término de este lugar...".
La Sociedad estaba constituída entre otros por D. Mariano Beviá, D. José Agustin Frías, D. José Antón y Torregrosa, D. Juan Bautista Lafora y D. Carlos Lillo de Antonio. Estos fueron los representantes de la Sociedad y los responsables de la compra de terrenos, así como de la negociación o convenio con los usuarios de la Fuente del Lobo.
La Compañía quedó dividida en 50 acciones, una por cada socio o media a repartir entre dos. En el acto se nombró a D. José Beviá y Antón como depositario y del abono de 80 reales vellón por acción, además de la entrega continua mensualmente de 200 reales vellón por título hasta el afloramiento del agua.
El encargado de dirigir la excavación fue José Tendero natural de Fortuna, y D. José Galbis como responsable de los operarios.
La sociedad se denominaba "Sociedad de aguas San Vicente" o bien "Sociedad agrícola de San Vicente del Raspeig" según la documentación consultada, y fue la primera que se creó para la traída de aguas para riego en el municipio.
La excavación tuvo lugar en la partida del Aljub (Aljibe) en el piedemonte de la Sierra Maigmó. Desde aquí hay una hilera de pozos lumbreras en dirección Sur-Sureste que comunican con una galería subterránea a gran profundidad en dirección al Barranc de Bocairent y Racó de Faba, y desde aquí mediante un largo canal serpenteante hasta San Vicente del Raspeig.
A corta distancia se encuentra el nacimiento de la Fuente del Lobo, cuyas aguas salían al exterior a través de una mina e iban encauzadas hasta las casas de Xirau y Gaspar mediante una conducción bordeando el Barranco del mismo nombre.
En la escritura de constitución se hace notar el interés por parte de la Junta Directiva en llegar a acuerdos con los interesados de la Fuente del Lobo ya que los acueductos de la recién creada Compañia avanzan a corta distancia, llegando incluso a las proximidades de la mina o galería del Lobo.
En el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante se anunció la subasta para el inicio de las obras por parte de la Junta de Gobierno de la Sociedad Agrícola. En primer lugar se inicio el concurso para la construcción de la mina, cuyo remate fue adjudicado a José Maciá, José Zambrano, Francisco Quesada y Pedro Asencio, todos ellos vecinos de Crevillente, que se obligaban a "formar la Mina o galería subterránea de ocho palmos de altura y cuatro de ancha, de bóveda firme arqueada y bien hecha según el arte, desde donde concluirá la zanja abierta hasta el pozo cata que tiene la Sociedad al pie del monte llamado el Mainmon en el término de la Villa de Tibi, de manera que toda la Mina quede estable, firme y duradera; y en donde el terreno no permitiese por su flogedad o mala calidad quedar estable, firme y duradera la harán a su costa de calicanto y ormigón hasta que se logren dichos obgetos y no se pierdan las aguas.... El piso perfectamente liso y llano y con el declive o descenso de tres cuartos o medio palmo por ciento, a precio cada palmo de longitud, con la latitud y altura indicadas de cincuenta reales vellón".
Y a continuación para la apertura de los pozos lumbreras conforme al plano elaborado por el Arquitecto Emilio Jover. Estos pozos eran el número tres de 231 palmos de profundidad y el número cinco de 157 palmos de profundidad, cuyo remate fue adjudicado a favor de Vicente González y José Montoyo y Moya de la Universidad de Agost. Y los pozos sexto, séptimo y octavo de 116, 81 y 49 palmos de profundidad respectivamente a favor de Pedro Sempere, Antonio Ruiz y Vicente Sogorb y Sabater. Los pozos tenían que ser de figura ovalada de 8 palmos de longiud y 4 de latitud.
Para la realización de los trabajos la Sociedad de aguas entrego por cada pozo "dos picolas, un pico, una carrucha, un barreno, una maroma y cuatro capazos de barchilla y media...".
Dos meses después los mencionados José Maciá y compañía encargados de la construcción de la mina comunicaron a la Junta Directiva el cese de los trabajos tras haber excavado una distancia de 48 varas, al no convenirles su consecución.
A continuación en Julio de ese año se produjo una nueva subasta para la reanudación de los trabajos en la galería subterránea desde el punto en que fueron abandonados hasta el pozo muestra en la falda de la Sierra del Maigmó. La licitación recayó en Francisco Jover de Sebastián y José González, ambos Maestros de Obra de Alicante y Elche respectivamente, y de Victoriano Aracil, Agrimensor de San Vicente del Raspeig.
En las condiciones del remate se especificaba que se debía excavar la galería durante una longitud de 312 palmos desde el punto anterior a un precio de 26 reales vellón por palmo.
En una de las bases se especifica que en el caso de aparición de gases o aire atmosférico enrarecido, la Sociedad se comprometía a la apertura de una lumbrera en la distancia que hay desde el pozo quinto hasta el de muestra.
La Compañía adquirió a Dña Agustina Bernabeu 2 tahúllas, 6 octavas y 8 brazas de tierra junto con 9 almendros para la construcción de las lumbreras y la galería subterránea por 38 libras y 10 sueldos, cuyos terrenos lindan "por el extremo de abajo el camino de Agost y por el de arriba el monte del Maymon".
