"El pueblo de Crevillente es uno de los mas importantes y ricos de esta provincia, sus laboriosos habitantes amantes del aseo y de mejoras no pueden mas que seguir las corrientes de la civilización. Por sus alrededores pasan la carretera de Murcia y Alicante, la de Novelda y el ferrocarril recientemente inaugurado que une las dos poblaciones, posee un plano de alineaciones aprobado por la superioridad y a pesar de la abundancia de agua de que dispone, carece de un lavadero donde puedan guarecerse tanto en invierno como en verano los que se dedican a la limpieza de la ropa, tan necesaria para la salud y bienestar".
El texto anterior corresponde al encabezamiento del proyecto de construcción del nuevo lavadero en el año 1884.
Con anterioridad la villa contaba con un lugar destinado al lavado de la ropa construido en el año 1790, justo en el trazado de la acequia de la Fuente Antigua. El futuro edificio se construyó en el mismo lugar del primero, en terrenos donde los expertos opinan que estaban las dependencias del Castillo de Crevillente.
Con anterioridad la villa contaba con un lugar destinado al lavado de la ropa construido en el año 1790, justo en el trazado de la acequia de la Fuente Antigua. El futuro edificio se construyó en el mismo lugar del primero, en terrenos donde los expertos opinan que estaban las dependencias del Castillo de Crevillente.
En Julio de 1883 se aprueba en el Pleno del Ayuntamiento la construcción del expresado lavadero y justo un año después se nombra al prestigioso Arquitecto D. José Guardiola Picó para la formación del plano, presupuesto y pliego de condiciones para la construcción del edificio sobre el ya existente, ubicado en la Calle Abrevadero.
El 10 de Octubre de 1884 ya estaba firmado el proyecto que consistía en un edificio de 3,50 metros de longitud por 8 metros de anchura, paralelo al anterior, con una cubierta de madera sostenida con columnas de hierro, revestida con teja procedente de Barcelona. Además se proyectaba la construcción de unas casetas para la venta de jabón y todo el reciento rodeado de una verja de hierro. Los terrenos donde iba emplazado el lavadero pertenecían al huerto de D. Joaquín Candela Quesada.
El presupuesto estimado era de 20.043,8 pesetas y el de la contrata de 23.549,10 pesetas.
Archivo Municipal de Crevillente
En la sesión del Ayuntamiento de 30 de Julio de ese año quedo aprobado el presupuesto:
"convencidos de la necesidad imperiosa que hay de construir con la urgencia posible el repetido lavadero en bien general de todos y en particular de los pobres que se hayan dedicados al lavado de las ropas y de la salud e higiene pública, por unanimidad y en votación ordinaria se acuerda aprobar el ya repetido pliego de condiciones económicas.... a expensas de la aprobación superior del Sr. Gobernador Civil de la Provincia".
El 18 de Enero queda impreso en el Boletín Oficial de la Provincia el anuncio del Alcalde D. Manuel Magro y Candela de la subasta para las obras del lavadero que tendría lugar del 15 de Febrero en la Sala Capitular del Ayuntamiento bajo el tipo de las ya expresadas, 23.549,10 pesetas.
En el acto se presentaron tres propuestas: D. Antonio Pastor Espinosa adquiría el compromiso por una cantidad de 23.500 pesetas; D. José Candela y Ubeda por 21.999,99 pesetas y D. Agustín Lopez Santacruz por 18.998,45 pesetas.
Por unanimidad se concedió la contrata a éste último.
Las obras avanzaban con rapidez. En Junio de 1885 las obras de sillería estaban finalizadas y solo faltaba la cubierta y las casetas para la venta del jabón. Ese mes se acuerda en el Pleno del Ayuntamiento adelantar la apertura del establecimiento debido a la aparición de cólera morbo en la comarca en favor de los pobres y de la salud pública. En Crevillente se había estimado ya a 18 personas contagiadas y 5 defunciones a causa de la enfermedad.
