Sería extensísimo relatar en unas páginas los esfuerzos realizados por las gentes de Elche a lo largo de los siglos para abastecerse de aguas potables o de riego.
Muchos de esos empeños tuvieron lugar en el Norte del término municipal, obteniendo caudales insuficientes para las necesidades de los hombres y predios.
Hay fuentes repartidas por esta zona, prácticamente todas en desuso y abandonadas. Algunas completamente secas, y de las que todavía aflora un hilillo de agua, ésta ya no es aprovechada, perdiéndose por los barrancos o quedándose estancada en el fondo de las minas por su falta de limpieza.
Sociedad de la Sonda Artesiana
D. Jose Antonio Llobet, prestigioso profesor de mineralogía y geología de Barcelona, hace un reconocimiento de la villa de Elche, centrándose al parecer en la partida de Saladas y emitiendo una memoria fechada el 19 de Mayo de 1839, referente al aprovechamiento de aguas en la comarca.
A raíz del estudio del Sr Llobet se formalizó el 8 de Febrero de 1840 la "Sociedad de la sonda artesiana" de la villa de Elche, compuesta por varios socios entre los que se encontraban D. Francisco Bernard y Agulló, D. Ginés Ganga de Brú, D. Pascual Marco de Blanquet, D. Francisco Marco de Quiles y D. José Brú y Piqueres.
Tras varias Juntas preparatorias se facultó al Sr. Brú y Piqueres para la compra de la sonda y junto con D. José Maria Lopez y D. José Trinitario Gomez para la elaboración del correspondiente reglamento.
La cantidad que la compañía debía hacer efectiva ascendía a 50.000 reales vellón, distribuidas en 500 acciones de 100 reales de vellón cada una, siendo D. José Brú y Piqueres el máximo accionista con 77 acciones y Presidente de la entidad.
Se entregaron al Sr Llobet 25 acciones gratuitas en atención a los trabajos realizados en favor de la Compañía.
En abril de 1842 D. Francisco Bernard emite un informe sobre los trabajos llevados a cabo por la Sociedad y otros particulares en busca de aguas.
El Sr Bernard menciona las obras de exploración llevados a cabo por algunos vecinos en el Partido de Vallongas y punto de la Perdiguera, informando además de un nacimiento que "fluye dos cántaros por minuto, y de muy buena calidad".
En dicha partida hay varios afloramientos de agua. El mas caudaloso es el procedente de la galería subterránea de El Planet ya documentado en este blog con dos entradas: Aguas del Planet y Nuestra Señora de la Asunción.
José Hinojosa Montalvo menciona dos pozos de propiedad municipal en el siglo XV en La Vallonga.
Enrique Martinez Ruiz informa de la búsqueda de aguas en el año 1444 en las partidas de Vallonga y Perdiguera.
El ingeniero de minas D. José Meseguer Pardo cita la surgencia de la Perdiguera en Vallongas con un caudal de 6 litros por minuto, citando además el afloramiento de la Regalicia, situada mas al Norte, con un caudal de 1 litro por minuto.
Breve reseña de La Fuente de la Perdiguera
En el mes de Septiembre de 1841 D. Vicente Marco cede a favor de D. Francisco Bernard y Agulló "una fuente llamada de la Perdiguera situada en un trozo de tierra como de nueve taullas que posehe en el Partido de las Vallongas de este término y adquirió por herencia de su difunto padre... para que la alumbre, esplote y haga en ella los trabajos que le parezcan combenientes...", tasada en cien reales de vellón.
El otorgante se reservaba el derecho de propiedad de la citada fuente en el caso de que el Sr Bernard no ejecutase los trabajos de alumbramientos pactados. En el documento el Sr Bernard se comprometía además a entregar dos acciones (en el caso de aflorar aguas) al cedente Sr Marco.
Un mes mas tarde el Sr Bernard adquirió de Dña Francisca Jaén y de Dña Gertudris Cerdá, esta última como madre y tutora de Jayme, Ginés y Rita Jaén " cinco taullas y dos ochavas de tierra con algunos algarrovos que tienen y posehen en el Partido de las Vallongas... con todas sus entradas y salidas, usos, costumbres, servidumbres y demás... y por tal se la aseguran y venden en precio de doscientos reales de vellon...".
Un mes mas tarde el Sr Bernard adquirió de Dña Francisca Jaén y de Dña Gertudris Cerdá, esta última como madre y tutora de Jayme, Ginés y Rita Jaén " cinco taullas y dos ochavas de tierra con algunos algarrovos que tienen y posehen en el Partido de las Vallongas... con todas sus entradas y salidas, usos, costumbres, servidumbres y demás... y por tal se la aseguran y venden en precio de doscientos reales de vellon...".