El objetivo principal por el cual se constituyó la Sociedad Agrícola era la construcción de un canal de riego para amerar tierras de San Vicente del Raspeig. Entre sus socios había miembros relevantes de la sociedad sanvicentera del momento y otros propietarios cuyos terrenos se encontraban fuera de los lindes de ese término municipal.
Pronto surgieron desavenencias entre ambos para el uso y aprovechamiento de esas aguas, por ese motivo se acordó modificar las bases iniciales y elevarlo a documento público.
"Cada socio como dueño y verdadero propietario del agua que le corresponda según la parte de acción o acciones que posea, podrá disponer libremente de ella, regándola en el término de San Vicente o fuera de él, como más le convenga.
En el caso de que algún interesado quisiese vender el agua de su martava o tanda para el riego, tendrán los socios la preferencia por igual precio y en segundo lugar los vecinos de San Vicente.
Los gastos de abrir acequias e hijuelas, puentes y cuanto fuese necesario para conducir el agua a los terrenos que convenga a los Socios, será de cuenta solo de los que interesen en ello, a contar desde el punto a que hayan llegado las acequias principales, que lo será a la latitud en que se halla situado San Vicente que se proponen hacer de su cuenta la Sociedad en número de tres por el terreno mas elevado del término que aora tiene este lugar".
En Septiembre de 1841 se realizó una subasta para la apertura de un nuevo pozo situado a 50 varas a la parte de abajo del pozo de muestra. El remate fue adjudicado a José Pastor y Beviá, Bautista Pastor y García y José Pastor y García, que se obligaban a realizar la mencionada excavación "de figura ovalada de como trescientos palmos de profundidad poco mas o menos, cinco de ancho y ocho de largo, a precio cada palmo de profundidad, con la longitud y latitud indicadas de diez y ocho reales y diez y siete maravedis".
En Febrero del año siguiente éstos señores manifestaron su incapacidad de continuar con los trabajos tras la aparición del agua y sufrir algunos accidentes abonando a la Compañía la cantidad de 1.075 rsvn.
A finales de año tuvo lugar un nuevo concurso para la adjudicación de una obra consistente en la construcción de 100 varas de bóveda de cal y canto de 8 palmos y medio de altura por 4 de anchura desde la boca de la mina al precio de 7 reales y 17 maravedís.
Las paredes debían ser lisas de cal y canto y de palmo y medio de espesor y la bóveda del techo de forma triangular. La mencionada obra fue adjudicada de nuevo a Bautista Pastor y García.
En Enero de 1846 la Junta de aguas confiere poder a Victoriano Aracil y Vicente Antón y Torregrosa para que en nombre de la Compañía, soliciten y reclamen de D. Francisco Bernabeu, presbítero residente en la Villa de Tibi, como a los restantes dueños de tierras por donde era necesario dirigir las aguas de la excavación, la venta de terrenos que debían ocupar las acequias y sus correspondientes ensanches.
A partir de esta fecha apenas hay noticias sobre las obras de la conducción y el destino final de las aguas alumbradas. Del mismo modo los investigadores locales tampoco aportan datos sobre esta Sociedad, por lo que cabe suponer que su duración fue efímera y las obras de alumbramiento inacabadas.
En la actualidad todavía se observan restos de la excavación en la ladera de la Sierra del Maigmó. Sobre el terreno se pueden contabilizar diez pozos de aireación o lumbreras que comunican con la galería de captación que debió existir en el pasado y de la que aún quedan restos.
Estas lumbreras tienen gran cantidad de tierra acumulada a su alrededor, retirada del interior en el momento de la excavación, y todas, excepto dos, permanecen cerradas con vigas y hormigón en dirección al Racó de Faba y Estret Roig.
Por otro lado en el "vuelo americano" se aprecian al menos tres lumbreras en dirección a la cabecera del Barranco del Lobo donde hay una galería y una vetusta balsa en el margen izquierdo de la rambla.
Tanto la galería como la balsa se encuentran por encima del nacimiento de la Fuente del Lobo situada a escasos metros.
Tratando de continuar con la historia de esta excavación las investigaciones conducen a dos figuras relevantes de la Sociedad alicantina de principios del siglo XX: D. Federico Ghiglione Brotóns y D. Federico Guardiola Forgás.
Con fecha 16 de Febrero de 1893 fue expedido el título de posesión de la mina "La Fé" a favor del Sr Ghiglione "situada en el paraje conocido como el Racó de Faba, término municipal de Tibi; comprende ocho pertenencias que componen ocho mil metros cuadrados. Es anexo a esta concesión minera una franja de terreno de tres metros de ancho por mil ochocientos metros de larga, situada en el término de Tibi, que empieza al punto llamado Estret Roig, en el camino de Castalla, y termina en el Barranco de Baladres, siguiendo la ladera de cierto monte, partida de Ventós, cuyo terreno formaba parte de la hacienda llamada Venta del Guirau.."
El 7 de Agosto de ese año fue otorgada la concesión "Ampliación a La Fé" a favor del Sr Ghiglione "en el paraje nombrado Barranc de Faba, término de Tibi; comprende doce pertenencias que componen ciento veinte mil metros cuadrados".
Con posterioridad ambas demarcaciones, La Fé y su Ampliación fueron adquiridas por D. Federico Guardiola Forgás en el año 1908 tras habérseles adjudicado por pago de una deuda.