En el acto se ordena al Arquitecto Municipal D. José Ramón Mas para que inspeccione las obras a la mayor brevedad y expida el certificado en que se haga constar la disposición por parte del Ayuntamiento.
El facultativo en su informe alega estar todo dispuesto "para echar agua en las acequias, permitiendo el lavado de ropas".
El día 26 de Junio el Alcalde D. Francisco Lledó Quesada se personó en el lavadero donde había gran afluencia de gente para la recepción provisional del mismo "mandando al efecto quitar las paradas o tablachos que detenían el agua para que esta corriese por las dos grandes acequias...".
El Ayuntamiento concedió al contratista sesenta días de prórroga para la finalización de las obras ya que con motivo de la aparición de la enfermedad epidémica, los materiales procedentes de Barcelona (columnas, cuchillos, puertas, barandas de hierro y tejas) no habían llegado a tiempo.
Unos días mas tarde fue publicado por el pregonero D. Vicente Valero Asensio los correspondientes bandos anunciando al vecindario la apertura al público el servicio del lavadero cuya construcción estaba a punto de concluir.
El día 17 de Noviembre D. Agustín Lopez anuncia la finalización de las obras.
El siguiente día 29 fue una fecha señalada en el municipio, ya que tuvo lugar la inauguración del "suntuoso lavadero que tanto por su bizarra y elegante construcción como por sus condiciones puede competir con los mejores en su clase", y del Hospital Civil La Purísima Concepción, a cuyo servicio acudieron seis hermanas de la caridad procedentes de Tarragona.
Por unanimidad se concedió la contrata a éste último.
Las obras avanzaban con rapidez. En Junio de 1885 las obras de sillería estaban finalizadas y solo faltaba la cubierta y las casetas para la venta del jabón. Ese mes se acuerda en el Pleno del Ayuntamiento adelantar la apertura del establecimiento debido a la aparición de cólera morbo en la comarca en favor de los pobres y de la salud pública. En Crevillente se había estimado ya a 18 personas contagiadas y 5 defunciones a causa de la enfermedad.
En el acto se ordena al Arquitecto Municipal D. José Ramón Mas para que inspeccione las obras a la mayor brevedad y expida el certificado en que se haga constar la disposición por parte del Ayuntamiento.
El facultativo en su informe alega estar todo dispuesto "para echar agua en las acequias, permitiendo el lavado de ropas".
Lavadero de Crevillente. Cortesía de Bibiana Candela Oliver
Archivo Municipal de Crevillente
El día 26 de Junio el Alcalde D. Francisco Lledó Quesada se personó en el lavadero donde había gran afluencia de gente para la recepción provisional del mismo "mandando al efecto quitar las paradas o tablachos que detenían el agua para que esta corriese por las dos grandes acequias...".
El Ayuntamiento concedió al contratista sesenta días de prórroga para la finalización de las obras ya que con motivo de la aparición de la enfermedad epidémica, los materiales procedentes de Barcelona (columnas, cuchillos, puertas, barandas de hierro y tejas) no habían llegado a tiempo.
Unos días mas tarde fue publicado por el pregonero D. Vicente Valero Asensio los correspondientes bandos anunciando al vecindario la apertura al público el servicio del lavadero cuya construcción estaba a punto de concluir.
El día 17 de Noviembre D. Agustín Lopez anuncia la finalización de las obras.
El siguiente día 29 fue una fecha señalada en el municipio, ya que tuvo lugar la inauguración del "suntuoso lavadero que tanto por su bizarra y elegante construcción como por sus condiciones puede competir con los mejores en su clase", y del Hospital Civil La Purísima Concepción, a cuyo servicio acudieron seis hermanas de la caridad procedentes de Tarragona.
Edificio del lavadero en la actualidad
Fuentes Consultadas
- Archivo Municipal de Crevillente
No hay comentarios:
Publicar un comentario