lunes, 14 de noviembre de 2022

LAS FAMILIAS GINER-CERDÁ Y MARTINEZ-OROZCO EN EL BARRANC DE L´ARC

"Seguimos bordeando la orilla izquierda del Barranco del Arc, empotrado entre dos cordilleras de montañas todo piedra, con sus picos y cuevas albergue de aves de rapiña, picos y cuevas que encierran en su silencio lo sorprendente de su fantasía, el peñón Divino, la cueva de la señora Encantada. Cerrando estas paralelas montañas en el cercano horizonte, se encuentra el Contador ese desfiladero que es el tránsito forzoso para el caminante que se dirija a Benimantell, al que la fantasía popular atribuye la leyenda, que los pastores utilizaban ese estrecho corte entre dos piedras, al hacer pasar por allí sus numerosos rebaños, obligar a sus ovejas ir de a uno, contándolas fácilmente para saber el numero exacto de ellas que llevaban al encierro"

Estas líneas forman parte de la pequeña crónica realizada por un viajero a su paso por el pueblo de Sella en el año 1927, cuando a lomos de su jumento negro se adentra en el Barranc de L´Arc.

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El barranco encabeza su descenso en las estribaciones de las lomas del Malladar y Penyó Roc en el término de Benimantell y serpentea hasta su confluencia con el Rio de Sella.
La línea divisoria que separa ambas poblaciones se encuentra unos metros aguas abajo del nacimiento de la Font de L´Arc. Desde ahí y siguiendo el curso del río que serpentea al lado del camino carretero, se encuentran: les Cases de L´Arc, la Casa de Seba, el Mas de Mira, la Bodegueta y les Muletes.
Mas arriba y alejadas del río están ubicadas: les Cases d´Isidor, el Mas de Cantacucos y las dos casas del Penyó Prim.

Es un entorno con unas vistas privilegiadas del Alt de Tafarmaig y Penyó Prim al Sur; las cimas del Contador hacia el Este; y la gran mole rocosa que separa el Barranc de L´Arc con el de Tagarina al Norte.

Cueva del Divino

En la serranía que rodea el valle hay varios abrigos que sirvieron como cobijo para el ganado y otros que conservan pinturas rupestres, donde también se ha encontrado cerámica antigua de la edad del bronce y otras de época ibérica y romana. Del mismo modo aún puede observarse grandes extensiones de terreno abancalado, algunos de ellos todavía productivos, que sirvieron de sustento para los moradores del Barranc de L´Arc.
Son numerosas las fuentes de agua dulce que sirvieron para el abastecimiento humano y animal de los habitantes del barranco. Se pueden citar por ejemplo: el nacimiento que fluye al Sur del Penyó Prim y que surtía a la finca; el alcavón por el cual salen las aguas del Mas de Cantacucos; la fuente del Mas de Les Muletes; el alcavón del Mas de la Bodega; el nacimiento de agua de Les Cases de l´Arc; la fuente que nace al fondo del barranco denominada Font del Cirer; la Font del vidrier; la Font de L´Arc; y la Font de L ´Alcantara.


Fuente del Mas de La Bodega

LAS POSESIONES DE ANTONIO GINER CERDÁ EN EL BARRANC DE L´ARC

Gran parte de estas tierras pertenecieron al vecino de Sella, el acaudalado Antonio Giner Cerdá. El Sr Giner fue nieto del descubridor del mítico "tesoro del Divino" D. Josep Giner Giner, apodado el "agüelo Giner".
Antonio Giner nació el 29 de Septiembre de 1823 y falleció el 20 de Septiembre de 1873. Contrajo matrimonio con Dña Elvira Llobet Gascó y fruto de este matrimonio nacieron Elvira, Carolina, Adela, Rogelia, Jose Ernesto, Antonio Amadeo y José María.
Antonio fue Alcalde de Sella y propietario de grandes extensiones de terreno. Rivalizó y fue enemigo acérrimo del influyente Juan Bautista Thous y Carrera cuyo poder se extendía por los municipios de Altea, Benidorm, Villajoyosa, hasta Sella.