El 30 de Agosto de 1909 el Gobernador Civil otorgó la concesión de la Mina La Piedad al Sr Guardiola "en el paraje conocido por Racó de Faba y comprende cuarenta pertenencias que componen cuatrocientos mil metros cuadrados".
El 14 de Marzo de 1913 le fue concedida la demarcación de la Ampliación a la Piedad "de treinta y cinco pertenencias que componen trescientos cincuenta mil metros cuadrados"
Estos datos conducen exactamente al lugar donde las aguas salían a la superficie a través de la galería subterránea, en cuyo recorrido están los diez pozos de aireación comentados con anterioridad y fácilmente identificables sobre el terreno.
A comienzos del siglo XX Federico Ghiglione era propietario de buena parte de los terrenos situados al Norte de San Vicente del Raspeig (Peñas Rojas, El Sabinar, La Africana...), fincas que fueron hipotecadas a favor de Federico Guardiola Forgás en garantía de un préstamo y finalmente adjudicadas a éste último en 1907.
Según la información obtenida el Sr Guardiola se interesó profundamente en la difusión y mejora de la agricultura. Antes de fallecer en el año 1923 poseía 153 acciones de la Mina del Carranchalet, 111 títulos de la Sociedad Minera Los Guijarros, 100 acciones de la Sociedad La Resucitada y las mencionadas propiedades de La Fé, La Piedad y sus Ampliaciones.
Era propietario de la Finca El Rabosal, constituida por la unión de cuatro fincas, con derecho de riego de agua procedente del Juncaret; de la Hacienda denominada Venta Nova y la Finca El Sabinar.
Casi con toda seguridad ambos señores (Ghiglione y Forgás) demarcaron los terrenos solicitando pertenencias mineras sobre las antiguas excavaciones de los años 40 del siglo XIX para llevar aguas al término de San Vicente del Raspeig, desde el Estret Roig hasta la Finca el Sabinar y aledaños.
Un dato importante a tener en cuenta era la intención de Federico Ghiglione de que se declarase "colonia agrícola" la Finca del Sabinar en el año 1891, propuesta que hizo también D. Gregorio Carratalá Cernuda para su Hacienda, la Venta de Chirau, amparándose en la Ley de 3 de Junio de 1868, denominada también Ley de colonias agrícolas, para el fomento y mejora de cultivos.
También hay que destacar la mas que probable intencionalidad de Federico Guardiola en convertir toda la zona que nos ocupa en una gran área de campo cultivada, ya que era el principal accionista de las principales fuentes de agua para riego con que contaba el Municipio y cuya área regable abarcaba toda la zona: El Carranchalet y Los Guijarros.
Nota: Para mayor información, click en los siguientes enlaces:
Sociedad Anónima El Carranchalet
Sociedad Minera Los Guijarros
La galería subterránea de captación comienza en la ladera Sur del Maigmó y se dirige hacia una rambla tributaria del Barranco del Bocairent, cerca del Estret Roig.
El Estret Roig (Estrecho rojo) fue en el siglo XIX y como indica su nombre, un paso muy estrecho donde al principio solo cabía un carruaje y lugar frecuentado por asaltantes de caminos.
Daniel Jimenez de Cisneros justifica el nombre "al color de las margas en que se abre la estrecha garganta" encontrando gran cantidad de jacintos de compostela.
Esa rambla esta compuesta de materiales yesosos y margas triásicas formando cárcavas, degradada en parte por los trabajos mineros de arcilla que existe justo al lado. En la mitad de su recorrido se observa agua remansada y una gran cubierta de masa forestal junto a un cañaveral.
Justo en ese lugar nace una acequia que se prolonga, bordeando el barranco hasta el Sabinar, solo interrumpida por la Autovía A-7.
Oculta por la vegetación se encuentra posiblemente la bocamina de la galería que guía las aguas al exterior. Ante la imposibilidad de realizar la inspección subterránea por este lugar, se optó por descender por los dos únicos pozos que no han sido tapados y que están situados en la parte mas alta del recorrido.
La sociedad se denominaba "Sociedad de aguas San Vicente" o bien "Sociedad agrícola de San Vicente del Raspeig" según la documentación consultada, y fue la primera que se creó para la traída de aguas para riego en el municipio.
La excavación tuvo lugar en la partida del Aljub (Aljibe) en el piedemonte de la Sierra Maigmó. Desde aquí hay una hilera de pozos lumbreras en dirección Sur-Sureste que comunican con una galería subterránea a gran profundidad en dirección al Barranc de Bocairent y Racó de Faba, y desde aquí mediante un largo canal serpenteante hasta San Vicente del Raspeig.
A corta distancia se encuentra el nacimiento de la Fuente del Lobo, cuyas aguas salían al exterior a través de una mina e iban encauzadas hasta las casas de Xirau y Gaspar mediante una conducción bordeando el Barranco del mismo nombre.
En la escritura de constitución se hace notar el interés por parte de la Junta Directiva en llegar a acuerdos con los interesados de la Fuente del Lobo ya que los acueductos de la recién creada Compañia avanzan a corta distancia, llegando incluso a las proximidades de la mina o galería del Lobo.