Francisco Bernard y Agulló era un hombre con grandes aficiones a la agricultura y poseía una hacienda de 70 hectáreas en la Partida ilicitana de Vallongas.
En la vertiente Oeste de la finca se encontraba el nacimiento de la Perdiguera que el Sr Bernard aprovechaba para el riego. Para ello hizo grandes gastos en el alumbramiento y conducción de las aguas para amerar los terrenos de la mencionada finca.
Dado el exiguo caudal que manaba del manantial las aguas solo eran destinadas con el fin comentado, sin mayores pretensiones.
Con el fallecimiento del Sr Bernard el 5 de Enero de 1866, decayó el interés y el cuidado de la fuente por parte de sus herederos, sumándole a este proceder la acción de la naturaleza que en forma de grandes aluviones desplomó varios segmentos de la mina y algunos puntos de la acequia en los años 80 del siglo XIX.
En su testamento el fallecido legó a sus sobrinas Dña Nieves y Dña Asunción García Bernard la hacienda y la fuente en usufructo a partes iguales, pasando por fallecimiento de una a la otra, y por muerte de la última a sus otros sobrinos D. Gines Bernard de Ferrández y D. Jose Bernard de Mecha.
Con el fallecimiento de todos ellos quedó extinguido el usufructo que estableció el Sr Bernard, pasando la hacienda y la fuente a los hijos de los Sres Bernard de Ferrández y Bernard de Mecha a partes iguales.
Finalmente mediante escritura de 10 de Mayo de 1896 le corresponde al hijo del primero D. Gines Bernard Ferrández las tierras situadas en los extremos Norte y Oeste donde se encuentra la fuente que quedó de su exclusiva propiedad.
Este último fue titular de las tierras hasta el 6 de Septiembre de 1912, fecha en que fue vendida a D. José Soler Navarro.
Mina de lignito La Confianza y el pleito de Francisco Mógica
El 16 de Marzo de 1906 D. Francisco Mógica Agulló propietario de 16 tahullas de tierra inculta presenta una solicitud de registro designando cuatro pertenencias de la mina de lignito denominada "La Confianza" en la partida de Vallongas.
El Gobernador decreta el 4 de Junio, previo informe de la Comisión Provincial, la concesión de la mina.
En el perímetro de la mencionada demarcación se encontraba el nacimiento de aguas de La Perdiguera, dando origen a un pleito entre el propietario, el concesionario de la mina y los convecinos durante los siguientes siete años.
D. Ginés Bernard Ferrández recurre en alzada el dictámen al sentirse despojado "de unas tierras y un manantial del que es dueño por legítimo derecho de herencia".
Finalmente el Gobernador D. Pascual de Ojesto y Uhagón desestimó el recurso autorizando al Sr Mógica a proseguir sus trabajos.
Francisco Mógica libre ya de impedimentos se atribuyó la propiedad de la fuente, ya que ésta estaba enclavada dentro de los límites de la demarcación y las aguas permanecían estancadas sin salida para el riego.
El Gobernador decreta el 4 de Junio, previo informe de la Comisión Provincial, la concesión de la mina.
En el perímetro de la mencionada demarcación se encontraba el nacimiento de aguas de La Perdiguera, dando origen a un pleito entre el propietario, el concesionario de la mina y los convecinos durante los siguientes siete años.
D. Ginés Bernard Ferrández recurre en alzada el dictámen al sentirse despojado "de unas tierras y un manantial del que es dueño por legítimo derecho de herencia".
Finalmente el Gobernador D. Pascual de Ojesto y Uhagón desestimó el recurso autorizando al Sr Mógica a proseguir sus trabajos.
Francisco Mógica libre ya de impedimentos se atribuyó la propiedad de la fuente, ya que ésta estaba enclavada dentro de los límites de la demarcación y las aguas permanecían estancadas sin salida para el riego.
Cinco años mas tarde el Sr Mógica practicando operaciones mineras en la expresada demarcación, dice encontrar "un pequeño manantial... a una profundidad de tres metros del nivel del terreno en el origen de una estrecha cañada de quince metros de anchura rodeada de lomas escarpadas de roca"
Huelga decir que el manantial aludido no es sino La Perdiguera, descubierto y alumbrado por vez primera por D. Francisco Bernard y Agulló.