A raíz de la Ley de desamortización de Madoz de 1 de Mayo de 1855 y el posterior decreto de 11 de Julio de 1856 en que se autorizaba la venta de los censos y foros del estado y los bienes de propios y comunes de los municipios, el citado Giner y otros potentados de las poblaciones limítrofes se lanzaron a la compra de los montes del valle del Arc.
Así por ejemplo D. José Ventura de Orduña y Feliu natural de Guadalest adquirió "un monte denominado Carrascal de Sirventa... productivo de leñas bajas y pastos... de sesenta y tres jornales. Linda por Norte punto llamado del Contador; por Este con las heredades denominadas de Maja, con la de Papachies y Torre de Dalt; por Sur con las heredades de D. José Cerdá y con la denominada del Contador; y por Oeste con el collado de Sirventa..".

Por su parte Antonio Giner  compro por un precio de 100 escudos y 200 milésimas "un monte denominado Serreta de Sirventa y Coto" de buenos pastos equivalentes a cinco jornales. "linda por Norte con el barranco denominado Peñó Prim; por Este con la Foya denominada de Sirventa; por Sur con el colladet de Sirventa, propiedad del mismo D. Antonio Giner; y por Oeste con tierras propias de Antonio Giner".

Seguidamente en representación de su madre Dña Maria Cerdá y Cerdá, viuda de José Giner adquiere "un monte denominado Peño Roch y Peñes Roches de abundantes pastos de buena calidad... El monte Peñón Roch linda por Norte con la cumbre de la misma peña; Este con el contador; Sur con la propiedad de Antonio Giner y otros; y Oeste con el pasito de la peña de Martinez, propiedad inculta de D. José Ventura de Orduña, o séa por el barrranquito que desde la peña de Martinez se dirige hacia abajo hasta las tierras de Tomás García de Indoro.. de 64 jornales... El llamado Peñes Roches linda por Norte con tierras de Francisco Sapena; Este con el pasito de la peña de Martinez, alto de la misma peña hacia el Puerto del Arc; y Oeste con tierras de Vicente Bou, hondonada arriba hasta el camino del Puerto del Arc.. de 12 jornales...
...Y otro monte denominado Solana del Arc, Pla de Saleres, (¿?) de Nofre y Umbría Foya de Lluch... sus productos son escasas leñas y pastos regulares... de 258 jornales de extensión.."
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Según se deja entrever en el libro de Natividad Martínez sobre la historia de Sella, el patrimonio de los Giner - Cerdá procedía del tesoro encontrado en el Peñón del Divino. De ser cierta esta teoría el Agüelo Giner traspasaría sus bienes a sus dos hijos Antonio y José, y tras el fallecimiento de estos siendo aún jóvenes, a su hija política María Cerdá y Cerdá, y posteriormente a uno de sus nietos Antonio Giner y Cerdá, cuyo apodo era "El señor Toni".

Arbol genealógico

Tras su fallecimiento la fortuna familiar en manos de su mujer y sus herederos menguó vertiginosamente debido a la mala administración de los bienes. En el año 1877 su viuda Elvira Llobet subasta la superficie maderable de un pinar en el Barranc del Arc como así queda plasmado en El Graduador de 11 de Julio de 1877.