Boletín Oficial Provincia de Alicante
En el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante se anunció la subasta para el inicio de las obras por parte de la Junta de Gobierno de la Sociedad Agrícola. En primer lugar se inicio el concurso para la construcción de la mina, cuyo remate fue adjudicado a José Maciá, José Zambrano, Francisco Quesada y Pedro Asencio, todos ellos vecinos de Crevillente, que se obligaban a "formar la Mina o galería subterránea de ocho palmos de altura y cuatro de ancha, de bóveda firme arqueada y bien hecha según el arte, desde donde concluirá la zanja abierta hasta el pozo cata que tiene la Sociedad al pie del monte llamado el Mainmon en el término de la Villa de Tibi, de manera que toda la Mina quede estable, firme y duradera; y en donde el terreno no permitiese por su flogedad o mala calidad quedar estable, firme y duradera la harán a su costa de calicanto y ormigón hasta que se logren dichos obgetos y no se pierdan las aguas.... El piso perfectamente liso y llano y con el declive o descenso de tres cuartos o medio palmo por ciento, a precio cada palmo de longitud, con la latitud y altura indicadas de cincuenta reales vellón".
Y a continuación para la apertura de los pozos lumbreras conforme al plano elaborado por el Arquitecto Emilio Jover. Estos pozos eran el número tres de 231 palmos de profundidad y el número cinco de 157 palmos de profundidad, cuyo remate fue adjudicado a favor de Vicente González y José Montoyo y Moya de la Universidad de Agost. Y los pozos sexto, séptimo y octavo de 116, 81 y 49 palmos de profundidad respectivamente a favor de Pedro Sempere, Antonio Ruiz y Vicente Sogorb y Sabater. Los pozos tenían que ser de figura ovalada de 8 palmos de longiud y 4 de latitud.
Para la realización de los trabajos la Sociedad de aguas entrego por cada pozo "dos picolas, un pico, una carrucha, un barreno, una maroma y cuatro capazos de barchilla y media...".
Dos meses después los mencionados José Maciá y compañía encargados de la construcción de la mina comunicaron a la Junta Directiva el cese de los trabajos tras haber excavado una distancia de 48 varas, al no convenirles su consecución.
A continuación en Julio de ese año se produjo una nueva subasta para la reanudación de los trabajos en la galería subterránea desde el punto en que fueron abandonados hasta el pozo muestra en la falda de la Sierra del Maigmó. La licitación recayó en Francisco Jover de Sebastián y José González, ambos Maestros de Obra de Alicante y Elche respectivamente, y de Victoriano Aracil, Agrimensor de San Vicente del Raspeig.
En las condiciones del remate se especificaba que se debía excavar la galería durante una longitud de 312 palmos desde el punto anterior a un precio de 26 reales vellón por palmo.
En una de las bases se especifica que en el caso de aparición de gases o aire atmosférico enrarecido, la Sociedad se comprometía a la apertura de una lumbrera en la distancia que hay desde el pozo quinto hasta el de muestra.
La Compañía adquirió a Dña Agustina Bernabeu 2 tahúllas, 6 octavas y 8 brazas de tierra junto con 9 almendros para la construcción de las lumbreras y la galería subterránea por 38 libras y 10 sueldos, cuyos terrenos lindan "por el extremo de abajo el camino de Agost y por el de arriba el monte del Maymon".
El objetivo principal por el cual se constituyó la Sociedad Agrícola era la construcción de un canal de riego para amerar tierras de San Vicente del Raspeig. Entre sus socios había miembros relevantes de la sociedad sanvicentera del momento y otros propietarios cuyos terrenos se encontraban fuera de los lindes de ese término municipal.
Pronto surgieron desavenencias entre ambos para el uso y aprovechamiento de esas aguas, por ese motivo se acordó modificar las bases iniciales y elevarlo a documento público.
"Cada socio como dueño y verdadero propietario del agua que le corresponda según la parte de acción o acciones que posea, podrá disponer libremente de ella, regándola en el término de San Vicente o fuera de él, como más le convenga.
En el caso de que algún interesado quisiese vender el agua de su martava o tanda para el riego, tendrán los socios la preferencia por igual precio y en segundo lugar los vecinos de San Vicente.
Los gastos de abrir acequias e hijuelas, puentes y cuanto fuese necesario para conducir el agua a los terrenos que convenga a los Socios, será de cuenta solo de los que interesen en ello, a contar desde el punto a que hayan llegado las acequias principales, que lo será a la latitud en que se halla situado San Vicente que se proponen hacer de su cuenta la Sociedad en número de tres por el terreno mas elevado del término que aora tiene este lugar".
En Septiembre de 1841 se realizó una subasta para la apertura de un nuevo pozo situado a 50 varas a la parte de abajo del pozo de muestra. El remate fue adjudicado a José Pastor y Beviá, Bautista Pastor y García y José Pastor y García, que se obligaban a realizar la mencionada excavación "de figura ovalada de como trescientos palmos de profundidad poco mas o menos, cinco de ancho y ocho de largo, a precio cada palmo de profundidad, con la longitud y latitud indicadas de diez y ocho reales y diez y siete maravedis".
En Febrero del año siguiente éstos señores manifestaron su incapacidad de continuar con los trabajos tras la aparición del agua y sufrir algunos accidentes abonando a la Compañía la cantidad de 1.075 rsvn.