Tras el descubrimiento del "supuesto" manantial las aguas fueron aprovechadas para el riego de unas tierras colindantes cedidas en subarriendo por un convecino del Sr Mógica propiedad de Dª Vicenta, Dª Rosa y Dª Juana Soler Navarro.
Tras el descubrimiento del "supuesto" manantial las aguas fueron aprovechadas para el riego de unas tierras colindantes cedidas en subarriendo por un convecino del Sr Mógica propiedad de Dª Vicenta, Dª Rosa y Dª Juana Soler Navarro.
Para llevarlo a cabo instaló una tubería de barro enterrada de 15 centímetros de diámetro extendida por el margen izquierdo del barranco, parte en terrenos de su propiedad y parte en tierras de las expresadas señoras con el objeto al propio tiempo de utilizar sus aguas en otra finca de su propiedad aguas abajo, de 46 tahúllas, 7 octavas y 8 brazas de tierra de secano con higueras y almendros.
En terreno intermedio entre la fuente y los terrenos del Sr Mógica se encontraban las tierras del Sr. D. José Soler Navarro que negó su consentimiento al paso de la cañería por su propiedad.
Además de este incidente el Sr Soler compró la finca que D. Francisco Mógica tenía subarrendada con el fin de que las aguas no pudiesen salir del nacimiento y poder aprovecharlas en parte para su beneficio.
Ante tal proceder el Sr Mógica solicitó el amparo del Gobernador Civil de la Provincia para decretar la servidumbre perpetua de acueducto sobre las dos fincas del Sr Soler.
Acompañando a la memoria figuraba el plano general donde se hacía constar la situación del manantial, el trazado de la tubería y las fincas sobre la que se solicitaba la servidumbre.
Plano del Barranco con la situación del manantial y trazado de la conducción |
El Sr Soler el 30 de Agosto de 1911 alega en una instancia confusa, pésimamente redactada y con innumerables faltas de ortografía el derecho que le ampara y el del Sr Bernard como dueño absoluto de la fuente.
Hay que recordar una vez mas que en el espacio de tiempo en que transcurren estos acontecimientos el propietario del manantial era D. Ginés Bernard Ferrández y que las aguas en esos primeros años del siglo XX estaban destinadas al servicio doméstico del vecindario de la partida, sin que el dueño impusiera ninguna clase de limitación.
El Alcalde de Elche D. Francisco Galán y siendo ya dueño de la fuente D. José Soler Navarro, notifica a la Jefatura de Obras Públicas de la Provincia el 6 de Febrero de 1913 que el Sr Mógica no había practicado labores para buscar mineral, "limitándose solamente a impedir que por nadie se aprovechen las aguas de dicha fuente" con la conclusión de que:
"Las aguas de la Fuente de la Perdiguera pertenecen .. a Don José Soler Navarro.
Que la denuncia minera titulada La Confianza... no tuvo por objeto alumbramiento de aguas sino mineral de lignito.
Que aunque dentro del perímetro de la demarcación de dicho registro minero figura la fuente La Perdiguera, dicha concesión no puede nunca... privar el derecho que sobre las aguas de la fuente tuvo primero el señor Bernard y ahora su único dueño Señor Soler.
Que D. Francisco Moxica Agulló no ha justificado por ningún medio legal ser el dueño de la fuente La Perdiguera...
Que el caudal de agua de la Fuente de la Perdiguera es tan escaso, con referencia a la opinión de los vecinos inmediatos a ella, que la calculan aproximadamente de un litro por minuto".
Hay que recordar una vez mas que en el espacio de tiempo en que transcurren estos acontecimientos el propietario del manantial era D. Ginés Bernard Ferrández y que las aguas en esos primeros años del siglo XX estaban destinadas al servicio doméstico del vecindario de la partida, sin que el dueño impusiera ninguna clase de limitación.
El Alcalde de Elche D. Francisco Galán y siendo ya dueño de la fuente D. José Soler Navarro, notifica a la Jefatura de Obras Públicas de la Provincia el 6 de Febrero de 1913 que el Sr Mógica no había practicado labores para buscar mineral, "limitándose solamente a impedir que por nadie se aprovechen las aguas de dicha fuente" con la conclusión de que:
"Las aguas de la Fuente de la Perdiguera pertenecen .. a Don José Soler Navarro.
Que la denuncia minera titulada La Confianza... no tuvo por objeto alumbramiento de aguas sino mineral de lignito.
Que aunque dentro del perímetro de la demarcación de dicho registro minero figura la fuente La Perdiguera, dicha concesión no puede nunca... privar el derecho que sobre las aguas de la fuente tuvo primero el señor Bernard y ahora su único dueño Señor Soler.