Tres años mas tarde solicita la subasta pública de varios terrenos para saldar las deudas de sus hijos menores. En la documentación se puede leer: una heredad denominada del Contador, llamada también del Cojo; la Casa de Seva y las Casas de L´Arc. Estas últimas la componían dos heredades: Arc de Arriba y Arc de Abajo.
La heredad del Contador estaba compuesta de una casita de campo, corral de ganado y era de trillar, de una extensión de 77 jornales de tierra compuesta de almendros, cereales, viña y pastos.
El Arc de Abajo estaba compuesta de una casa de labor con dos navadas, un aprisco y era de trillar de una extensión de 210,5 jornales de tierra, de los cuales 150 eran pastos de ganados, con productos de esparto y leñas situados en la Solana del Arc.
El Arc de Arriba compuesta de casa de labor, aprisco y era de trillar tenía una extensión de 217,5 jornales de cereales, algarrobos, olivos, frutales, viña, pinos, encinas y 140 jornales de monte duro con espartos y pastos.
Las Casas de L´Arc en la fecha en la que se realizó la subasta (año 1880), estaban hipotecadas a favor del Baron de Mayals D. Alejandro Harmsen Garcia.

Cases de L´Arc

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En este punto volvemos de nuevo a la crónica de nuestro viajero a comienzos del pasado siglo XX.
"Después de recorrer casi todo ese barranco, en el que predomina una vegetación exhuberante, en el que tan pronto se respira el perfume penetrante intenso, del azahar, del jazmin y de variadas plantas olorosas, como la brisa sarra y fortalecedora del pino; en el que nuestra vista se embelesa y estacia a cada momento en la contemplación de esa alfombra multicolor producida por sus árboles y plantas de sus huertas, los que con mas o menos intensidad tapizan las orillas del barranco, divisamos, descubrimos, entre un verde claro de los almendros en plena producción, sobre los que resalta; la techumbre de una casa, de una mansión, de un nido albergue de una familia; es el tejado de la de Muletes. ¡Muletes! es la denominación de esa finca enclavada en el comienzo del barranco del Arc, extensa, productiva, pintoresca, caudal inagotable de motivos pictóricos; es la residencia quieta, tranquila, apacible, encantadora, donde los señores de Martinez Orozco pasan unos muy pocos días en la estación estival...".



Hoy en día, casi cien años después, se perciben las mismas sensaciones de nuestro viajero al deambular por el valle de L´Arc. Ya no existe el trasiego de las gentes que habitaban estas masías, y gran parte de los terrenos cultivables han sido invadidos por la vegetación salvaje; pero queda el encanto, la armonía y la paz de este lugar.
"Es el refugio del bien estar, el descanso de la actividad cerebral, el cerebro de la salud perdida, el aletargamiento de todas las facultades del hombre, que al encontrarse circundado de tan agradable ambiente, satisfecho saborea los deleites, las emociones placenteras de una vida propia de un paraíso".

Nunca he podido averiguar el origen del título de la finca "Muletes". Ninguna de las personas que han vivido en esa casa, ni cuidadores de la finca, ni vecinos lo saben.
Tampoco lo conoce nuestro viajero a pesar de sus pesquisas por averiguarlo:
"Mas de una vez cabiloso quise indagar el origen de Muletes, todo fue en vano, pensé si su primer poseedor tuviese dificultad de andar y se valiese de ese palo con travesaño por encima para afirmarse y apoyarse y ello fuese bastante para darle tal significación. Otras reflexioné, si un par de híbridos, que llamasen poderosamente la atención por su perfección, esbeltez y belleza, alcanzasen tan gran nombre que ello fuese suficiente para dar el título de Muletes".

Sobre la descripción de los terrenos podemos hacernos una idea a raíz de los edictos publicados en la Gaceta de Madrid de los años 1897 y 1906, donde a instancias del Banco Hipotecario de España sobre secuestro y enajenación de fincas hipotecadas por D. Pedro Martinez y Martinez, se sacan a la venta en pública subasta:
"Una heredad llamada Muletes, en la partida del Barranco de Haro (Arc), término municipal de Benimantell....., plantada de almendros, olivos, viñas y tierras muertas, de veintidos jornales...; con casa habitación y morada, que consta de planta baja, bodega, cocina y dos pisos altos, con sus dependencias de corral para encerrar ganados, lagar, habitación del colono y una ermita, formando todo un solo edificio de 1600 metros cuadrados... Otra heredad llamada Muletes, en el camino, término y partido de Muletes, que es parte de la hacienda conocida por dicho nombre, de cabida cuatro hectáreas, noventa y ocho áreas y sesenta centiáreas secano, con arbolado; cuarenta y cuatro hectáreas, siete áreas y cuarenta centiáreas de secano de viña, y nueve hectáreas, noventa y siete áreas y veinte centiáreas de monte...".