A finales de año tuvo lugar un nuevo concurso para la adjudicación de una obra consistente en la construcción de 100 varas de bóveda de cal y canto de 8 palmos y medio de altura por 4 de anchura desde la boca de la mina al precio de 7 reales y 17 maravedís.
Las paredes debían ser lisas de cal y canto y de palmo y medio de espesor y la bóveda del techo de forma triangular. La mencionada obra fue adjudicada de nuevo a Bautista Pastor y García.
En Enero de 1846 la Junta de aguas confiere poder a Victoriano Aracil y Vicente Antón y Torregrosa para que en nombre de la Compañía, soliciten y reclamen de D. Francisco Bernabeu, presbítero residente en la Villa de Tibi, como a los restantes dueños de tierras por donde era necesario dirigir las aguas de la excavación, la venta de terrenos que debían ocupar las acequias y sus correspondientes ensanches.
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A partir de esta fecha apenas hay noticias sobre las obras de la conducción y el destino final de las aguas alumbradas. Del mismo modo los investigadores locales tampoco aportan datos sobre esta Sociedad, por lo que cabe suponer que su duración fue efímera y las obras de alumbramiento inacabadas.
En la actualidad todavía se observan restos de la excavación en la ladera de la Sierra del Maigmó. Sobre el terreno se pueden contabilizar diez pozos de aireación o lumbreras que comunican con la galería de captación que debió existir en el pasado y de la que aún quedan restos.
Estas lumbreras tienen gran cantidad de tierra acumulada a su alrededor, retirada del interior en el momento de la excavación, y todas, excepto dos, permanecen cerradas con vigas y hormigón en dirección al Racó de Faba y Estret Roig.
Lumbrera o pozo de aireación
Por otro lado en el "vuelo americano" se aprecian al menos tres lumbreras en dirección a la cabecera del Barranco del Lobo donde hay una galería y una vetusta balsa en el margen izquierdo de la rambla.
Tanto la galería como la balsa se encuentran por encima del nacimiento de la Fuente del Lobo situada a escasos metros.
MINAS LA FÉ Y LA PIEDAD
Tratando de continuar con la historia de esta excavación las investigaciones conducen a dos figuras relevantes de la Sociedad alicantina de principios del siglo XX: D. Federico Ghiglione Brotóns y D. Federico Guardiola Forgás.
Con fecha 16 de Febrero de 1893 fue expedido el título de posesión de la mina "La Fé" a favor del Sr Ghiglione "situada en el paraje conocido como el Racó de Faba, término municipal de Tibi; comprende ocho pertenencias que componen ocho mil metros cuadrados. Es anexo a esta concesión minera una franja de terreno de tres metros de ancho por mil ochocientos metros de larga, situada en el término de Tibi, que empieza al punto llamado Estret Roig, en el camino de Castalla, y termina en el Barranco de Baladres, siguiendo la ladera de cierto monte, partida de Ventós, cuyo terreno formaba parte de la hacienda llamada Venta del Guirau.."
El 7 de Agosto de ese año fue otorgada la concesión "Ampliación a La Fé" a favor del Sr Ghiglione "en el paraje nombrado Barranc de Faba, término de Tibi; comprende doce pertenencias que componen ciento veinte mil metros cuadrados".
Con posterioridad ambas demarcaciones, La Fé y su Ampliación fueron adquiridas por D. Federico Guardiola Forgás en el año 1908 tras habérseles adjudicado por pago de una deuda.
El 30 de Agosto de 1909 el Gobernador Civil otorgó la concesión de la Mina La Piedad al Sr Guardiola "en el paraje conocido por Racó de Faba y comprende cuarenta pertenencias que componen cuatrocientos mil metros cuadrados".
El 14 de Marzo de 1913 le fue concedida la demarcación de la Ampliación a la Piedad "de treinta y cinco pertenencias que componen trescientos cincuenta mil metros cuadrados"
Estos datos conducen exactamente al lugar donde las aguas salían a la superficie a través de la galería subterránea, en cuyo recorrido están los diez pozos de aireación comentados con anterioridad y fácilmente identificables sobre el terreno.
En este paraje (ocupado en su mayor parte por una explotación minera de arcilla), hay un documento fechado en 1905 donde consta el derecho de Federico Ghiglione "a entrar en la finca y practicar cuantos reconocimientos tenga por conveniente para conseguir el alumbramiento de aguas, azufre, carbones y cuantos minerales puedan existir en el subsuelo para lo cual el Sr Ghiglione podrá abrir los pozos, minas o galerías subterráneas que tenga por conveniente...".
A comienzos del siglo XX Federico Ghiglione era propietario de buena parte de los terrenos situados al Norte de San Vicente del Raspeig (Peñas Rojas, El Sabinar, La Africana...), fincas que fueron hipotecadas a favor de Federico Guardiola Forgás en garantía de un préstamo y finalmente adjudicadas a éste último en 1907.
Según la información obtenida el Sr Guardiola se interesó profundamente en la difusión y mejora de la agricultura. Antes de fallecer en el año 1923 poseía 153 acciones de la Mina del Carranchalet, 111 títulos de la Sociedad Minera Los Guijarros, 100 acciones de la Sociedad La Resucitada y las mencionadas propiedades de La Fé, La Piedad y sus Ampliaciones.
