El Pago de Saragossa estaba situado en la Partida de Los Pagos (Alcoy), unos metros por encima de la cúpula que protege el Manantial del Molinar. Se accedía a él a través de un camino que nace en una curva cerrada de la N-340, unos metros antes del Pont d´Espinós y la Venta Saltera.
El camino existe todavía pero la masía ya no. Fue derribada a raíz de la construcción del viaducto que comunica la autovía con la Ciudad. La casona estaba en el mismo lugar que ocupa el trazado de la carretera, y por los alrededores, ocupando el lugar de los bancales de la finca, hay gran cantidad de colinas artificiales de escombros que ocultan en parte el pequeño sistema hidráulico de la masía
Al pie de un imponente roble aún se conserva, en ruinas, la fuente de la finca. Semi tapada por gran cantidad de hojas y hiedra hay una pequeña alberca adosada a los muros de un bancal. Por encima de ella a la derecha se encuentra la entrada de un aljibe, y al lado, los restos de una conducción de agua junto al murallón de piedra con una pequeña escalera que da acceso al bancal superior.
El aljibe se abre a través de una portezuela de 50 centímetros de ancho por 63 de alto y coronada en lo alto por un arco de ladrillo de 81 centímetros de altura. En su interior a 70 centímetros de la entrada, hay un murete de 80 centímetros de alto y 94 de ancho, que es la anchura de la cisterna. En lo alto tiene dos orificios por donde pasaba el agua y caía canalizada hasta el exterior.
El depósito tiene las paredes lisas de cemento hidráulico unidas por un techo abovedado de ladrillo y marcas de agua a 70 centímetros de altura. El suelo tiene una capa de barro seco que oculta el enlucido original.
Sus dimensiones son de 148 centímetros de alto, desde el suelo cimentado hasta el vértice de la bóveda, 94 centímetros de ancho y 7 metros de longitud.
Al final hay una pared que divide el depósito con un alcavón. El agua pasaba por encima de ella por rebosamiento. El alcavón es de dimensiones muy reducidas y el techo esta formado con losas planas apoyadas unas sobre otras en forma de cuña, a escasos centímetros de la superficie.
A pocos metros el techo esta hundido pero la conducción tiene continuidad virando ligeramente a la derecha. El canal dada su estrechez y modestia, parece construido para canalizar el agua de un venero cercano no permitiendo el acceso a su interior.
En una inspección sobre los terrenos situados por encima del sistema, se observan bancales derruidos y masas de escombros procedentes de la construcción de la autovía del Mediterráneo que pasa por el Sur.
Por ese motivo y por la masa forestal invasora, es imposible encontrar vestigios relacionados con la conducción que nos ocupa.
En dirección Oeste, a una distancia de 85 metros, hay una balsa que permanece oculta por un pequeño cañaveral y por un laurel que ha crecido en su base, rodeado de multitud de plantas espinosas.
El embalse en su extremo oriental tiene una paleta de hierro que permitía desaguar al exterior. Desde aquí hay marcada una acequia que se dirige exactamente al punto donde existe el hundimiento del canal subterráneo posterior al aljibe.
A mitad de recorrido hay un registro y en su interior una cañería de hierro.
En el lado contrario de la balsa, anexa a ella, parece que hay construido un lavadero u otra estructura que no se puede apreciar debido a la gran cantidad de vegetación por encima de ella.
Por este lado se efectuaba el llenado del depósito y por encima hay un montículo de escombros y terreno aplanado por las obras de la carretera, ocultando cualquier señal de la procedencia del agua.
Por último, a la derecha de la puerta del aljibe hay una conducción enterrada que asoma por el muro del bancal, continua adosada a él y desaguaba en la balsa.
Situación del Pago de Saragossa
(Google Earth. Agosto 2008)
Al pie de un imponente roble aún se conserva, en ruinas, la fuente de la finca. Semi tapada por gran cantidad de hojas y hiedra hay una pequeña alberca adosada a los muros de un bancal. Por encima de ella a la derecha se encuentra la entrada de un aljibe, y al lado, los restos de una conducción de agua junto al murallón de piedra con una pequeña escalera que da acceso al bancal superior.
El aljibe se abre a través de una portezuela de 50 centímetros de ancho por 63 de alto y coronada en lo alto por un arco de ladrillo de 81 centímetros de altura. En su interior a 70 centímetros de la entrada, hay un murete de 80 centímetros de alto y 94 de ancho, que es la anchura de la cisterna. En lo alto tiene dos orificios por donde pasaba el agua y caía canalizada hasta el exterior.
El depósito tiene las paredes lisas de cemento hidráulico unidas por un techo abovedado de ladrillo y marcas de agua a 70 centímetros de altura. El suelo tiene una capa de barro seco que oculta el enlucido original.
Sus dimensiones son de 148 centímetros de alto, desde el suelo cimentado hasta el vértice de la bóveda, 94 centímetros de ancho y 7 metros de longitud.
Al final hay una pared que divide el depósito con un alcavón. El agua pasaba por encima de ella por rebosamiento. El alcavón es de dimensiones muy reducidas y el techo esta formado con losas planas apoyadas unas sobre otras en forma de cuña, a escasos centímetros de la superficie.
A pocos metros el techo esta hundido pero la conducción tiene continuidad virando ligeramente a la derecha. El canal dada su estrechez y modestia, parece construido para canalizar el agua de un venero cercano no permitiendo el acceso a su interior.
En una inspección sobre los terrenos situados por encima del sistema, se observan bancales derruidos y masas de escombros procedentes de la construcción de la autovía del Mediterráneo que pasa por el Sur.
Por ese motivo y por la masa forestal invasora, es imposible encontrar vestigios relacionados con la conducción que nos ocupa.
En dirección Oeste, a una distancia de 85 metros, hay una balsa que permanece oculta por un pequeño cañaveral y por un laurel que ha crecido en su base, rodeado de multitud de plantas espinosas.
El embalse en su extremo oriental tiene una paleta de hierro que permitía desaguar al exterior. Desde aquí hay marcada una acequia que se dirige exactamente al punto donde existe el hundimiento del canal subterráneo posterior al aljibe.
A mitad de recorrido hay un registro y en su interior una cañería de hierro.
En el lado contrario de la balsa, anexa a ella, parece que hay construido un lavadero u otra estructura que no se puede apreciar debido a la gran cantidad de vegetación por encima de ella.
Por este lado se efectuaba el llenado del depósito y por encima hay un montículo de escombros y terreno aplanado por las obras de la carretera, ocultando cualquier señal de la procedencia del agua.
Por último, a la derecha de la puerta del aljibe hay una conducción enterrada que asoma por el muro del bancal, continua adosada a él y desaguaba en la balsa.
A la derecha se observa el orificio en el muro y la tubería camino de la balsa.
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