Dejando a un lado el resultado final de la subasta comentada, la finca perteneció a Francisco Martínez-Orozco Martínez.
F. Martinez nació en Altea el 27 de Octubre de 1865 aunque buena parte de su vida profesional la paso en Murcia, Cartagena y Madrid. En su juventud se interesó por la literatura publicando el poema "Mensajera" en el año 1886. Posteriormente realizó otras composiciones, muchas de ellas publicadas en la prensa local, como la impresa el 3 de Mayo de 1899 en el Heraldo de Alcoy titulada "Peladillas de Alcoy".



En el año 1893 fue nombrado fiscal municipal de la Ciudad de Murcia, y en 1898 tomó posesión del cargo de Oficial tercero de la delegación de Hacienda de la provincia.
Teniendo su residencia en Murcia solicita en el año 1900 la concesión de varias pertenencias mineras en el término de Mazarrón, denominadas: Marianela en el paraje de Las Moreras, y la mina Altea en el sitio de Cueva Ahumada.
En el año 1914 publica una obra titulada "Procedimiento Económico-Administrativo".
El 10 de Febrero de 1931 es nombrado por el Ministro de Hacienda, Jefe de administración de primera clase del cuerpo general de la Hacienda Pública y de segunda clase del mismo cuerpo adscrito a la Delegación del gobierno cerca de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos. 
En el año 1961 a la edad de 96 años elabora un opúsculo titulado "Altea: Panoramas difuminados por el tiempo"
Estas páginas están dedicadas al pueblo que le vio nacer y los motivos para hacerlo según sus propias palabras eran: "en primer lugar el egoísmo de darme gusto, el placer de rememorar cosas de mi juventud, con unas pinceladas de regocijo y de emotividad... Y por tanto, eso tan solo pretenden ser mis panoramas; el entretenimiento del pensamiento de un viejo, que lleva en sí el principio vital de amor a su pueblo".



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Es posible que el Sr Orozco debido a su intensa vida profesional solo visitase la finca de Muletes de forma esporádica como residencia vacacional.
Tratando de averiguar mas sobre el tema pude conversar con dos personas que pasaron su infancia y parte de su juventud como caseros en la casa de Muletes, aparte de recoger testimonios de otras que conocieron la finca cuando era productiva.
En aquellos años, en el ecuador del siglo XX, en la finca había gran cantidad de almendros y árboles frutales, y el agua nacía de un pequeño alcavón y se depositaba directamente en una balsa donde había un lavadero anexo.
Este pequeño sistema hidráulico apenas es apreciable en la actualidad debido al abandono y al crecimiento de la vegetación en su interior.
Los caseros que cuidaban por entonces la finca recuerdan la visita de "los Sres de Morata que tenían una editorial muy importante en Madrid y que ellos eran los propietarios" según sus palabras.

La propiedad de la finca, al menos hasta el año 2013, corresponde a la familia Morata como queda patente en un edicto del BOPA de ese año, con el expediente instado por Caridad Morata Martinez-Orozco, Elena Martinez-Orozco Dupuy, Florentina Morata Martinez-Orozco, Francisco Martinez-Orozco Dupuy, Jose María Martinez-Orozco y Mercedes Morata Martinez-Orozco sobre concesión de aguas en este mismo lugar.
Ver rama intermedia del árbol genealógico.

Arbol genealógico


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