Era propietario de la Finca El Rabosal, constituida por la unión de cuatro fincas, con derecho de riego de agua procedente del Juncaret; de la Hacienda denominada Venta Nova y la Finca El Sabinar.
Casi con toda seguridad ambos señores (Ghiglione y Forgás) demarcaron los terrenos solicitando pertenencias mineras sobre las antiguas excavaciones de los años 40 del siglo XIX para llevar aguas al término de San Vicente del Raspeig, desde el Estret Roig hasta la Finca el Sabinar y aledaños.
Un dato importante a tener en cuenta era la intención de Federico Ghiglione de que se declarase "colonia agrícola" la Finca del Sabinar en el año 1891, propuesta que hizo también D. Gregorio Carratalá Cernuda para su Hacienda, la Venta de Chirau, amparándose en la Ley de 3 de Junio de 1868, denominada también Ley de colonias agrícolas, para el fomento y mejora de cultivos.
También hay que destacar la mas que probable intencionalidad de Federico Guardiola en convertir toda la zona que nos ocupa en una gran área de campo cultivada, ya que era el principal accionista de las principales fuentes de agua para riego con que contaba el Municipio y cuya área regable abarcaba toda la zona: El Carranchalet y Los Guijarros.
Nota: Para mayor información, click en los siguientes enlaces:
Sociedad Anónima El Carranchalet
Sociedad Minera Los Guijarros
SOBRE EL TERRENO
El Estret Roig (Estrecho rojo) fue en el siglo XIX y como indica su nombre, un paso muy estrecho donde al principio solo cabía un carruaje y lugar frecuentado por asaltantes de caminos.
Daniel Jimenez de Cisneros justifica el nombre "al color de las margas en que se abre la estrecha garganta" encontrando gran cantidad de jacintos de compostela.
Esa rambla esta compuesta de materiales yesosos y margas triásicas formando cárcavas, degradada en parte por los trabajos mineros de arcilla que existe justo al lado. En la mitad de su recorrido se observa agua remansada y una gran cubierta de masa forestal junto a un cañaveral.
Justo en ese lugar nace una acequia que se prolonga, bordeando el barranco hasta el Sabinar, solo interrumpida por la Autovía A-7.
Oculta por la vegetación se encuentra posiblemente la bocamina de la galería que guía las aguas al exterior. Ante la imposibilidad de realizar la inspección subterránea por este lugar, se optó por descender por los dos únicos pozos que no han sido tapados y que están situados en la parte mas alta del recorrido.
Descenso por las lumbreras
El primer pozo está situado en unos bancales abandonados. A su alrededor hay crecidos algunos pinos y un gran montículo de tierra extraída del interior en el momento de la excavación.
El brocal es una gran abertura con un tronco que lo cruza en toda su extensión. Pensamos que en el pasado estuvo tapado por una plataforma o caseta cubriendo toda la superficie.
El foso tiene una profundidad de 60 metros y en su base hay gran cantidad de escombros caídos desde lo alto impidiendo la visión del inicio de la galería subterránea que debe existir.
El foso tiene una profundidad de 60 metros y en su base hay gran cantidad de escombros caídos desde lo alto impidiendo la visión del inicio de la galería subterránea que debe existir.
Sus paredes son abruptas, con salientes abiertos a golpe de barrenos. En los espacios que debieron quedar vacíos o inestables a consecuencia de la explosión han sido cubiertos con paredes de ladrillos saneando al mismo tiempo la pared y dándole forma redondeada.
El segundo pozo simula un gran cráter debido a la gran cantidad de tierra acumulada a su alrededor. Está situado al Sureste, a escasos metros del anterior con un matorral de lentisco que cubre el brocal.
Es perfectamente vertical y ovalado, de la misma forma en que fue excavado en los años 40 del siglo XIX. Durante los primeros metros las paredes están sólidamente rematadas continuando hasta el final sin ningún tipo de paramento, dejando una superficie húmeda y blanda pero consistente.
A 7 metros de la base el perímetro del pozo se amplía a consecuencia de un derrumbe. La tierra desprendida ha ocultado casi totalmente la mina subterránea que circula por debajo.
Orientado al Noroeste se observa la bóveda de la galería formando un pequeño hueco. Desobstruimos lo suficiente para acceder al otro lado a través de una pequeña rampa formada por el montículo, desembocando directamente en el agua retenida.
El lodo acumulado en el suelo alcanza hasta la rodillas dificultando el paso. Para avanzar hay que hacerlo agachados evitando el roce con las paredes y el techo. A escasos metros finaliza, haciendo su aparición un ramal por la izquierda que conduce directamente a la posición del pozo nº 1.
La galería que conduce a este primer pozo esta excavada directamente en el terreno sin ningún revestimiento y en buen estado de conservación. El techo se eleva a medida que avanzamos y el suelo es más compacto e inclinado. El minado finaliza en un derrumbe con algunas vigas y tablachos mezclados entre los escombros.
El desplome no impide el curso natural del agua avanzando por gravedad en el sentido inverso al de nuestra marcha. Desde el derrumbe a la altura de la primera lumbrera nace un reguero de agua que se filtra y continúa por debajo del taponamiento situado debajo de la segunda lumbrera camino del exterior.