Que D. Francisco Moxica Agulló no ha justificado por ningún medio legal ser el dueño de la fuente La Perdiguera...
Que el caudal de agua de la Fuente de la Perdiguera es tan escaso, con referencia a la opinión de los vecinos inmediatos a ella, que la calculan aproximadamente de un litro por minuto".
Desenlace del pleito
El día 29 de Marzo de 1913 tuvo lugar una reunión entre las partes involucradas junto al nacimiento de la Fuente de la Perdiguera.
Se dieron cita el Ingeniero designado por la Jefatura de Obras Públicas D. Antonio Sanchís; el Sr Mógica Agulló, acompañado de su abogado D. Rafael Viñes y el Sr Soler Navarro con su defensor D. Lorenzo Fenoll.
La solución que se acordó no deja de ser sorprendente dado el cariz en que habían acontecido los hechos y parecía pactada de antemano.
El Sr Soler retira la reclamación y renuncia a presentar cualquier otra referente a la imposición de servidumbre de acueducto por sus tierras, concediendo ademas el correspondiente permiso al paso del agua sin retribución alguna.
El Sr Mógica a cambio de esta concesión concede al Sr Soler parte del agua de la fuente con el siguiente reparto de caudal:
Doce días continuos de agua para Francisco Mógica y a continuación diez días para el Sr Soler Navarro, aprovechando la tubería colocada por el primero hasta la balsa manantial.
Se acordó que la caseta donde principia la tubería para poder abrir y cerrar el agua tendrá una llave que estará en poder de cada usuario durante el plazo en que utilice el agua, con la obligación de entregarla al otro al expirar dicho plazo.
La entrega de la llave debía hacerse en la casa de campo de cada copartícipe a las cinco de la tarde el mismo día que finalizaba el plazo.
Finalmente se pactaron seis reglas para la utilización y mantenimiento de la fuente.
Tubería de salida de las aguas (foto tomada en el interior del estanque) |
El Hontanar de la Perdiguera
Sobre el terreno, tal y como indica el plano, el nacimiento se encuentra en la cabecera de la rambla, seco y completamente arruinado. En una pequeña hondonada se encuentran los restos de la construcción rodeada de cañas y piedras de los desprendimientos de la ladera.
En su interior afloraba el agua y era encauzada a través de una tubería como se puede ver en la fotografía anterior.
Al lado de la fuente, en el gran socavón en que están ubicadas, hay dos galerías subterráneas ocultas por el carrizo: Una de no más de tres metros de profundidad, y la otra de una longitud total de 16 metros, por 1,60 metros de altura y 1,70 de anchura.
Hay signos de que han estado inundadas, no solo porque fueron las galerías drenantes si no, de agua procedente del exterior y acumulada.
Interior de la galeria. (fotografia tomada desde el final del túnel) |
En el barranco aún se observan restos de bancales dispuestos en terrazas para el mejor aprovechamiento de las aguas. Están completamente abandonados y algunas zonas son casi intransitables. Aún se observa algún olivo, palmera, granado y algarrobo desperdigados por el terreno.
Unos metros aguas abajo de la fuente hay un afloramiento de agua estancada que sirvió en el pasado para el riego de las tierras cercanas.
Casi a la mitad de la rambla se llega a un pequeño bosquecillo de palmeras con un pequeño cañaveral, desde cuyo interior aparece una reguera con agua. Es el único punto amable dentro de este erial.
La rambla es tributaria del barranco del Grifo, y justo en la intersección, hay una zona pantanosa con carrizo donde hay otra surgencia de agua.
Hay signos manifiestos sobre el terreno de acequías sobre el margen izquierdo, para la conducción de las aguas.
Del mismo modo hay vestigios en una pequeña rambla al Oeste de la cabecera del Barranco de la Perdiguera, donde hay una canal excavado en la roca, visible solamente a intervalos, donde no ha sido cegado por los desprendimientos.
Fuentes Consultadas
- La intervención comunal en torno al agua: fuentes, pozos y abrevaderos en el reino de Valencia en la baja edad media. Jose Hinojosa Montalvo.
- Reglamento y escritura de la Sociedad Artesiana establecida en la villa de Elche. Imp. de D.N. Carratalá. año 1840.
- Mapa geológico de España. Explicación de la hoja nº 893. Elche. Alicante. Jose Meseguer Pardo.
- Archivo Histórico Provincial de Alicante.
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