En la base de este segundo pozo desobstruimos lo suficiente para acceder a otra galería, que debe ser la continuación del anterior aunque su dirección sea hacia el Norte inicialmente. Del mismo modo que el tramo precedente el minado es de reducidas proporciones, finalizando a escasos metros por un derrumbe que impide su continuidad.
En el suelo hay un par de vigas de madera hundidas y en la pared hay practicados unos pequeños nichos para ubicar candiles.
Canalización exterior
El segundo pozo simula un gran cráter debido a la gran cantidad de tierra acumulada a su alrededor. Está situado al Sureste, a escasos metros del anterior con un matorral de lentisco que cubre el brocal.
Es perfectamente vertical y ovalado, de la misma forma en que fue excavado en los años 40 del siglo XIX. Durante los primeros metros las paredes están sólidamente rematadas continuando hasta el final sin ningún tipo de paramento, dejando una superficie húmeda y blanda pero consistente.
A 7 metros de la base el perímetro del pozo se amplía a consecuencia de un derrumbe. La tierra desprendida ha ocultado casi totalmente la mina subterránea que circula por debajo.
Orientado al Noroeste se observa la bóveda de la galería formando un pequeño hueco. Desobstruimos lo suficiente para acceder al otro lado a través de una pequeña rampa formada por el montículo, desembocando directamente en el agua retenida.
El lodo acumulado en el suelo alcanza hasta la rodillas dificultando el paso. Para avanzar hay que hacerlo agachados evitando el roce con las paredes y el techo. A escasos metros finaliza, haciendo su aparición un ramal por la izquierda que conduce directamente a la posición del pozo nº 1.
Desobstrucción y acceso a la mina
Aspecto de la galería en dirección al primer pozo
Taponamiento
En el suelo hay un par de vigas de madera hundidas y en la pared hay practicados unos pequeños nichos para ubicar candiles.
Galería colmatada
Para continuar hay que situarse en el barranco hacia donde se dirigen los pozos de aireación (comentado mas arriba), y seguir la acequia y tuberías que avanzan por el margen derecho de la ladera, ganando altura a medida que el lecho del barranco desciende.
Parte de la conducción ha desaparecido a consecuencia de los desplomes y corrimientos del terreno. En algunos tramos la acequia está tapada con tejas. La conducción se dirige al barranco de Bocairent en acusada pendiente, a continuación atraviesa la autovía, y en el Bancal Fondó continua apoyada sobre unas pequeñas elevaciones hasta el Sabinar.
El canal tiene 25 centímetros de anchura y en algunos tramos está mejor conservada que en otros, como también en algunos trozos conserva las losas de piedra que la cubrían con el objeto de impedir que cayeran objetos que taponaran la conducción.
Seguir la acequia no supone ninguna dificultad, incluso en los tramos en que está tapada por las piedras podemos seguirlas andando encima de ellas.
Entre nosotros y la autovía discurre el Barranco del Bocairent, que más abajo se unirá con la Rambla de Rambuchar.
Acequias y acueducto que salva un torrente
La acequia esta sólidamente construida y bien asentada sobre el terreno. A medida que avanza vira hacia la izquierda siguiendo la cota de nivel. A la derecha aparece la Venta de Xirau, y ladera abajo unas ruinas y las balsas de la finca.
Avanzando hacia el Noreste la conducción vira de repente a la derecha descendiendo vertiginosamente. En su recorrido se cruza con la conducción de agua procedente de la Fuente del Lobo que baja bordeando el barranco del mismo nombre.
Al final de la acequia hay un partidor para derivar las aguas hacia la derecha y otro que las canaliza hacia la izquierda en dirección al Barranco del Lobo.
- Por el ramal de la derecha la acequia va bordeando la rambla donde vierte primeramente sus aguas en una balsa, y a través de una tubería, alimenta un abrevadero.
A continuación sigue su curso hasta la primera lumbrera de la mina del Carranchalet.
La galería en ese momento afloraría aguas subterráneas y serviría de canal seguro para las de la fuente del Maigmó, aumentando el caudal de aquellas hasta su embalse en la balsa de la Cañadeta Verda, a través de un acueducto, cruzando la Rambla de Rambuchar.
Primera lumbrera de la mina del Carranchalet
Canal y acueducto a la salida de la mina
Canal y acueducto a la salida de la mina
Según el profesor Jesús Moratalla Javega en su libro Arqueología y Patrimonio histórico en San Vicente del Raspeig, el acueducto da unas "medidas de 5.35 metros de luz por 2.80 de flecha. Uno de los ladrillos tenía inscrito el sello de propiedad de Hijos de Jaimee (sic) Ferrer y Cª Alicante, por lo que la construcción del acueducto debe ser entre los años 1910 y 1920".
- Volviendo de nuevo atrás y situados en la intersección de acequias, el canal continúa hacia el Barranco atravesándolo mediante un vetusto acueducto en mal estado.
La acequia continúa durante 140 metros haciéndose mas profunda, y se interna subterráneamente durante 41 metros mas en un alcavón. En la otra parte salva un pequeño torrente y sigue durante 110 metros hasta el acueducto que salva la Rambla de la Canyadeta.
Acequia subterránea o alcavón
Acueducto (18 metros longitud)
Desde aquí la acequia serpentea durante 625 metros hasta el siguiente acueducto. La acequia esta invadida de esparto y corona de fraile principalmente, imposibilitando el paso alrededor de ella. En este tramo el canal desaparece brevemente en su cruce con el antiguo Camino del Pantano.
Tramos de acequia en este sector
Acueducto (17 metros de longitud)
El acueducto salva una rambla y continúa durante 203 metros hasta llegar al Barranco de la Mosca, cruzándolo por un pequeño paso. La acequia en este tramo es mas ancha y en algunos lugares esta perfectamente definida conservando el enlucido hidráulico en el cajero del canal.
Prosigue durante 535 metros. Aquí el canal continúa bajo tierra en un alcavón (en mal estado) durante 81 metros. Seguidamente continúa a cielo abierto durante 89 metros, atravesando una vaguada mediante un acueducto, para internarse de nuevo subterráneamente en otro alcavón de 40 metros de recorrido.
Alcavón
A 235 metros desfila el sendero PR-282 que asciende a la Escobella y Peñas Rojas. La acequia cruza la Rambla por otro acueducto dando un amplio giro a la izquierda.
El canal durante un tramo está sólidamente construido, perfilándose hacia el valle del Sabinar.
Acequias cerca del Sabinar
Una vez que se tiene a la vista el valle la acequia desaparece en muchos tramos, volviendo a aparecer semienterrada o derruida.
Los trabajos de explanación en años pasados para urbanizar la zona y la implantación del campo de golf han destruido la conducción en este trecho.
Tramos de acequia en el Valle del Sabinar
Bordeando la sierra en dirección Noreste, la conducción vuelve a aparecer culebreando sobre la LLoma de les Casetes en dirección a la Finca El Sabinar.
Acequias cerca de la Hacienda El Sabinar
Después del giro que vemos en la foto de arriba, la acequia se bifurca.
- Un ramal que va hacia la izquierda y que nos lleva a una balsa, y que comunica con otra situada aún más abajo, justo al lado del sendero que sube al Planet de Tochar. De estas acequias salen otras secundarias, ramificándose a su vez en otras a lo largo de los bancales de la finca.
- Un ramal que se dirige a la derecha mediante un canal aéreo conduce directamente a la gran balsa situada detrás de la Casa del Sabinar.
Canal y balsa de la Casa del Sabinar.
La Galería situada en la cabecera del Barranco del Lobo
En la cabecera del Barranco del Lobo, a espaldas de la galería de captación de la fuente del mismo nombre, hay otra galería y una vetusta balsa casi inapreciable a simple vista.
Las fotografías que ofrece el "Vuelo Americano" del año 1956-1957 reflejan unos pozos que desde el respiradero nº 5 continúan hacia el Este, por la izquierda de un pequeño torrente, camino del Barranc de la Font del Llop, dando forma de "Y" invertida a la totalidad de la excavación.
La rambla pasa canalizada por debajo de la autovía donde a 250 metros de la carretera, algo por encima del álveo del barranco, se localiza en su margen derecho la bocamina.
La entrada se encuentra rodeada de un pequeño bosquecillo de chopos y unos metros aguas abajo pero en su vertiente izquierda hay una balsa al lado de unos campos de cultivo al Sur de la Casa de Ronesa.
Es posible que esta conducción sea una derivación de la anterior, ya que los accionistas de la Sociedad Agrícola manifestaron su deseo de conducir las aguas a otros lugares fuera del término de San Vicente del Raspeig.
La galería esta excavada en tierra arenisca con cantos rodados que se desprenden fácilmente, finalizando a escasos metros por un derrumbe. Teniendo en cuenta que la mina avanzaba bajo la antigua carretera de Alcoy y la autovía, ademas de atravesar campos de cultivo, cuyos pozos de aireación han desaparecido, no sorprende que esté colmatada a corta distancia de la entrada.
La galería en toda su extensión no tiene ningún enlucido o cimentación. Hay que entrar agachado: la mina vira ligeramente a la izquierda tomando mayor altura. A los pocos metros hay unos derrumbes de las paredes; un poco más adelante la galería vira bruscamente a la derecha; para avanzar hay que traspasar un paso agachado para continuar al otro lado casi erguido.
En las paredes y en el techo hay pequeñas raíces y la señal, a una altura considerable, de marcas de agua. Tras un ligero giro a la izquierda la mina finaliza por un derrumbe.
El agua una vez en el exterior traspasaba el pequeño barranco para continuar encauzada hasta la balsa situada a pocos metros. El embalse está casi derruido, pero se observa por la parte que mira al barranco, restos de una acequia anexa a él o construida sobre los muros.
Vista de la galería
El agua una vez en el exterior traspasaba el pequeño barranco para continuar encauzada hasta la balsa situada a pocos metros. El embalse está casi derruido, pero se observa por la parte que mira al barranco, restos de una acequia anexa a él o construida sobre los muros.
Balsa
Detalle de la acequia anexa a la balsa
Fuentes Consultadas:
- Protocolos Notariales. Archivo Histórico Provincial de Alicante
- Libros de Actas S. XIX. Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig
- F. Guardiola
- La finca tradicional sanvicentera. Francisco Canals Beviá
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